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Pese a la presión de Trump, por ahora la Reserva Federal dejó estable la tasa de interés clave

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La Reserva Federal (Fed), que enfrenta un fuerte embate del presidente Trump para reducir los costos de endeudamiento, dejó las tasas de interés sin cambios el miércoles, pero aclaró que se inclina por recortarlas debido a los crecientes riesgos de las tensiones comerciales y la economía global más suave.

Al concluir un encuentro que se prolongó por dos días, los responsables de la política de la Fed decidieron, por el momento, mantener su tasa clave -un punto de referencia para tarjetas de crédito, préstamos para automóviles y otras financiaciones a corto plazo para el consumidor- en el nivel actual, de 2.25% a 2.5%.

Pero el banco central hizo un cambio significativo en su postura sobre la dirección futura de la política monetaria. Casi la mitad de los 17 funcionarios de la autoridad financiera de la Reserva Federal prevén ahora uno o dos recortes de tasas, de un cuarto de punto, más adelante este año.

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Hace sólo tres meses, ninguno de ellos esperaba que la tasación bajara, y algunos incluso pensaban que se elevaría. “La Fed abre nuevos caminos al pronosticar recortes de tasas”, dijo Capital Economics en su informe de investigación, que pronosticó una reducción de un cuarto de punto en septiembre, y otra en diciembre.

Otros economistas, así como los mercados financieros, han apostado a que la Fed bajará el gravamen en su próxima reunión, tan pronto como a fines de julio.

Los mercados de valores mostraron pocas modificaciones el miércoles después de la decisión de la Fed, que era mayormente esperada.

El organismo no ha bajado su impuesto de referencia en más de una década, y a mediados de diciembre último los funcionarios subieron las tasas de interés para prevenir un posible sobrecalentamiento en la economía del país.

Los inversores y otros, incluido Trump, vieron el aumento del gravamen de diciembre, el cuarto del año pasado, como un error. Además de las preocupaciones sobre el comercio, la inflación ha estado por debajo del objetivo del 2% de la Fed, en lo que podría sugerir una debilidad subyacente en la economía.

Desde enero, la Fed ha mantenido estable su tasa clave y una postura de “paciencia”. En su nueva declaración de políticas, el miércoles, la Reserva Federal dejó de lado esa palabra y, en cambio, afirmó que el banco central “actuará según corresponda para sostener la expansión”.

Más tarde, en una conferencia de prensa, el presidente de la Reserva Federal, Jerome H. Powell, indicó que incluso aquellos formuladores de estatutos que no están convencidos todavía de posibles recortes en los impuestos reconocieron la importancia de facilitar la política monetaria a fin de respaldar la economía.

Trump viene proclamando que la Fed recorte las tasas. El mandatario criticó a Powell y sus colegas por elevar esos índices el año pasado y, según informes, consideró apartar a Powell, a pesar de que fue él mismo quien lo eligió para liderar la Reserva Federal. No hubo ningún tuit o reacción pública del presidente ante las últimas declaraciones de la Fed.

El martes, Trump no descartó la idea de tratar de degradar a Powell, y le dijo a los reporteros antes de dirigirse a su mitin de campaña en Orlando: “Vamos a ver qué hace”.

Powell, al igual que sus antecesores, ha insistido en que la Fed debe tomar sus decisiones sin tomar en cuenta la política, pero algunos analistas, sin embargo, temen que las críticas inusualmente persistentes y públicas de Trump sean difíciles de ignorar por la entidad.

El miércoles, Powell se negó a comentar sobre los ataques del primer mandatario. Cuando se le preguntó acerca de una posible degradación, el funcionario comentó: “Creo que la ley es clara: tengo un mandato de cuatro años y tengo la intención de cumplirlo”. Su gestión finaliza en febrero de 2022.

La reducción de gravamen no está asegurada. Los formuladores de políticas no quieren recortar demasiado pronto, especialmente cuando la tasa de referencia de la Fed ya es baja para los estándares históricos, y disminuirla daría a los funcionarios menos poder para combatir una recesión.

Powell repitió el miércoles la narrativa estándar de la Reserva Federal, de que su decisión dependería de los datos económicos y si los riesgos realmente pesan en el panorama. Por el momento, eso no está del todo claro.

La Fed, en su declaración de política, bajó ligeramente su evaluación de la actividad económica de Estados Unidos y, significativamente, declaró que las incertidumbres en el pronóstico habían aumentado. En la proclama no mencionaron el conflicto comercial, específicamente con China, pero Powell señaló que, además de preocupaciones más amplias sobre el crecimiento global, ha habido una desaceleración en la fabricación nacional. La actividad más débil en Europa y China también ha hecho mella en las opiniones empresariales.

Al mismo tiempo, la Reserva Federal declaró que el mercado laboral de EE.UU se mantuvo fuerte y que el gasto de los hogares, que representa la mayor parte de la actividad económica del país, parece haber repuntado a principios de este año.

Los funcionarios de la entidad, al actualizar sus proyecciones económicas, consideraron probable que la economía estadounidense siga creciendo a un ritmo respetable de aproximadamente 2% para este año y el próximo, esencialmente sin cambios respecto a sus estimaciones previas en marzo.

En la decisión de la Fed, el miércoles, de mantenerse firme con su tasa principal, hubo un desacuerdo entre los 10 oficiales que votaron. James Bullard, presidente de la Fed de St. Louis, deseaba recortar las tarifas de inmediato. Fue la primera vez desde que Powell asumió la presidencia, en febrero del año pasado, que no contó con apoyo unánime.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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