Estudio: Inundaciones obligan a millones de personas a desplazarse dentro de EEUU
SAN LUIS, Missouri, EE.UU. — Las inundaciones están obligando a millones de personas a desplazarse, limitan el crecimiento de algunas comunidades prósperas y aceleran el declive de otras, de acuerdo con un nuevo estudio que detalla la manera en que el cambio climático y las crecidas están transformando los lugares en los que viven los estadounidenses.
En las primeras dos décadas del siglo XXI, la amenaza de inundaciones convenció a más de 7 millones de personas a evitar zonas de riesgo o a abandonar lugares que eran peligrosos, según el estudio publicado el lunes en la revista Nature Communications y a la investigación de la organización de análisis de riesgos First Street Foundation.
El cambio climático está intensificando los huracanes y está incrementando la cantidad de lluvia que las tormentas arrojan en la región centro-norte de Estados Unidos. Y, según los investigadores, en las próximas décadas millones de personas decidirán que eso es demasiado para soportarlo y se irán de allí.
First Street halló que el cambio climático está dejando ganadores y perdedores a nivel de vecindarios y manzanas.
En un panorama a nivel nacional, los estadounidenses parecen ignorar la amenaza del calentamiento global al momento de decidir dónde vivir. Por ejemplo, Florida, vulnerable al aumento en los niveles de los océanos y a las tormentas intensas, registra un rápido crecimiento demográfico. Pero eso no toma en cuenta una forma importante en que la población se comporta a nivel local. La mayoría de los desplazamientos son a corta distancia; la gente permanece cerca de familiares, amigos y empleos.
Jeremy Porter, director de investigación en First Street, dijo que el aumento demográfico en los estados de la franja sur de Estados Unidos está motivado por razones “que van más allá” de lo aparente a simple vista.
“La gente quiere vivir en Miami. Si ya vives en Miami, no vas a decir: ‘oh, esta propiedad tiene un riesgo (de inundación) de 9 (sobre 10), me voy a mudar a Denver”, comentó Porter. “Van a decir: ‘esta propiedad es un 9, pero quiero vivir en Miami, así que voy a buscar un 6, 7 o 5 en Miami’. Vas a pensar sobre el riesgo relativo”.
Eso es lo que First Street pronostica que sucederá durante los próximos 30 años: manzanas en Miami que tienen una elevada probabilidad de recibir el impacto de una tormenta fuerte posiblemente registrarán un descenso de población a pesar de que se tiene previsto que gran parte de la ciudad absorba a más personas.
Detrás de estos hallazgos se encuentran datos sumamente detallados sobre los riesgos de inundación, las tendencias demográficas y los motivos por los que la gente se muda, lo que les permitió a los investigadores aislar el impacto de las inundaciones a pesar que las condiciones económicas locales y otros factores motivan a las familias a empacar y mudarse a otro lugar. Los investigadores analizaron los cambios poblacionales en zonas muy pequeñas, reduciéndolas a bloques censales.
Algunos bloques han crecido rápidamente, y habrían crecido todavía a mayor velocidad si las inundaciones no fueran un problema, según First Street. Lugares en expansión, pero propensos a anegaciones, podrían haber crecido casi un 25% más —atrayendo a unos 4,1 millones de habitantes adicionales— si los riesgos fueran menores.
Los investigadores también identificaron áreas donde los riesgos de inundación están impulsando o empeorando el declive poblacional, zonas a las que llamaron “áreas de abandono climático”. Durante un periodo de dos décadas, aproximadamente 3,2 millones de personas dejaron esos vecindarios debido a los riesgos de inundaciones.
Cuando First Street realizó sus proyecciones para 2023, muchas de las áreas de abandono climático se encontraban en Michigan, Indiana y otras partes de la región centro-norte de Estados Unidos. El riesgo de inundación es tan sólo un factor que impulsa estos cambios y no significa que las comunidades se estén quedando vacías, indicó Philip Mulder, un profesor enfocado en análisis de riesgos y seguros en la Universidad de Wisconsin, campus Madison.
“La gente puede vivir en lugares más apropiados dentro de esas comunidades. Eso es cierto tanto para Detroit como para Miami”, declaró.
Cuando las personas saben que una vivienda es propensa a inundaciones, es menos probable que la compren. Sin embargo, algunos estados no requieren que se dé a conocer el historial de anegaciones, de acuerdo con Joel Scata, abogado sénior del equipo de adaptación climática del Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales.
“El acceso a buena información es realmente importante en el mercado de bienes raíces”, indicó Scata.
Incluso para aquellos que reciben asistencia para mudarse, el tener que elegir puede ser doloroso. Socastee, una comunidad ubicada cerca de Myrtle Beach, Carolina del Sur, no sólo se inundaba con la llegada de huracanes, sino en ocasiones también simplemente cuando llovía fuerte, y el agua llegaba hasta las puertas y saturaba los jardines. De acuerdo con datos de First Street, el condado Horry no crecerá tan rápido durante las próximas tres décadas debido a los riesgos de inundación.
Una residente que sufrió anegaciones repetidas veces dijo que “te enfermas” de preocupación cada vez que llega una tormenta, y te arrebata la sensación de seguridad.
Terri Straka decidió salirse de la zona, pero se le dificultó convencer a sus padres a que hicieran lo mismo. A la larga, ella los llevó a una residencia que estaba a la venta y les dijo que podría ser la casa de sus sueños. Se mudaron a regañadientes.
“El que puedan visualizar cómo sería su futuro es absolutamente crucial para que las personas puedan mudarse. Tienen que imaginarse un lugar, y necesita ser un lugar real que esté al alcance de su economía”, dijo Harriet Festing, directora ejecutiva de Anthropocene Alliance, una organización que apoya a comunidades como Socastee que se han visto afectadas por catástrofes y el cambio climático.
Las personas de edad avanzada se mudan con menos frecuencia y hacerlo representa un gasto, así que si la gente no recibe asistencia suficiente y no cuenta con los medios, es más probable que continúe en zonas de riesgo. Cuando una persona inicia su mudanza, puede crear cierto impulso para que otros también abandonen la zona, dejando atrás a menos residentes para apoyar a una economía local en declive, según Matt Hauer, experto demográfico y autor de estudios en la Universidad Estatal de Florida.
Pero también hay ganadores. Louisville, Kentucky; Detroit y Chicago, así como varias otras urbes, tienen mucho espacio de bajo riesgo de inundación, lo que será atractivo en el futuro, halló First Street.
Mulder dijo que ciudades como Chicago “no deberían dar por sentados los beneficios relativos que se derivarán de ser un lugar más seguro en un mundo que se calienta”.
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