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Las huellas que verdaderamente inmortalizan a Kobe Bryant

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Era 19 de febrero del 2011, el basquetbolista de los Lakers de Los Ángeles Kobe Bryant se convertía en el primer deportista en imprimir las huellas de sus manos y pies en el famoso Grauman”s Chinese Theatre de Los Ángeles.

Se trataba del mismo lugar donde estrellas de la gran pantalla como John Wayne, Jackie Chan y del cine mexicano como Cantinflas, tienen inmortalizadas sus huellas para el deleite de los millones de visitantes que cada año acuden al histórico sitio turístico de Hollywood.

“Es realmente un gran honor”, dijo Kobe Bryant el día que recibió la distinción frente a un gran número de seguidores esa tarde de febrero de hace casi nueve años.

Ese histórico momento para el baloncesto nacional y la NBA tuvo lugar en el emblemático y pintoresco teatro de Hollywood Blvd. donde se han realizado y se realizan innumerables estrenos de películas de la gran pantalla y donde se exhiben las huellas de las grandes estrellas del mundo de Hollywood.

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Para ese entonces, Kobe nunca se hubiera imaginado que años más tarde él también se convertiría en una celebridad de Hollywood y mucho menos en ganador de un Óscar de la Academia al mejor corto animado por “Dear Basketball” en el 2018.

En aquel acto donde Bryan estaba acompañado de su esposa Vanessa y sus dos hijas mayores Natalia y Gianna, Kobe plasmó sus manos sobre el cemento fresco y mostró su satisfacción por haber tenido ese privilegio.

“Me siento honrado de tener la oportunidad de hacer esto. Me gusta el cine, pero es algo que nunca habría pensado hacer, y nunca imaginé que las huellas de mis manos y pies estarían en el Grauman’s Chinese Theatre”, dijo Bryant en ese entonces a los medios que se encontraban cubriendo el memorable instante.

Bryant estaba cumpliendo 15 años en Los Ángeles y dijo que sentía que el tiempo había pasado muy rápido y que recordaba cómo si fuera ayer que tenía 17 años cuando llegó a esta ciudad “sin conocer ni siquiera sus vías rápidas, la 405 y la 101”, que con el paso del tiempo ya nos las recorría, porque prefería desplazarse en helicóptero para evitar el tráfico y llegar a tiempo a sus compromisos, incluso a los juegos en el Staples Center.

En ese 2011 Bryant dijo que por el momento no tenía idea de lo que vendría a su vida en el futuro, pero sentía que había “crecido en esta ciudad, en la que he tenido altas y bajas, pero al final estamos aquí con cinco títulos de campeones, y suficiente para ir por más”.

Y no se equivocó, Bryant no solamente se consolidó como toda una gran estrella del deporte mundial acompañado de sus compañeros, entre ellos el español Pau Gasol.

Con sus campeonatos a cuestas y sus anillos de campeón, Kobe se convirtió en un ícono del baloncesto en la ciudad de Los Ángeles y dijo en el momento de plasmar sus huellas que aunque no se veía actuando, terminó haciéndolo en varias producciones de la pantalla, en comerciales publicitarios como el que hizo con Lionel Messi, otros en solitario para reconocidas marcas, en show de televisión y en video clips pese a que hubiera preferido verse detrás de cámaras como director. Al final nunca dirigió como lo hubiera querido.

Hoy cuando sus millones de fans lloran su muerte ocurrida el pasado domingo tras un accidente de helicóptero en el que perdió la vida junto a su hija de 13 años, Gianna, y otras siete personas más, las huellas de Kobe Bryant reposan en el emblemático Grauman’s Chinese Theatre, donde cada día siguen llegando sus seguidores para ponerle flores y rendirle tributo, porque si es verdad que Kobe “dejó huella” en el mundo del deporte y el espactáculo, es precisamente ahí donde han quedado inmortalizadas y donde sus fans podrán colocar sus manos sobre ellas y así y palpar de primera mano lo que es estar cerca del ídolo “Mamba Negra”.
Descanse en Paz Kobe...

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