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Cómo una empresa estadounidense que vende carne impulsa la deforestación de la Amazonía

ARCHIVO - En esta fotografía de archivo del 23 de agosto de 2020
ARCHIVO - En esta fotografía de archivo del 23 de agosto de 2020, ganado pasta sobre tierras quemadas y deforestadas recientemente por ganaderos cerca de Novo Progresso, estado Pará, Brasil.
(Andre Penner / Associated Press)
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A medida que los ingresos de la población china han aumentado en la última década, también lo ha hecho el apetito del país por la carne de res. Ya no está fuera del alcance de la clase media, por lo que ahora crepita en los woks caseros y en las cocinas de los restaurantes.

China se ha convertido en el mayor importador mundial de carne de res y Brasil es el mayor proveedor de los chinos, según datos de la plataforma de comercio Comtrade de las Naciones Unidas. Se mueve más carne vacuna del país sudamericano a China que entre cualquier otro par de naciones del mundo.

Pero la industria ganadera brasileña es un fuerte impulsor de la destrucción de la selva amazónica. El análisis de datos realizado por The Associated Press y la Red de Investigaciones de los Bosques Tropicales, un consorcio de información sin fines de lucro, encontró que una empresa estadounidense poco conocida se encuentra entre los proveedores y distribuidores clave que alimentan el hambre de carne de res de China... y la deforestación de la Amazonía que eso causa.

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La Amazonía, la selva tropical más grande del mundo, desempeña un papel fundamental en el clima global al absorber emisiones de carbono. Un nuevo estudio publicado esta semana en la revista de la Academia Nacional de Ciencias vinculó la deforestación de esa gigantesca jungla con el hecho de que haya temperaturas regionales más cálidas.

Parker-Migliorini International, con sede en Salt Lake City y más conocida como PMI Foods, ha sido un importante beneficiario del comercio de carne de res entre Brasil y China. PMI ha realizado envíos por más de 1.700 millones de dólares en carne de res brasileña durante la última década, más del 95% de ellos a China, según datos de Panjiva, una empresa que utiliza registros aduaneros para rastrear el comercio internacional. Durante la última década, las importaciones chinas de carne de res se han sextuplicado, según muestran datos de Comtrade de la ONU, y PMI Foods ha ayudado a satisfacer la creciente demanda china.

En su papel de intermediaria, la actividad de PMI —una de las principales importadoras de carne de res brasileña a China— permite ver cómo ese creciente comercio internacional impulsa la deforestación.

Holly Gibbs, profesora de geografía y estudios ambientales en la Universidad de Wisconsin-Madison, quien estudia los cambios en el uso de la tierra relacionados con la industria de la carne de res, dice que PMI ha contribuido a la destrucción de la Amazonía porque obtiene carne de empresas que compran reses criadas en tierras deforestadas.

El año pasado, la Amazonía brasileña perdió más de 10.360 kilómetros cuadrados (4.000 millas cuadradas) de bosque lluvioso tropical, el equivalente a casi 3.000 campos de fútbol cada día, según un informe de enero de Imazon, un grupo de investigación brasileño que utiliza monitoreo satelital para rastrear la deforestación.

Más de dos tercios de las tierras deforestadas en la Amazonía brasileña han sido convertidos en áreas de pastura para ganado, según el Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil.

PMI obtiene más de su carne de res brasileña de JBS SA —un gigantesco procesador de carne con sede en Sao Paulo— que de cualquier otro proveedor. En una serie de informes publicados entre 2018 y 2023, los fiscales brasileños determinaron que JBS compró cantidades masivas de ganado criado en tierras deforestadas ilegalmente. En diciembre pasado, los fiscales descubrieron que JBS había adquirido más de 85.000 vacas de haciendas que participaban en la deforestación ilegal de Pará, uno de los nueve estados de la Amazonía brasileña. En su informe más reciente, publicado el 26 de octubre, encontraron que JBS tenía tasas de compras sustancialmente más bajas, pero de todos modos significativas, a fincas rurales involucradas en infracciones a las leyes ambientales en cuatro estados de la Amazonía.

“No hay duda de que PMI Foods se está beneficiando de la deforestación de la Amazonía”, afirmó Gibbs. “Ellos también están ayudando a impulsar esa deforestación al seguir pagándole a ese sistema”.

En un correo electrónico, un portavoz de PMI dijo que “en un mundo donde el hambre, la desnutrición y la inseguridad alimentaria aguda son una preocupación global, PMI se centra en alimentar a millones de personas” en todo el planeta, incluido el suministro de comidas para refugiados.

PMI dijo que trabaja para fortalecer las prácticas ambientales de sus operaciones de carne de res. “Si bien nuestra prioridad absoluta principal es alimentar a las personas, seguimos comprometidos con la mejora continua de la sostenibilidad en toda la cadena de valor de la carne vacuna”, dijo el vocero.

