‘Gretel & Hansel’ es el resultado de un legado inmortal y aterrador

Es parte de la realeza, y eso le impone una responsabilidad particular como representante de un género que ha atravesado diferentes etapas a lo largo de su historia, pero que se encuentra ahora mismo en un momento indudablemente destacado.

Estamos hablando de Oz Perkins, hijo del legendario Anthony Perkins, mundialmente conocido por su interpretación del asesino Norman Bates en el clásico del cine “Psycho” y en sus tres secuelas. De hecho, Oz debutó en la pantalla grande al lado de su padre en la segunda entrega de la saga, lanzada en 1983, porque fue un actor (de poco nivel, como él mismo ha reconocido) hasta transformarse en un director (de perfil mucho más alto, si nos atenemos a la buena recepción obtenida por su cinta anterior, “I Am the Pretty Thing That Lives in the House”, estrenada por Netflix durante el 2016).

“Siempre estuve cerca del terror, y es por eso que practicarlo ha sido natural para mí”, nos dijo el director durante una reciente entrevista. “Ese fue el inicio, claro, porque la verdad es que el fondo de todo esto es que considero que se trata del género más expresionista que existe, como lo demuestran el ‘Frankenstein’ de James Whale [1931] y trabajos alemanes como la versión original de ‘El Gabinete del Dr. Caligari’ [1920]”.

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Dentro del cuento

Todo lo señalado sirve como presentación de su filme más reciente, “Gretel & Hansel”, que se estrena este fin de semana y cuya alteración en el orden de los nombres indica desde ya un aire revisionista que apunta a darle preponderancia al rol femenino principal, el mismo que no le pertenece más un niña -como en la historia popularizada por la versión escrita de los Hermanos Grimm-, sino a una adolescente de 16 años.

“El guion llegó hasta mis manos con la propuesta de dirigirlo, pero trabajé mucho al lado del autor del mismo, Rob Ayes, con el fin de agregar varios elementos que me parecían importantes, aunque me gustó el hecho de que era fiel al relato original y tenía al frente a Gretel desde el inicio”, agregó Perkins, quien había escrito hasta ese momento todos sus guiones de manera individual. “Uno de mis cambios fue hacerla adolescente, porque me parecía una oportunidad inmejorable para ofrecerle a la audiencia algo más arriesgado que no se había visto antes, y que en este caso era ofrecer un mirada a una muchacha a punto de transformarse en una mujer, con todo lo que eso implica”.

Lo recién dicho hace que esta sea una película particularmente apropiada para los tiempos que vivimos, aunque es necesario señalar que, hasta el momento, todas las películas de Perkins han tenido a protagonistas femeninas, empezando por su opera prima “The Blackcoat’s Daughter” (2015).

“Hacer algo así me saca de mi zona de confort y hace que me mantenga en un estado permanente de asombro, lo que es importante para mí debido a que las películas de terror suelen ser sobre lo que no conocemos o entendemos bien, y las mujeres nunca dejan de maravillarme”, retomó el cineasta.

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Ante ellas

La necesidad de centrarse en mujeres requería de grandes actrices en el reparto, empezando por el rol de Gretel, que fue encomendado a Sophie Lillis, quien llamó la atención por su papel de la niña que se integra al ‘Club de los Perdedores’ en las dos cintas recientes de “IT”, estrenadas entre el 2017 y el 2019.

“Lo que más me gusta de ella es que nunca siente la necesidad de exagerar las cosas o de mostrar expresiones grandilocuentes, lo que demuestra que, a pesar de su corta edad, entiende que la cámara es capaz de leer los rostros y los ojos de una manera muy específica”, detalló Perkins. “Se aproxima a lo que hace con mucha inocencia, como si no supiera lo que está haciendo, pero eso le da mucha espontaneidad y frescura a su trabajo, haciendo que se vuelva siempre interesante”.

Tampoco se queda atrás la bruja, puesta en manos de Alice Krige, una veterana de las lides del horror cuyo perfil relativamente bajo colabora en la efectividad de su actuación. “Yo tampoco estaba tan familiarizado con ella, y eso ayudó durante las audiciones, en las que se mostró muy comprometida con el oficio y absolutamente profesional, lo que es siempre un regalo”, recordó el realizador.

De miedo

Por si no ha quedado claro hasta ahora, “Gretel & Hansel” no es apta para menores, por lo que prescinde de los pedazos de pan dejados como referencia en el camino, hace que la casa de la bruja no está construida de jengibre ni de dulces y tiene incluso una escena en la que sus protagonistas se ponen a volar tras ingerir unos hongos psicodélicos que encuentran en medio del campo.

“No quería que la historia tuviera referencias directas a un lugar o a una época específica, porque creo que los cuentos nos llevan justamente a una suerte de universo alternativo, basándose más en arquetipos y en lo que se encuentra en nuestro subconsciente”, señaló Perkins. “Por eso, buscamos incluso elementos inesperados, como la arquitectura de estilo moderno que tiene la casa de la bruja, y los hongos, que se conectan también con este aspecto de un mundo que no podemos ver habitualmente”.

En ese sentido, la cinta se siente conectada a la ola artística del terror fílmico reciente que tiene entre sus representantes a creadores estadounidenses como Ari Aster (“Hereditary”) y Robert Eggers (“The Witch”). “No es que conversemos entre nosotros; creo que hice mi primera película en el momento en el que el género de terror estaba recuperando su prestigio luego de haber sido prácticamente un secreto sucio, algo que se veía con malos ojos”, razonó Perkins. “Eggers, Aster, yo y otros cineastas dijeron en cambio que estas películas podían ser muy humanistas y muy emotivas y que permiten el uso de elementos muy diferentes, porque pueden irse tanto por el lado de la magia como por el misterio o el realismo, lo que ofrece un lienzo muy abierto”.

La mano mexicana

Uno de los aspectos más fascinantes de “Gretel & Hansel” se encuentra en su vistosa puesta en escena, respaldada en un estupendo trabajo de fotografía del mexicano Galo Olivares, quien es recordado principalmente por haber sido el operador principal de cámara de “Roma”, la aclamada producción de Alfonso Cuarón que recibió un Oscar por su cinematografía.

“Me impresionó obviamente leer en su currículum que había trabajado en ‘Roma’, pero creo sinceramente que se quedó con el trabajo porque el idioma que él habla y el que yo hablo son tan distintos que pensé que íbamos a tener que encontrar un nuevo lenguaje para aproximarnos a las cosas, y que eso iba a dar resultados sumamente interesantes”, enfatizó el director. “Además, es un genio, así como una persona encantadora”.

Cualquiera que vea la película notará de inmediato que muchas de sus tomas poseen un toque profundamente artístico, cercanos incluso a la pintura clásica. “Me interesa que mis películas luzcan bellas, porque agregarle belleza al mundo debería ser una meta para cualquiera”, explicó Perkins. “Pero aquí quería resaltar también la realeza de los cuentos de hadas, que han sido de hecho la base de muchas historias de terror”.