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En el Congreso, los veteranos de la guerra de Afganistán exigen respuestas

Rep. Jimmy Panetta in Afghanistan
El representante Jimmy Panetta (demócrata de Carmel), fotografiado durante un período de servicio en 2007 en Afganistán, y los otros veteranos en el Congreso exigen respuestas sobre cómo la evacuación ocurrió tan mal.
(Rep. Jimmy Panetta’s office)
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Jimmy Panetta no puede dejar de pensar en las calles estrechas que conducen al aeropuerto de Kabul.

El exoficial de inteligencia de la Marina recuerda cómo los problemas del tráfico, las carreteras en mal estado y la multitud de peatones hicieron que el acceso al aeropuerto fuera un desafío durante su período de servicio en 2007 y 2008, así como en los viajes que realizó como miembro del Congreso.

Agregue a eso la abrupta retirada de Estados Unidos de Afganistán, los puestos de control talibanes que ahora habitan la carretera del aeropuerto y miles de personas desesperadas, incluidos muchos ciudadanos estadounidenses, que se apresuran al aeropuerto internacional Hamid Karzai para huir del país, por esa razón el receptor de la Estrella de Bronce está muy enojado.

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“Maldita sea, ¿dónde están los planes de contingencia?”, preguntó Panetta, un congresista demócrata de Carmel.

¿Cómo es que la administración Biden no tenía un plan para la rápida toma de posesión de Afganistán por los talibanes, atrapando a decenas de miles de ciudadanos estadounidenses y aliados afganos, que ayudaron a los militares y, junto con sus familias, se les prometió refugio?, se cuestiona.

“Es muy impactante”, admitió Panetta.

El exoficial ahora no solo está en una posición para hacer preguntas, sino también para esperar respuestas.

Es uno de los 34 miembros del Congreso que sirvieron en Afganistán e Irak, en donde también se incluyen nueve demócratas y 25 republicanos.

En la Cámara el año pasado, algunos de ellos formaron el caucus For Country, una versión bipartidista del Congreso de los Veteranos de Guerras Extranjeras, para trabajar en la legislación donde tienen puntos en común. Los miembros del caucus se comprometen a poner su vínculo militar por encima de la política partidista al acordar no hacer campaña contra sus compañeros en el momento de las elecciones.

El grupo siente una conexión personal con Afganistán y la obligación moral de averiguar qué salió mal en un conflicto que cobró la vida de tantos compañeros de tropas. A pesar de los desacuerdos sobre si Estados Unidos debió haberse ido, hasta ahora ha habido un amplio acuerdo bipartidista en el caucus de que la retirada de la administración Biden fue profundamente defectuosa.

“El hecho es que debemos asegurarnos de hacer responsable a esta administración de cumplir con la prioridad de no dejar a ningún estadounidense abandonado ahí, sacar a las personas a las que les hicimos promesas, pero al mismo tiempo sabiendo que nuestra reputación está en entredicho”, señaló Panetta, quien pasó la mayor parte de su despliegue en un búnker, rastreando objetivos de alto valor de Al Qaeda para las fuerzas especiales estadounidenses.

“Es un problema personal porque serví allí”, comentó. “Pero también es un tema muy profesional en mi calidad de representante”.

Varios de los legisladores que sirvieron en Afganistán e Irak argumentan que el Departamento de Defensa, el Departamento de Estado y la Casa Blanca ignoraron meses de advertencias de que las evacuaciones estaban demorando demasiado, el proceso de solicitud de visa era demasiado oneroso y muchas personas se quedarían atrás.

Los legisladores siguen consternados por la respuesta de la administración. El Departamento de Estado les dio a los 435 representantes y 100 senadores la misma dirección de correo electrónico para contactar y solicitar ayuda a los constituyentes. Las oficinas de algunos legisladores reciben cientos de solicitudes al día.

“Estos números tienen nombres y rostros para nosotros”, enfatizó el representante demócrata de Colorado Jason Crow, un ex guardabosques del ejército que sirvió en tres giras en Irak y Afganistán de 2002 a 2006, y quien recibió una Estrella de Bronce por sus acciones en Irak. “Estos son nuestros amigos, nuestros aliados. Son personas con las que luchamos y con las que trabajamos. Hicimos promesas”.