PMI Foods es una empresa global de 3 mil millones de dólares que compra y vende más de 725,7 millones de kilogramos (1,6 mil millones de libras) de carne de res, cerdo, pollo, mariscos y huevo cada año. En la última década, PMI Foods hizo envíos por más de 616 millones de dólares de carne de res brasileña de JBS, casi el doble que de cualquier otro proveedor, según muestran los registros de envío.

JBS, a su vez, compró una parte significativa de su ganado en haciendas establecidas en terrenos deforestados ilegalmente, según hallaron fiscales brasileños. Estas propiedades representaron el 15% del suministro de ganado de JBS en el estado amazónico de Pará de 2019 a 2020, según una auditoría realizada por la fiscalía en diciembre pasado. Al año siguiente, las compras de la empresa a propiedades vinculadas con infracciones a las leyes ambientales disminuyeron al 6% de su abastecimiento en cuatro estados de la Amazonía, encontraron los fiscales en una auditoría publicada en octubre.

Las autoridades brasileñas han investigado y multado a JBS en relación con sus compras de ganado de granjas ilegales, pero éstas son independientes de las auditorías, que se centran en mejorar las prácticas de la empresa.

JBS, el procesador de carne más grande del mundo, alega que ha solucionado los problemas identificados en auditorías anteriores realizadas por los fiscales. En un comunicado, la compañía dijo que tiene una “política de tolerancia cero para la deforestación ilegal” en sus cadenas de suministro, y que está adoptando tecnología de cadena de bloques para incluir la investigación de proveedores indirectos para 2025.

Sin embargo, apenas el otoño pasado JBS admitió haber realizado una compra a gran escala de ganado criado en tierras deforestadas ilegalmente. Tras una investigación de Repórter Brasil, colaborador de la Red de Investigaciones de los Bosques Tropicales, JBS reconoció que había comprado ilegalmente cerca de 9.000 cabezas de ganado a un ranchero a quien las autoridades brasileñas han descrito como “uno de los que más deforestan el país”. El ganadero, Chaules Volban Pozzebon, cumple ahora una condena de 70 años de prisión por delitos que incluyen el de encabezar una banda criminal.

PMI también compra en grandes volúmenes a Marfrig —el segundo mayor procesador de carne de Brasil—, que también ha sido señalado en informes de grupos ambientalistas y medios de comunicación en los que dicen que compró ganado de haciendas que estaban involucradas en la deforestación ilegal. En febrero de 2022, el Banco Interamericano de Desarrollo no otorgó un préstamo de 200 millones de dólares a Marfrig en medio de críticas al historial ambiental de la empresa. En septiembre, la multinacional suiza Nestlé eliminó a Marfrig como proveedor de carne de res en Brasil luego de reportes de prensa de que Marfrig había comprado ganado criado en tierras que fueron arrebatadas a pueblos indígenas.

Marfrig dijo en un correo electrónico que la hacienda citada en los informes del año pasado estaba en tierras que aún no habían sido designadas territorio indígena protegido. Marfrig no enfrentó sanciones legales con relación al caso. La empresa dijo que tiene una “política rigurosa de abastecimiento de ganado” que utiliza monitoreo satelital para evitar proveedores vinculados a la deforestación.

Cuando se le preguntó acerca de que sus principales proveedores —JBS y Marfrig— compran ganado criado en tierras deforestadas o confiscadas ilegalmente, PMI dijo que exige a sus proveedores que sigan las leyes locales, y que depende de las agencias ambientales gubernamentales de Brasil y otros lugares para hacerlas cumplir. “PMI confía en las garantías establecidas en las políticas de sostenibilidad de sus proveedores”, dijo un portavoz de la empresa en un correo electrónico.

Por su parte, el Ministerio de Medio Ambiente de Brasil dijo que auditorías independientes han demostrado que los principales procesadores de carne todavía compran cantidades significativas de ganado criado en tierras deforestadas a través de sus proveedores indirectos.

“La persistencia de estos casos muestra que los sistemas de las empresas son defectuosos y que no hay un empeño suficiente para evitar las compras ilegales”, dijo el ministerio en un comunicado.

La investigación del FBIAnteriormente PMI Foods ya ha sido objeto de escrutinio de las autoridades estadounidenses por sus envíos a China.

Entre 2008 y 2011, Parker International, predecesor de PMI y cocreador de PMI Foods, obtuvo más de 289 millones de dólares en ingresos por envíos ilegales de carne de res a China, lo que representa la mayoría de las ventas de origen estadounidense a ese país, según una hoja de cálculo producida por un informante para investigadores del FBI.

“Estaban dispuestos a infringir las leyes”, dijo el informante Brandon Barrick en una entrevista en 2022, al referirse al tiempo que trabajó en PMI. “Estaban dispuestos a hacer lo que fuera necesario para ganar dinero para ellos”.

En la primavera de 2014, Parker International se declaró culpable de un delito menor de hacer una declaración falsa a las autoridades estadounidenses sobre el destino de sus exportaciones de carne de res y pagó una multa de 1 millón de dólares.

