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Un aluvión de 92.700 denuncias por abuso sexual hunde a Boy Scouts y eclipsa la cifra de casos de la Iglesia católica en EE.UU

A statue of a Boy Scout outside the Boy Scouts of America headquarters in Irving, Texas.
Boy Scouts of America enfrentará más de 92.700 denuncias de abuso sexual en una quiebra que podría remodelar el futuro de la organización, señalan los abogados.
(Tom Pennington / Getty Images)
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Boy Scouts of America (BSA) se enfrentará a más de 92.700 denuncias de abuso sexual en una quiebra histórica que podría remodelar el futuro de una de las organizaciones juveniles más antiguas y grandes del país, indicaron los abogados del caso este lunes, cuando pasó el plazo de denuncias.

La cantidad de reclamos y los pagos totales para resolverlos eclipsarán fácilmente a los del escándalo de abuso sexual que envolvió a la Iglesia católica de Estados Unidos hace más de una década, según los abogados de los demandantes. “Este es un número asombroso de casos, incluso más allá de lo que pensé que existía”, remarcó Paul Mones, un legista de Los Ángeles que ganó una sentencia de $20 millones contra los Scouts en 2010 y representa a varios cientos de acusadores en la quiebra. “El alcance de esto es algo que nunca podría haber imaginado”.

Boy Scouts of America, de 110 años de antigüedad, se acogió al Capítulo 11 de la protección por bancarrota en febrero pasado al enfrentarse a una ola de nuevas demandas por abuso sexual después de que varios estados, incluidos California, Nueva York y Nueva Jersey, ampliaron las opciones legales para que las víctimas infantiles presenten reclamos.

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La quiebra suspendió cientos de demandas para permitir la negociación de un posible acuerdo global. También requirió que los nuevos reclamos por abuso se manejen en ese ahí, en lugar de en los tribunales estatales.

El Tribunal de Quiebras fijó este pasado lunes como la “fecha límite” para la presentación de denuncias, lo cual provocó un mar de anuncios por TV e internet de los bufetes de abogados en busca de posibles clientes y una oleada de reclamos en los últimos meses.

En un comunicado emitido ese mismo día, la organización calificó la respuesta masiva de los sobrevivientes de abuso como “desgarradora”. “Estamos devastados por la cantidad de vidas impactadas por abusos pasados en Scouting, y conmovidos por la valentía de aquellos que han hablado”, expresó la entidad. “Nos encontramos desconsolados porque no podemos revertir su dolor... Lo sentimos profundamente”.

Los Boy Scouts llevaron a cabo su propia campaña pública este otoño, alentando a las víctimas a buscar compensación de un fondo fiduciario que establecerá.

Un investigador contratado por los Scouts para analizar sus registros internos el año pasado identificó a 7.819 presuntos abusadores y 12.254 víctimas, una fracción del número que ahora presentó denuncias.

Una coalición de firmas legales que se autodenominan como Abused in Scouting (Abusos en Scouting) ahora representa a 16.500 reclamantes, precisó Andrew Van Arsdale, un abogado de San Diego involucrado con el grupo. “BSA fue muy eficaz para hacer llegar el mensaje a los hombres que sufrieron cuando eran niños bajo su cuidado”, agregó. “La pregunta sigue siendo si BSA cumplirá su palabra de mejorar las decenas de miles de vidas que alteraron. La entidad ya les falló una vez cuando eran menores; esperamos que no lo vuelvan a hacer ahora”.

Todos los reclamos serán examinados por “asesores externos” mientras la entidad nacional desarrolla un plan de reorganización y establece su fondo de compensación, señalaron los Scouts el lunes, prometiendo trabajar lo más “rápido posible”. El tamaño del fondo para víctimas aún no se ha determinado, junto con la cantidad que correrá por cuenta de BSA o sus aseguradoras. Algunas de estas compañías se negaron a cubrir pagos en casos de abuso sexual, alegando que la organización podría haber evitado las conductas que derivaron en los reclamos, según muestran los registros judiciales.

En el momento de la quiebra, la organización nacional tenía activos por más de mil millones de dólares. Los consejos locales de Boy Scouts poseen miles de millones más en bienes raíces y otros activos, pero no está claro cuánto contribuirán al fondo de compensación. “Todo eso se está negociando ahora entre los Boy Scouts y el comité de acreedores y otros reclamantes y aseguradores”, añadió Mones, quien forma parte del comité del Tribunal de Quiebras que representa a las víctimas.

“No estamos ni cerca de saber cuál será el número final, o incluso cuáles son los criterios bajo los que se valorarán las reclamaciones”, expuso. “Lo más probable es que incluya la gravedad del abuso y por cuánto tiempo ocurrió”.

No hay duda, dijo Mones, de que los pagos de los Scouts empequeñecerán los hechos por la Iglesia Católica, incluido el acuerdo de la Arquidiócesis de Los Ángeles de 2007, por $660 millones, que involucró a más de 500 víctimas. “Tiene que ser de miles de millones”, expuso, pero “nadie sabe de cuánto dinero se está hablando”.

Las demandas contra los Scouts ascendían a cientos en el momento de la quiebra, pero la organización nunca reveló con qué frecuencia fue demandada o cuánto pagó en acuerdos y sentencias.

Muchas de las demandas se produjeron a raíz de la publicación de Los Angeles Times, en 2012, de registros internos de BSA que involucraban a unos 5.000 hombres en una lista negra conocida como los “archivos de la perversión”, un arcón de documentos muy bien guardados que detalla las acusaciones de abuso sexual contra líderes de tropas y otros, que se remontan a un siglo.

En su examen de los archivos durante todo un año, The Times documentó cientos de casos en los que los Boy Scouts no informaron las acusaciones a las autoridades, las ocultaron a los padres y al público, o instaron a los abusadores admitidos a renunciar silenciosamente y luego cubrieron sus huellas con razones falsas para su partida.

Los acusadores citaron los registros, conocidos formalmente durante décadas como los “archivos de voluntarios no elegibles” y ahora ‘Base de detección de voluntarios’, como evidencia de que la organización sabía de los pedófilos en sus filas, pero no protegió a los niños.

Mones usó alrededor de 1.200 de los archivos en un juicio de Portland, Oregón, para ganar un veredicto de $19.9 millones contra los Scouts en 2010 en nombre de un hombre que fue abusado sexualmente cuando era menor, en la década de 1980.

Mones y otros han insistido durante mucho tiempo en que los archivos reflejan solo una fracción del abuso ocurrido en el área. Señaló que Boy Scouts of America tiene un inusual estatuto del Congreso, e instó a los legisladores a investigar el alcance del abuso indicado por la avalancha de denuncias. El abogado de L.A. predijo que Boy Scouts of America posterior a la bancarrota sería “una versión más reducida” de una organización que ya estaba sufriendo una disminución de miembros. También es factible, agregó, que la imagen muy estadounidense de la entidad se resienta.

“El alcance del problema aquí definitivamente cambiará la imagen tipo pintura de Norman Rockwell de los Boy Scouts”, expresó Mones. “Ya no creo que la gente pueda ver todos esos buenos valores tradicionales en los Boy Scouts”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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