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¿Defensores del vecindario o justicieros? Un grupo en Portland le hace la vida más difícil a los desamparados

Neighborhood advocates or vigilantes? A group in Portland makes life tougher for the homeless

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El vecindario de Montavilla es un lugar donde prácticamente cualquier persona quisiera vivir.

Hay allí una sensación de “casi suburbano”, señala un sitio web de la ciudad, pero está cerca del centro de Portland, con una población más diversa que la ciudad en general. Las propiedades varían desde costosas casas modernas hasta modestos bungalows; empresas de todo tipo funcionan activamente.

En 2017, Montavilla llegó a la lista de Lonely Planet de los ‘10 mejores vecindarios de EE.UU.’. Pero también se dividió por el desamparo y el aumento del delito.

Como muchas ciudades estadounidenses, Portland lucha contra la falta de vivienda. ¿Cuál es la solución para sacar a la gente de las calles? ¿Cuál es el equilibrio correcto entre la compasión y la seguridad? ¿Por qué en el país más rico del mundo hay tantas personas viviendo en tiendas de campaña?

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PORTLAND, ORE. -- WEDNESDAY, NOVEMBER 28, 2018: Kevin Heard, who has been unemployed and homeless for five months, talks with members of the Montavilla Initiative who stopped by his tent while on patrol their neighborhood in Portland, Ore., on Nov. 28, 2018. (Brian van der Brug / Los Angeles Times)
PORTLAND, ORE. -- WEDNESDAY, NOVEMBER 28, 2018: Kevin Heard, who has been unemployed and homeless for five months, talks with members of the Montavilla Initiative who stopped by his tent while on patrol their neighborhood in Portland, Ore., on Nov. 28, 2018. (Brian van der Brug / Los Angeles Times)
(Brian van der Brug / Los Angeles Times)

En noviembre, los votantes del área de Portland financiaron $653 millones para viviendas asequibles, además de unos $258 millones en 2016. Estas son inversiones importantes para una ciudad de su tamaño, aunque el alivio podría estar a años de distancia.

En Montavilla, el debate sobre la falta de vivienda ha se ha agitado en los últimos dos años, a medida que una patrulla del vecindario creció hacia la frontera del vigilantismo —y, según algunos, incluso la cruzaron—. Los expertos consideran que grupos similares surgieron en otras ciudades, como Long Beach y el oeste del Valle de San Fernando, como una respuesta conservadora y de tratamiento duro al problema.

En junio de 2017, la Asociación de Vecinos de Montavilla aprobó una resolución pidiendo a la ciudad que “ponga fin a nuevas extensiones de campamentos [para personas sin hogar]” que podrían ser “inconstitucionales y violaciones a los derechos humanos”.

Ese otoño, se votó una nueva junta directiva que incluyó a Micah Fletcher, quien sobrevivió en 2017 a las infames puñaladas de un supremacista blanco en un tren ligero. Casi al mismo tiempo, sin embargo, una nueva organización conservadora sin fines de lucro, Montavilla Initiative, se formó como alternativa. Las líneas de batalla se endurecieron.

Montavilla Initiative comenzó a implementar sus propias patrullas a pie; la asociación de vecinos con la ciudad dejó de hacerlas.

Las interacciones entre los grupos de patrullas ciudadanas liderados por Montavilla Initiative y las personas sin hogar del área están ahora en el foco de la división del vecindario. Por un lado, los funcionarios locales y los defensores de los desamparados acusan a la agrupación de acosar a las personas sin hogar, que son vulnerables. Por otro lado, los líderes de la entidad sin fines de lucro exponen que los campamentos para desamparados fomentan el delito, y que ellos solo intentan hacer que el vecindario sea más seguro.

Kim Toevs, funcionaria del condado de Multnomah, dijo que los miembros de Montavilla Initiative hostigaron a las personas que usan el sitio de intercambio de agujas más grande del condado, parte de un programa que ha funcionado durante 22 años en el barrio y que ofrece asesoramiento sobre adicciones, intercambia millones de jeringas cada año y distribuye naloxona, cuya efectividad para salvar vidas al detener una sobredosis está comprobada.

El condado tuvo que contratar seguridad adicional después de siete visitas del grupo, advirtieron las autoridades. “Lo que vemos aquí, sobre [su] comportamiento, su acoso a nuestros clientes y hacer que se sientan acechados y asustados, es una acción de odio”, afirmó Toevs.

