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EEUU multa a Citigroup con 136 millones de dólares por no solucionar problemas de control interno

ARCHIVO - Esta fotografía de archivo del miércoles 13 de enero de 2021 muestra una oficina de Citiban
ARCHIVO - Esta fotografía de archivo del miércoles 13 de enero de 2021 muestra una oficina de Citibank, en Nueva York.
(Mark Lennihan / Associated Press)
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Dos agencias reguladoras del gobierno de Estados Unidos le impusieron a Citigroup una multa de 135,6 millones de dólares el miércoles, alegando que el banco no ha avanzado lo suficiente en la resolución de añejos problemas de control interno y de riesgo. Se trata de un duro golpe para Jane Fraser, directora general de la institución, que ha apostado su carrera en hacer de Citi una entidad más eficiente y menos compleja.

Las multas proceden de la Reserva Federal y de la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC, por sus siglas en inglés), las cuales declararon en comunicados separados que Citigroup no había cumplido sus obligaciones derivadas de una orden de consentimiento de 2020 relacionada con los problemas del banco en las áreas de riesgo y control. Si bien los reguladores dijeron que el banco había hecho progresos, todavía tenía problemas significativos que requerían que la OCC y la Fed evaluaran sanciones adicionales.

“Citibank debe persistir en su transformación y abordar plenamente de manera oportuna sus deficiencias de larga data”, dijo el contralor interino de la moneda, Michael J. Hsu, en un comunicado.

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La multa de 135,6 millones de dólares se suma a la multa de 400 millones de dólares que Citi pagó en 2020, cuando se firmó la orden de consentimiento original. Citi pagará 61 millones de dólares a la Fed y 75 millones de dólares a la OCC como parte de esta ronda de sanciones.

En un comunicado, Fraser reconoció que el banco no ha progresado lo suficientemente rápido y que le es posible volverse menos riesgoso.

“Siempre hemos dicho que el progreso no sería lineal, y no tenemos ninguna duda de que tendremos éxito en llevar a nuestra firma donde tiene que estar en términos de nuestra transformación”, declaró.

Citigroup fue el ejemplo de referencia de un banco “demasiado grande para quebrar” tras la crisis financiera de 2008. El hecho de que haya estado a punto de irse a la ruina y que el gobierno tuviera que rescatarlo obligaron a sus ejecutivos a reducir sus enormes estados financieros, vender los negocios que ya no necesitaba y salir de mercados financieros en los que no podía tener una posición dominante.

Citi creció en tamaño y complejidad en la década de 1990 y en los primeros años de la del 2000 mediante una serie de adquisiciones y fusiones, en un intento por hacer de Citigroup un conglomerado financiero que atendiera a todos los clientes. Pero muchas de esas empresas adquiridas tenían programas informáticos y controles internos que no cooperaban con otras partes de Citigroup. Así, aunque Citi es menos complicado de lo que era en 2008, sigue siendo un banco que aún preocupa seriamente a los reguladores debido a que la falta de comunicación interna pudiera derivar en problemas.

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