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Senador de Maryland vuelve a EEUU tras reunirse con Ábrego García y abogar por su liberación

El senador de Maryland, Chris Van Hollen, derecha, habla con Kilmar Ábrego García,
El senador de Maryland, Chris Van Hollen, derecha, habla con Kilmar Ábrego García, ciudadano salvadoreño que vivía en Maryland y fue deportado a El Salvador por el gobierno del presidente Donald Trump, en el restaurante de un hotel de San Salvador, El Salvador, el jueves 17 de abril de 2025.
(Oficina de Prensa del senador Van Hollen, vía AP)

Otros demócratas han dicho que volarán a El Salvador para presionar por su liberación

El senador de Maryland, Chris Van Hollen, volaba el viernes de regreso a Estados Unidos desde El Salvador tras reunirse con Kilmar Ábrego García, deportado erróneamente a ese país por el gobierno del presidente Donald Trump. No se sabe qué sucederá a continuación en el caso.

Otros demócratas han dicho que volarán a El Salvador para presionar por su liberación, pero la presión partidista no ha dado resultados. Trump y el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se han empeñado en mantener a Ábrego García fuera de Estados Unidos, aun cuando varios funcionarios del gobierno republicano de Trump han calificado su deportación como un error y la Corte Suprema de Estados Unidos ha instado a la administración a facilitar su regreso.

El jueves, Bukele publicó imágenes de la reunión de Van Hollen con Ábrego García y dijo que el prisionero del notorio Centro de Confinamiento del Terrorismo, o CECOT, “tiene el honor de permanecer bajo la custodia de El Salvador”. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, señaló que él “nunca volverá a vivir en Estados Unidos”.

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La lucha por Ábrego García es el más reciente punto de conflicto partidista, ya que los demócratas han luchado por abrirse paso y contraatacar durante los primeros meses de la segunda presidencia de Trump.

Los demócratas dicen que la lucha no solo tiene que ver con el estatus migratorio de un hombre, sino con la desobediencia de Trump a los tribunales que han intervenido repetidamente en el caso. Un tribunal federal de apelaciones dijo el jueves, en una orden contundente, que la afirmación del gobierno de Trump de que no puede hacer nada para liberar a Ábrego García de la prisión en El Salvador y devolverlo a Estados Unidos “debería ser indignante”.

Los republicanos no ceden

Pero los republicanos parecen haberse empeñado aún más en mantener a Ábrego García fuera del país. Criticaron duramente el viaje de Van Hollen y afirmaron que Ábrego García tiene vínculos con la pandilla MS-13. Sus abogados dicen que el gobierno no ha proporcionado evidencia de su participación en pandillas y que nunca ha sido acusado de ningún delito relacionado con tal actividad.

Los demócratas “una y otra vez han priorizado la política sobre la seguridad de los estadounidenses”, dijo el viernes en un comunicado el senador republicano de Texas, John Cornyn. “Esto está completamente desconectado de la realidad”.

Van Hollen, quien hablará con los periodistas tras aterrizar el viernes en el área de Washington, ha dicho que no dejará de luchar por la liberación de Ábrego García, un ciudadano salvadoreño que vivía en Maryland.

“Esto se trata de traer a casa a un hombre que ADMITEN que nunca debió haber sido secuestrado”, publicó Van Hollen en X.

El senador demócrata publicó una foto de su reunión con Ábrego García el jueves por la noche, pero no proporcionó una actualización sobre su estado. Dijo que llamó a la esposa de Ábrego García, Jennifer Vásquez Sura, “para transmitir un mensaje de amor” y que proporcionaría una actualización completa a su regreso.

No se sabe cómo se organizó la reunión, dónde se encontraron o qué sucederá con Ábrego García. Vásquez Sura dijo en un comunicado emitido por un grupo de defensa que “todavía tenemos muchas preguntas, esperanzas y miedos”.

Tras varios días de negar que sabía algo sobre Ábrego García, Trump dijo el viernes que sabía que el hombre era “increíblemente malo” y lo llamó “extranjero ilegal” y “terrorista extranjero”.

El presidente también respondió el viernes con una publicación en redes sociales donde afirmó que Van Hollen “parecía un tonto ayer en El Salvador pidiendo atención”.

Muchos miembros del Congreso visitan la prisión, o pretenden hacerlo

Varios republicanos de la Cámara de Representantes han visitado la famosa prisión de pandillas en apoyo a los esfuerzos del gobierno de Trump. El representante republicano de Virginia Occidental, Riley Moore, publicó el martes por la noche que había visitado la prisión donde se encuentra Ábrego García. “Ahora me voy aún más decidido a apoyar los esfuerzos del presidente Trump para asegurar nuestra patria”, escribió en las redes sociales.

Funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos reconocieron a principios de este mes, en un documento judicial, que la deportación de Ábrego García fue un “error administrativo”. El reconocimiento del gobierno provocó una indignación inmediata por parte de los defensores de la inmigración, pero los funcionarios de la Casa Blanca se han mantenido firmes en la acusación de que es miembro de una pandilla.

La lucha también se ha desarrollado en documentos judiciales contenciosos, con repetidas negativas del gobierno a decirle a un juez qué planea hacer, si es que planea hacer algo, para repatriarlo. El panel de tres jueces de la Corte Federal de Apelaciones del 4to Circuito se negó unánimemente el jueves a suspender la decisión del juez de ordenar el testimonio jurado de funcionarios del gobierno de Trump y dijo que el poder judicial se verá perjudicado por las “constantes insinuaciones de su ilegitimidad” mientras que el poder ejecutivo “perderá mucho por una percepción pública de su ilegalidad”.

El juez J. Harvie Wilkinson III, nominado por el presidente republicano Ronald Reagan, escribió que él y sus dos colegas “se aferran a la esperanza de que no es ingenuo creer que nuestros buenos hermanos del Poder Ejecutivo perciben el estado de derecho como vital para el espíritu estadounidense”.

Desde marzo, El Salvador ha recibido a más de 200 inmigrantes venezolanos provenientes de Estados Unidos, a quienes los funcionarios del gobierno de Trump han acusado de participar en actividades de pandillas y cometer crímenes violentos, y los ha internado en la prisión de máxima seguridad para pandillas del país, justo a las afueras de San Salvador.

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