En un correo electrónico, PMI dijo que había dejado “todo el episodio atrás” hace nueve años y enfatizó que Parker International se declaró culpable únicamente de hacer una declaración falsa. “PMI nunca fue acusada de ningún delito por sus operaciones de exportación”, dijo Mark Gaylord, abogado de la empresa.

Incremento de la carne de res en ChinaEn la última década, las importaciones chinas de carne de res de Brasil han aumentado de 1.300 millones de dólares en 2013 a más de 8.000 millones de dólares en 2022, según datos de Comtrade de la ONU.

PMI ha sido un actor importante para alimentar ese mercado en crecimiento. En 2017, la empresa era el segundo mayor importador de carne de res brasileña a China, según un informe de 2020 de Trase, un grupo de investigación que estudia las cadenas de suministro de productos básicos.

A medida que Brasil se convirtió en el mayor proveedor de China, la producción ganadera aumentó. Beijing impone relativamente pocas exigencias ambientales a sus importadores de carne de res, lo que significa que los proveedores que necesitan tierras para el ganado pueden verse tentados a deforestar, dijo Gibbs, la profesora de geografía de la Universidad de Wisconsin.

“A medida que aumenta la demanda de carne de res en China, también aumenta la presión sobre el bosque lluvioso tropical”, agregó.

Daniel Azeredo, un fiscal federal brasileño que ha encabezado medidas enérgicas contra la deforestación ilegal en la industria de la carne de res, dijo que las empresas deben garantizar que los productos de la región amazónica no provengan de tierras deforestadas ilegalmente.

“Todos los que participan en el comercio de productos que provienen de la Amazonía deben poder determinar de forma transparente el origen de los productos”, agregó Azeredo.

En respuesta a preguntas acerca de si había planteado preocupaciones sobre la deforestación a JBS u otros proveedores, PMI Foods dijo que “mantiene conversaciones con nuestros socios, vendedores y proveedores, incluido JBS, con respecto a perfeccionar siempre las mejores prácticas hacia el medio ambiente y la sostenibilidad”.

Los intermediarios evaden el escrutinioAl ser un intermediario en lugar de una empresa que cría animales o procesa carne, el papel de PMI en la deforestación ha sido poco examinado.

La dependencia de PMI de JBS no es inusual entre las empresas de alimentos. Mientras que un puñado de minoristas europeos han abandonado los productos de carne de res de JBS en los últimos años debido a preocupaciones por la deforestación, destacadas marcas estadounidenses como Kroger y Albertsons, la empresa matriz de Safeway, todavía le compran su carne de res.

Albertsons confirmó que obtiene carne de res de JBS, pero dijo que es sólo una pequeña cantidad. Kroger no respondió a las consultas, pero su tienda en línea incluye productos de carne vacuna de JBS.

JBS, Marfrig y otros importantes productores de carne de res han firmado compromisos para trabajar contra la deforestación ilegal. Pero a diferencia de la mayoría de los principales procesadores de carne y comerciantes de productos básicos, PMI no ha suscrito los acuerdos para luchar contra la deforestación, como la Declaración de Nueva York sobre los Bosques, en la que quienes lo hacen se comprometen a alcanzar metas que incluyen la eliminación de la destrucción de los bosques para 2030.

Dos meses después de las consultas iniciales sobre sus políticas ambientales para este artículo, PMI dijo que se uniría a las labores de la industria para combatir la deforestación.

“Ahora estamos orgullosos de asociarnos con One Tree Planted, Green Business Bureau y la Mesa Redonda de Estados Unidos para la Carne de Res Sostenible”, dijo la empresa en noviembre pasado. Desde entonces ha plantado 10.000 árboles en la Amazonía, agregó la compañía, parte de un plan a más largo plazo para sembrar un millón de árboles.

PMI todavía no suscribe un compromiso contra la destrucción del bosque lluvioso tropical, pero el mes pasado dijo que sopesaba hacerlo. “Estamos abiertos a los compromisos y actualmente estamos trabajando en estos temas”, indicó.

Gibbs, la profesora de la Universidad de Wisconsin, dijo que, debido a que PMI y otros intermediarios tienen un poder adquisitivo tan grande, “necesitan sentarse a la mesa” para ayudar a detener la deforestación.

Hasta ahora los intermediarios de la carne han sido “completamente ignorados”, agregó, lo que ha permitido que ésta llegue a las mesas de los consumidores sin cumplir con estándares ambientales lo suficientemente estrictos como para proteger la Amazonía.

Azeredo, el fiscal brasileño, enfatizó que no sólo los procesadores de carne, sino todas las empresas de las industrias de la carne de res y del cuero comparten la obligación de evitar comprarles a proveedores que infrinjan las leyes ambientales.

“Toda la industria que compra esos animales, que vende cuero o carne, debe asegurarse de no permitir (la adquisición de) productos provenientes de áreas donde hay deforestación ilegal”, dijo Azeredo.

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