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Un juez ordena al Servicio Postal que busque boletas extraviadas, pero hasta ahora no hay pruebas de que se hayan perdido muchos votos

A woman wearing a mask sorts through mail-in ballot envelopes
Una empleada electoral en el condado de Chester, Pensilvania, revisa las boletas electorales en las instalaciones del correo.
(Matt Slocum / Associated Press)
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Mientras que los plazos para las boletas electorales enviadas por correo se vencen en varios estados decisivos, incluyendo Nevada y Carolina del Norte, un juez federal ordenó el jueves al Servicio Postal de EE.UU que realice dos veces al día búsquedas en sus instalaciones de cualquier voto no entregado.

El juez Emmet G. Sullivan del Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito de Columbia dio instrucciones a los empleados del Servicio Postal de todo el país para que revisaran todas las mañanas y tardes en busca de cualquier boleta y aceleraran su procesamiento hasta que se cumpla el plazo de recepción de las boletas en cada estado.

La orden menciona específicamente tres sucursales de correo en Pensilvania, donde las boletas deben ser recibidas antes del viernes para ser contadas.

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La medida llega días después de que los ejecutivos del Servicio Postal dijeran que 300.000 boletas enviadas por los votantes no habían sido reportadas como entregadas a las autoridades electorales. La revelación ha creado una confusión considerable sobre el paradero de las boletas, pero hasta ahora no hay pruebas de que muchas boletas electorales se hayan perdido en el correo.

El pedido de Sullivan se deriva de una de varias demandas de grupos pro derecho al voto contra el Servicio Postal por las medidas de reducción de costos que retrasaron la entrega del correo este año, en medio de la preocupación de que las boletas enviadas por correo no se entregaran a tiempo.

Los abogados de los grupos pro derecho al voto han presionado repetidamente esta semana para que se procesen los datos de las boletas en las instalaciones del Servicio Postal, así como información más detallada sobre cualquier voto que pueda haber sido eliminado. Pero hasta ahora, no han planteado serias preocupaciones sobre la exactitud de los datos que la agencia ha proporcionado.

Según los ejecutivos del Servicio Postal, la confusión se debe a los pasos que está dando el organismo para procesar las boletas electorales. Los trabajadores postales están sacando las boletas del sistema de procesamiento automatizado y las están apartando para ser transportadas directamente a los funcionarios electorales, evitando así un escaneo que las marcaría como entregadas. El resto del correo se clasifica manualmente debido a defectos físicos como códigos de barras manchados.

En respuesta a las órdenes del juez, los registros de las instalaciones postales han localizado 815 papeletas en Texas y 13 en Pensilvania, según los ejecutivos. “Lo que hicimos fue entregar el correo mucho antes”, dijo Kevin Bray, el ejecutivo de la agencia que supervisa el correo electoral, en una audiencia en la Corte el jueves. Los trabajadores postales están tratando las papeletas como correo nocturno, señaló, trabajando para entregarlas “al día siguiente por cualquier medio posible”.

Las tensiones aumentaron esta semana cuando Sullivan arremetió contra los ejecutivos del Servicio Postal en una audiencia del miércoles por no cumplir con los plazos ordenados por la Corte para la búsqueda de las boletas en las instalaciones de correo el día de la elección. El jueves el ambiente fue mucho más agradable, con Sullivan haciendo un reconocimiento a los trabajadores postales.

“Nada detiene al sistema postal”, manifestó Sullivan. “Hoy me apetecía darle un gran abrazo al cartero... el perro ni siquiera ladró esta mañana”.

Allison Zieve, abogada de la NAACP, una de las organizaciones que demandaron al Servicio Postal, dijo en una entrevista que el motivo de la demanda fue la politización de la agencia por parte del presidente Trump y la decisión de su nuevo director general de correos de hacer cambios que ralentizaron la entrega del correo.

Agregó que aunque solo se recuperen unas pocas boletas electorales, el esfuerzo sigue valiendo la pena porque “esos eran ciudadanos que querían votar e hicieron todo bien”.

“Se trata de asegurarnos de que se cuenten los votos de cualquier persona que vote por correo”, dijo Zieve.

Dados “los márgenes increíblemente estrechos en algunos de los estados en disputa, cada voto por correo es de importancia crítica”, expuso David Berg, abogado de cuatro votantes que están demandando al Servicio Postal.

En Carolina del Norte, por ejemplo, Trump aventaja al ex vicepresidente Joe Biden por menos de 80.000 votos, y los funcionarios electorales dicen que todavía hay que contar 117.000 papeletas de voto por correo. El estado seguirá contando los votos que lleguen por correo hasta el 12 de noviembre, siempre y cuando los sobres hayan sido sellados por el correo el día de la elección.

Los ejecutivos del Servicio Postal asumen que los gerentes de cada centro de distribución están “llevando a cabo lo que les pedimos que hagan... revisar y hacer la debida diligencia todos los días, y arrastrarse debajo de las máquinas, y a través de los equipos vacíos, para asegurarse de que estamos haciendo todo lo posible”, dijo Bray.

La fecha límite para recibir las boletas por correo con el sello postal del día de las elecciones es el viernes en Pensilvania. Los plazos de Carolina del Norte y Pensilvania reflejan las extensiones permitidas por la Corte Suprema de EE.UU después de que dejó en pie las decisiones de los tribunales inferiores que autorizaron las nuevas fechas límite.

Los grupos de derechos electorales temen que esas prórrogas puedan ser revocadas porque los jueces disidentes en el caso de Pensilvania, encabezados por el Juez Samuel A. Alito Jr., señalaron que el asunto podría ser revisado después de las elecciones. Hay preocupaciones similares sobre el plazo de Carolina del Norte, que - sin la extensión de la Corte - sería el viernes.

Los abogados del director general de Correos, Louis DeJoy, dijeron en una presentación en la Corte el jueves por la tarde que el Servicio Postal había contactado 171 juntas electorales en Carolina del Norte y Pensilvania para hacerles llegar cualquier boleta descubierta durante las búsquedas del viernes.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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