Los veteranos han visto con horror las escenas del aeropuerto: miles de personas que intentan huir del país, un infante que es arrojado sobre el alambre de púas a las manos de un miembro de la marina, jóvenes y niños que se aferran al costado de un C-17 sobrecargado y cayeron a la muerte después del despegue.

El representante demócrata de Hawái, Kaiali‘i Kahele, que se desplegó en Afganistán en 2005, mencionó que se ve a sí mismo en los aviadores cargando gente en los C-17. El representante republicano de Michigan, Peter Meijer, un ex oficial de inteligencia del ejército que se centró en el análisis de conflictos, se identifica con quienes intentan controlar a las multitudes. Crow se imagina que se encuentra en su antigua unidad, la 82nd Airborne, y que está ayudando con la retirada.

“No es necesario ser un estratega militar para reconocer que cuando se retira primero al ejército y luego se deja atrás a los civiles, los contratistas, los solicitantes de visas especiales de inmigrante, termina mal”, argumentó el representante Mike García (republicano de Santa Clarita), un ex piloto de la Marina que realizó bombardeos en Irak. “Esto no fue un error de inteligencia. No fue una falta de previsión. Fue pura negligencia”.

Históricamente, es raro que tantos legisladores ahora se encuentren con la tarea de supervisar el final de un conflicto militar en el que lucharon personalmente. Por lo general, hay más distancia entre las carreras militares y políticas. Eso es un reflejo tanto de la duración sin precedentes de la acción de Estados Unidos en Afganistán (20 años) como del creciente interés de ambos partidos en presentar candidatos jóvenes al Congreso con el servicio militar.

David Gergen, quien asesoró a los presidentes Nixon, Ford, Reagan y Clinton, predijo que las voces de estas extropas en el Congreso se amplificarán en las próximas semanas y serán parte integral de cualquier investigación que lleve a cabo la institución.

“Su presión y su tipo de persuasión moral superan a la de cualquier otra persona en esta conversación, este diálogo nacional, y por eso es tan importante que sigan hablando”, subrayó a los legisladores en un evento el viernes.

En particular, los demócratas en el caucus no son fáciles con el mandatario federal solo porque es el líder de su partido.

“El presidente Biden es y será dueño de esto personal y políticamente”, indicó Panetta. “Es su administración, fue su decisión final”.

Los veteranos de ambos partidos también señalan que varios presidentes anteriores, en particular Trump, quien negoció la retirada con los talibanes, son responsables de la guerra más larga de Estados Unidos.

“Hay que analizar qué negociaciones se llevaron a cabo con el expresidente, qué sucedió allí. Pero no solo con Donald Trump. Veamos lo que hizo Obama, y observemos lo que realizó también Bush con respecto a nuestra participación, así como nuestra estrategia”, comentó Panetta.

Cuestionar las determinaciones de Obama significa también, potencialmente, cuestionar las decisiones tomadas por el padre del veterano, Leon Panetta, quien fue secretario de Defensa de Obama y director de la CIA. El exfuncionario de Obama ha criticado la retirada en los últimos días, comparándola con Bahía de Cochinos en Cuba.

“Necesitamos ser implacables y desenfrenados”, indicó Meijer. “Esto no es solo la retirada fallida y el caos que hemos visto desarrollarse. Realmente esto evidencia un buen punto en la totalidad de nuestro conflicto en Afganistán, y, de muchas maneras, también envuelve algunos de los desafíos que observamos alrededor de los fracasos en nuestro conflicto en Irak”.

Panetta subrayó que no le preocupa que las investigaciones de supervisión venideras y las predecibles incursiones partidistas dividan o fracturen el caucus.

“Creo que ellos sienten lo mismo”, señaló sobre sus colegas en el caucus. “Que esto no es un problema político. Este es un problema de política. Necesitamos llegar a la verdad sobre lo que sucedió para que, con suerte, podamos aprender de estas lecciones”.

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