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La vicepresidenta Harris se reúne con Andrés Manuel López Obrador para tratar temas fronterizos

Vice President Kamala Harris speaks in Guatemala City on Monday.
La vicepresidenta Kamala Harris habla en el Palacio Nacional de la Cultura de Guatemala el lunes.
(Kent Nishimura / Los Angeles Times)
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La vicepresidenta Kamala Harris tiene reunión hoy martes con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en su capital, como colofón a un viaje de dos días a América Latina, su primer viaje oficial fuera del país y que tiene como objetivo frenar la afluencia de migrantes centroamericanos a través de México hacia la frontera con Estados Unidos.

Harris llegó a Ciudad de México a última hora de la tarde del lunes, tras pasar un día en Ciudad de Guatemala, donde se reunió con el presidente de ese país, activistas comunitarios y empresarios. Regresará a Washington el martes por la noche.

Aunque el tema principal de Harris es la inmigración, la reunión también es importante para definir una relación diplomática fundamental para el gobierno de Biden con México, el vecino del sur de Estados Unidos, estrecho aliado y socio comercial número uno.

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“Tenemos una asociación, una asociación de larga data”, dijo Harris a los periodistas a última hora del lunes, mientras abandonaba la ciudad de Guatemala para dirigirse a Ciudad de México. “Esa es la base de esta conversación”.

Dijo que también discutiría “el papel de México en relación con esta región” para reducir la migración desde Guatemala, Honduras y El Salvador.

Ricardo Zúñiga, enviado especial de la administración a los tres países centroamericanos conocidos como el Triángulo del Norte, dijo que México, al igual que Estados Unidos, tiene interés en disuadir la migración desde Guatemala, Honduras y El Salvador.

“Ambos somos países de destino” de la migración del Triángulo Norte, dijo a los periodistas a bordo del Air Force Two el lunes por la noche.

Además de reunirse con López Obrador, Harris hablará con mujeres empresarias y mantendrá una reunión por separado con líderes sindicales. Ella lidera los esfuerzos de la administración Biden para ampliar el trabajo organizado en Estados Unidos, y los funcionarios de la administración ven a López Obrador, que también ha defendido los derechos laborales, como un espíritu afín en esa cuestión. Sin embargo, algunos sindicatos estadounidenses se quejan de que México no está cumpliendo sus promesas en los acuerdos comerciales de apoyar los derechos laborales.

Los dos líderes también fueron testigos de la firma de un acuerdo para ampliar la cooperación entre Estados Unidos y México en el envío de dinero para el desarrollo del Triángulo Norte. El texto del acuerdo no se ha hecho público, por lo que no está clara su amplitud ni su significado.

No se esperaba que la reunión con López Obrador fuera necesariamente fácil o predecible. En las elecciones nacionales del domingo, parecía estar perdiendo influencia en el poder legislativo, donde muchos de sus aliados fueron derrotados. Los resultados finales aún no están claros.

Su reacción a las elecciones “realmente no impacta en nuestros planes”, dijo Zúñiga, insistiendo en que la relación de las dos naciones no depende de quién esté en el poder.

López Obrador ha atacado en ocasiones a Estados Unidos para ganarse el favor de sus seguidores. Justo antes de una reunión virtual con Harris en mayo, criticó duramente la ayuda estadounidense a un grupo anticorrupción, incluso cuando Harris estaba enfatizando la necesidad de erradicar la corrupción en América Latina para frenar la migración hacia el norte.

López Obrador ha atacado a otros organismos de control y periodistas independientes, lo que supone un reto para la administración Biden dado su objetivo declarado de promover las instituciones democráticas en todo el mundo. Sin embargo, el presidente mexicano ha mantenido el apoyo de Estados Unidos, incluso durante la administración de Trump, ayudando a la vigilancia de la frontera.

La portavoz de Harris, Symone Sanders, dijo de antemano que los dos líderes discutirían una mayor cooperación en la seguridad fronteriza y los esfuerzos contra el contrabando.

El tema, y la presencia de Harris en México, han complicado los esfuerzos de la vicepresidenta por distanciarse de la lucha de la administración por el control de la frontera -un potencial lastre político- y centrarse en cambio en la diplomacia dentro de la región. Los republicanos la han criticado duramente por no visitar la frontera.

Pero sus discusiones sobre la seguridad fronteriza, junto con su declaración en Guatemala el lunes de que las personas que cruzaron la frontera de EE.UU ilegalmente serían devueltas, subrayan cómo los temas están entrelazados. De vuelta a Estados Unidos, Harris fue criticada por algunos miembros de la izquierda de su partido por la advertencia a los migrantes.

“Estados Unidos pasó décadas contribuyendo al cambio de régimen y a la desestabilización en América Latina”, escribió en Twitter la representante Alexandria Ocasio-Cortez (demócrata de Nueva York). “No podemos ayudar a incendiar la casa de alguien y luego culparlo por huir”.

Cuando se le preguntó por qué no estaba visitando la frontera, Harris dijo en Guatemala que vino a hablar con “el líder de esta nación en torno a lo que podemos hacer de una manera que sea significativa, tangible y tenga resultados reales”.

“Y seguiré centrada en ese tipo de trabajo”, añadió.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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