Según Ibrahim Mubarak, director ejecutivo de un grupo de defensa de desamparados, Right 2 Survive, los miembros de Montavilla Initiative están “generando caos entre las personas sin hogar”, cortando sus tiendas, lanzándoles agua fría y siguiéndolos. “Se trata de sacar a la gente [sin hogar] del vecindario”, expuso.

Sus palabras fueron repetidas por Anneliese Davis, directora ejecutiva de Rahab’s Sisters, un programa vecino del intercambio de agujas del condado, que ofrece un espacio seguro, comida y cambio de imagen para mujeres, muchas de las cuales no tienen hogar. “Lo que nuestros huéspedes experimentan allí afuera supera todos los límites”, comentó.

De las 15 personas sin hogar entrevistadas para este artículo, muchos afirmaron que están conscientes de lo que llaman los “vigiladores del vecindario”. Uno expresó su apoyo, pero la mayoría aseguró tenerles miedo. No parecen diferenciar entre las nuevas patrullas de Montavilla Initiative y las que solía hacer la asociación de vecinos.

PORTLAND, ORE. -- WEDNESDAY, NOVEMBER 28, 2018: Montavilla Initiative chairwoman Angela Todd talks with houseless man Kevin Heard outside his tent alongside a Portland MAX light rail line while on patrol in the neighborhood in Portland, Ore., on Nov. 28, 2018. (Brian van der Brug / Los Angeles Times)
PORTLAND, ORE. -- WEDNESDAY, NOVEMBER 28, 2018: Montavilla Initiative chairwoman Angela Todd talks with houseless man Kevin Heard outside his tent alongside a Portland MAX light rail line while on patrol in the neighborhood in Portland, Ore., on Nov. 28, 2018. (Brian van der Brug / Los Angeles Times)
(Brian van der Brug / Los Angeles Times)

“¿Te refieres a los que nos acosan?”, respondió Amy Griffin, una mujer sin hogar, cuando se le preguntó acerca de las patrullas a pie. Griffin comentó que la gente hace sonar las bocinas de los autos “a todas horas” y le gritan “¡Fuera de aquí!”

Un hombre llamado Jerry, quien no quiso dar su apellido, relató que eran “groseros e irrespetuosos”, y que lo dejaron “acobardado”. Carlos Guzmán comentó que amenazaron y maldijeron a su amigo.

Pero una mujer sin hogar que se dio a conocer como Sky Smart expresó su gratitud a Montavilla Initiative por darle calcetines de lana y sopa de almejas sobrante. “Los propietarios tienen derecho a vigilar el vecindario”, afirmó.

Un video publicado por Montavilla Initiative en YouTube muestra una interacción, en septiembre último, entre el grupo y dos hombres, uno de los cuales empuja un carrito de compras, usa insultos y malas palabra” e insiste: “También es nuestro vecindario”.

“¿Dónde vives?”, le pregunta una voz masculina. “Sí, ¿dónde vives?”, repite en eco una voz femenina. “¿En el parque?”, increpa el hombre.

PORTLAND, ORE. -- SATURDAY, DECEMBER 1, 2018: A homeless encampment along Interstate 205 in the Montavilla neighborhood of Portland, Ore., on Dec. 1, 2018. (Brian van der Brug / Los Angeles Times)
PORTLAND, ORE. -- SATURDAY, DECEMBER 1, 2018: A homeless encampment along Interstate 205 in the Montavilla neighborhood of Portland, Ore., on Dec. 1, 2018. (Brian van der Brug / Los Angeles Times)
(Brian van der Brug / Los Angeles Times)

Las estadísticas policiales muestran que los delitos contra la propiedad han aumentado en el barrio en los últimos tres años. En julio, el presidente de la Asociación de la Policía de Portland, Daryl Turner, calificó la ciudad de “cloaca” y criticó a los funcionarios electos por su respuesta a la falta de vivienda. Turner afirmó que la policía de Portland está “catastróficamente” corta de personal.

El aumento de la delincuencia motivó la creación de Montavilla Initiative, cuyos miembros reconocen no estar capacitados para el trato con personas sin hogar. Kerensa señaló que el enfoque de la agrupación está guiado por un manual de patrulla a pie de la ciudad, pero la portavoz de la ciudad, Jaspreet Chahal, señaló que en mayo la urbe “dejó de apoyar, patrocinar y distribuir información sobre” tales grupos a pie.

