José Hernández celebra el 35 aniversario del Mariachi Sol de México

Por Nelson Henríquez C. —  Siempre le han gustado los desafíos más o menos extremos. Por eso y yendo contra la corriente, siguiendo su apasionado instinto y juramentándose con una herencia familiar que se prolonga por seis generaciones, hace ya 35 años decidió formar su propia agrupación, el Sol de México. Eran “otros tiempos” subraya José Hernández, “en los años 70 al mariachi no lo tomaban en cuenta para nada; recién el 2001 se nos nomina al Grammy, por ejemplo”.

Por eso afirma que se siente “de veras muy feliz y muy orgulloso de haber luchado en favor del género, sobre todo después de haber tocado en lugares como las Islas Canarias, Beijing, la capital de China; Corea y las Bahamas”.

De inmediata aceptación en la industria de la música, el fusionado estilo del Sol de México con sabor a tradición y a innovación también suscitó una relativa suspicacia entre algunos maestros de la época, en especial cuando empezó a dictar clases de mariachi en Cal State Poly. Le decían “¿para qué enseñas? estás creando tu propia competencia”.

Esas, resume, “eran tonterías, porque nadie nos ha quitado trabajo. Por el contrario, los jóvenes me han inspirado para seguir adelante, para crear nuevos arreglos y proponer una nueva música”.

En perspectiva admite que tuvo “bastante suerte” gracias a que numerosos artistas empezaron a buscarlo prácticamente desde 1981, el año en que fundó su mariachi. Entre ellos emergen figuras como Lucha Villa, Juan Gabriel, Vikki Carr, Antonio Aguilar (“me decía Tchaikovsky”) y otros, una sucesión de nombres que culmina con el logro que significó en su momento grabar un dueto con los legendarios Beach Boys, grabación que se incluye en un disco del Sol de México en que también hay colaboraciones vocales de la española Paloma San Basilio y el tejano Emilio Navaira.

Varios álbumes después, completando 16, la organización celebra su “35 aniversario” (este es el título del disco conmemorativo) y de nuevo expone su convicción de que “existe un deber moral al querer compartir esta música”. Por eso vuelve a las colaboraciones y esta vez sus invitados son el trompetista cubano ganador del Grammy Arturo Sandoval, y dos ‘cantautores, el salvadoreño Álvaro Torres y el peruano Gian Marco.

Además, en este proyecto interviene tocando el arpa el virtuoso mexicano Iván velasco, quien en opinión de José Hernández, “es el mejor artista de música jarocha, maestro de la Universiad de Xalapa, Veracruz, que toca su instrumento en el popurrí titulado ‘México lindo y jarocho’, al cual quisimos darle el toque más auténtico posible”.

Con acordes de jazz clásico obviamente “amariachado’ y a dos trompetas, la de Sandoval y la de Hernández, el álbum también contiene una innovadora versión del mundialmente famoso “Somos novios” de Armando Manzanero.

A su manera, dentro de sus estilos, “sin tratar de ser los nuevos Pedro Infante” y aunque ambos son ‘poperos’, pero integrados al mariachi, Álvaro Torres y Gian Marco intepretan sus propias baladas: “Ella” y “Si me tenías”, respectivamente. “Lo bonito es que el mariachi los abraza y se oyen muy frescos”, comentó el director y fundador de El Sol de México en la presentación del disco durante un evento realizado en su restaurante El Cielito Lindo de South El Monte.

El repertorio de 15 cortes incluye, asimismo, cuatro temas originales de José Hernández. Dos de ellos son huapangos, “El perro” y “El enamorado”; y los otros dos, sones: “Cantaré con toda mi alma” y “Madre”.

Sobre el porqué de inspirarse en estos ritmos tan vernaculares, su autor sostiene que “los huapangos y los sones representan la música más tradicional del mariachi”.

Respecto a la presencia de artistas invitados que no son mexicanos, a manera de conclusión dice que “su participación es un ejemplo del respeto que se han ganado la música mexicana y el mariachi con su consistencia en el tiempo, repercutiendo incluso en otros mercados”.

“Esto”, asegura, “nos enriquece , nos une más como seres humanos, porque refleja el respeto a la cultura de cada uno”.

Durante sus 35 años de actividades el Sol de México ha incursionado con éxito en la música clásica al presentarse acompañado de las orquestas sinfónicas de Los Angeles, San Francisco, San Diego, Nuevo México y Jalisco, entre otras. Aparte de su disco “35 aniversario” recientemente el talento creativo de su director y de sus músicos ha participado en los nuevos álbumes de Vikki Carr, Shaila Dúrcal y Espinoza Paz.

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Al mismo tiempo, gracias al funcionamiento de la fundación The Mariachi Heritage Society, da clases de mariachi a niños y jóvenes en escuelas de Estados Unidos y México. En la temporada de fin de año son célebres los conciertos en que El Sol de México ofrece su especial arreglo para el “Cascanueces” de Pyotr Ilyich Tchaikovsky.

Estos son también algunos de los muchos desafíos que el maestro José Hernández y sus dirigidos asumen a diario como un gran “deber moral”.