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Esto es todo lo que se vio en los Premios Ariel

Agencia Reforma

En su nueva etapa tras abandonar el Palacio de Bellas Artes, los galardones que entrega la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas se vivieron desangelados, largos y con fallas.

La ceremonia 61 de los Premios Ariel se inició con retrasos y hubo fallas de audio, a lo que se sumó la ausencia del máximo ganador de la velada, Alfonso Cuarón, cuya película “Roma” se llevó 10 estatuillas (Película, Director y Fotografía para él). Su inasistencia se debió a compromisos familiares ineludibles, según dijo en un video proyectado cuando ganó Edición.

Yalitza Aparicio se fue con las manos vacías en la categoría de Actriz, que fue a parar a Ilse Salas, por “Las Niñas Bien”. El filme, sobre las mujeres de alta sociedad en los 80, obtuvo también Maquillaje, Vestuario y Música Original; el reconocimiento de Actor fue para Noé Hernández, por “Ocho de Cada Diez”.

Además de la guionista Paz Alicia Garciadiego y el sonidista Nerio Barberis, el actor Héctor Bonilla fue uno de los receptores del Ariel de Oro a Trayectoria.

Ernesto Contreras, titular de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, también hizo referencia a los ajustes presupuestales del Gobierno.

"La cultura no es un gasto, no es un adorno, no es un bien prescindible, es una inversión a largo plazo. Los creadores no somos el enemigo", dijo el realizador en su discurso.

También hubo menciones a la importancia del respeto a los migrantes, el reconocimiento a las mujeres de la industria y su lucha por la paridad, y hasta exigencias al Presidente Andrés Manuel López Obrador por perseguir a corruptos de gobiernos anteriores.

Ante las pocas voces que se alzaron contra los recortes presupuestarios al cine durante una ceremonia de los premios Ariel marcada por la austeridad, el veterano cineasta Arturo Ripstein dio la cara por la comunidad cinematográfica.

Al presentar a los nominados a Mejor Director, el autor de “El Lugar Sin Límites” se llevó las palmas de la Cineteca Nacional al destacar que el gremio no está en posición de aceptar limosnas y que el Gobierno debe reconocer la importancia de su arte.

"El cine no es un lujo que se puede desechar o un bien prescindible al que se le tomará en cuenta cuando vengan tiempos mejores, porque cuando pensemos que han llegado, ya no sabremos para qué queremos esos tiempos”.

"No hay crecimiento sin cultura, no hay democracia sin cultura. La cultura en su sentido más estricto y riguroso es la única opción que tenemos para enfrentar a la barbarie", destacó en su discurso.

Arrancó las risas cuando dijo que le daba gusto no estar en Bellas Artes, porque en el recinto se había celebrado un acto con el líder de la iglesia La Luz del Mundo.

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