Las patrullas “fueron algo que hemos tenido que descubrir en el camino”, expuso el secretario del grupo, Jeff Church. “La intención es tratar a las personas con amabilidad. A veces eso funciona, a veces no”.

El grupo niega el uso de la violencia o la intimidación contra las personas sin hogar. Sus líderes, entre ellos Angela Todd, Kerensa, Macpherson y Church, afirman que la organización ha ayudado a limpiar Montavilla Park, y que incluso han recolectado agujas desechadas y otra basura menos peligrosa, y que sus patrullas aumentan la seguridad. Dicen que están atentos a conductas ilegales, no a las personas sin hogar. También afirman apoyar a los desamparados locales, y sostienen que han desarrollado relaciones útiles con algunos, como Paul Rodríguez, quien vive en su Corvette.

En dos patrullajes nocturnos a fines de noviembre, Rodríguez y otros asomaron sus cabezas fuera de las tiendas y los vehículos, para conversar con los miembros de Montavilla Initiative. La soledad y el aislamiento parecían parte de la cuestión. Todd abrazó a una mujer y llamó a otra “cariño”. Rodríguez, Kerensa y Macpherson conversaron sobre las “ovejas negras”, alborotadores que arruinan las cosas para los desamparados que son más pacíficos.

Algunas interacciones terminaron de manera menos amigable. Durante un encuentro reciente con un trío de personas sin hogar que se refugiaban en una iglesia, el grupo se alejó después de escuchar voces enojadas; dos hombres parecían haberse molestado por la visita nocturna sorpresiva.

PORTLAND, ORE. -- WEDNESDAY, NOVEMBER 28, 2018: Members of the Montavilla Initiative citizens group approach homeless woman Nina Lopez, right, and a friend while on patrol in their neighborhood in Portland, Ore., on Nov. 28, 2018. (Brian van der Brug / Los Angeles Times)
PORTLAND, ORE. -- WEDNESDAY, NOVEMBER 28, 2018: Members of the Montavilla Initiative citizens group approach homeless woman Nina Lopez, right, and a friend while on patrol in their neighborhood in Portland, Ore., on Nov. 28, 2018. (Brian van der Brug / Los Angeles Times)
(Brian van der Brug / Los Angeles Times)

Los vecinos quieren “tener presencia”, remarcó Todd, y no deben tolerar el “caos”, incluyendo la micción pública, el uso de drogas, los delitos violentos, las personas que arrojan piedras a los autos o que roban gasolina. Una campaña de la organización sin fines de lucro se llama #enoughisenoughpdx (o ‘basta es basta, Portland’; PDX es la designación del aeropuerto de esa ciudad).

Pero el lenguaje en un grupo cerrado de Facebook llamado “Montavilla Public Safety” —fundado por Kerensa, de Montavilla Initiative, hace unos cinco años— es una ventana a la animosidad desatada en el vecindario.

(Brian van der Brug / Los Angeles Times)

El sitio se negó a autorizar el ingreso de un reportero, pero las capturas de pantalla compartidas por un activista reflejan la violencia y las fuertes críticas. A las personas sin hogar se les llama “zombies”, “terroristas”, “salvajes”, “sanguijuelas” y “bárbaros”. La falta de vivienda y la criminalidad se combinan; la frustración y la ira desbordan. El grupo incluye los nombres y ubicaciones de personas específicas.

“Está claro que nos robarían, violarían, lesionarían y nos asesinarían a los ciudadanos que trabajamos duro, sin ningún problema”, escribe un participante.

Otro usuario escribe que no patrulla “porque creo que no sería capaz de abstenerme de romper algunos cráneos”. Los desamparados deben obtener heroína legal, escribe Kerensa, para “darse una sobredosis si lo desean. Selección natural”.

También escriben sobre tomar la justicia en sus propias manos, o usar drones con video para vigilar los campamentos locales, algo que dos de las personas sin hogar entrevistadas afirmaron que ocurre.

Randy Teig, quien como sargento de policía trabajó durante años con las partes interesadas del vecindario —incluidos los miembros de Montavilla Initiative— afirmó haber advertido a los miembros del grupo, pero duda que escuchen.

Teig dejó el cargo en 2018, pero conoce bien a la organización, y sugirió que el “pensamiento grupal” en línea, sin importar la política, puede ser peligroso. “Hay polarización en la comunidad en este momento, no hay duda”, explicó. “La gente está frustrada, y la gente frustrada hace [cosas] estúpidas”.

Schmid es corresponsal especial.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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