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Adriana Barraza se enfrenta a los racistas de la mano de la Santa Muerte en el regreso de ‘Penny Dreadful’

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Luego de unos meses de trabajo plenamente activos y absolutamente satisfactorios que la llevaron a participar en dos importantes producciones, la actriz mexicana Adriana Barraza llegó a su casa en Miami el 11 de marzo, y se puso de inmediato en cuarentena voluntaria al enterarse de las advertencias que se estaban dando en relación a la expansión del coronavirus.

En ese sentido, lo que viene ahora para ella es un descanso merecido pero también obligatorio que, debido a las circunstancias actuales, no se sabe cuándo terminará. “Lo más importante es tratar de reducir el número de muertes quedándonos en casa, aunque sabemos que hay muchas personas que tienen trabajos informales o cuyas situaciones legales no han sido arregladas, lo que quiere decir que si no salen, no comen”, nos dijo la reconocida intérprete a través de un enlace telefónico. “No hay que pensar solo en que esto se acabe, sino también en ser mejores seres humanos”.

Aunque lo primero que hizo al aceptar el confinamiento fue cerrar las puertas de la escuela de actuación que dirige al lado de su esposo (el también actor Arnaldo Pipke), decidió luego reabrir las aulas de manera virtual, y en la actualidad, tiene cerca de 100 alumnos bajo la misma modalidad.

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“Es el momento adecuado para darle apoyo a nuestros jóvenes, para que sepan que no están solos”, aseguró. “No sabemos cuánto va a durar esto, aunque es increíble que un microorganismo invisible para nosotros nos haya puesto en una situación tan complicada”.

Temores históricos

El primer proyecto que se estrena (más precisamente, este domingo por Showtime) es “Penny Dreadful: City of Angels”, enmarcado dentro del género del terror. Y aunque no faltan los que recomiendan alejarse de géneros como este en momentos de tensión extrema como los que vivimos, lo cierto es que las propuestas de esta clase pueden convertirse en herramientas efectivas de desfogue emocional, como lo entiende también Barraza.

“Pero lo interesante de esta temporada es que no solo ofrece esos aspectos, sino también una historia que puede interesarle mucho a nuestra comunidad, porque sucede en 1938 y tiene al frente a una familia mexicana de Los Ángeles que se encuentra en medio de una gran batalla entre la Santa Muerte y su hermana Magda”, explicó nuestra entrevistada, en alusión a una temporada que puede verse sin necesidad de estar familiarizado con las tres anteriores (tituladas simplemente “Penny Dreadful”), porque es un ‘spin-off’ con personajes completamente distintos y ubicado en una época diferente.

De hecho, los tres episodios que pudimos ver por adelantado nos llevaron a darnos cuenta de que esta temporada tiene un profundo trasfondo social, ya que sus personajes latinos se enfrentan no solo a fuerzas sobrenaturales, sino también al racismo imperante de la época, manifestado en las actitudes hostiles y en las palabras despectivas de muchos de los anglosajones que los rodean.

Y aunque es evidente que “City of Angels” tiene muchos elementos ficticios, hay circunstancias que parecen provenir de la imaginación de sus creadores pero que se dieron realmente, como la presencia activa y descarada de nazis en las calles del Sur de California antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial.

“[El ‘showrunner’] John Logan es un gran creador, y se preocupó en mandarnos a todos un documento de más de 100 páginas con las investigaciones que había hecho sobre los temas históricos que se tocan en la serie”, retomó Barraza. “Esto va a permitir que el público se entere de muchas cosas que no sabía, como lo de las células nazis; y es que John quería que se entendiera que lo que le pasó a los chicanos en esa época es muy similar a lo que les sucede ahora”.

Santos y pecadores

La nominada al Oscar por su papel en “Babel” considera que esa clase de conexiones y de ambiciones se encontraban ya presentes en la serie original, que se transmitió entre el 2014 y el 2016, y que incluía entre sus personajes a algunos de los monstruos más legendarios en la historia del cine.

“Se interesaba en temas trascendentes, como analizar qué es el ser humano frente al mal o la creación, como sucedía con el personaje de Frankenstein; y en este caso, el mundo real está tan bien desarrollado como el sobrenatural, además de contar con elementos policiacos del cine negro que le brindan mucho suspenso”, detalló.

En esta serie, la mexicana tiene uno de los roles protagónicos, ya que interpreta a María Vega, madre de la familia arriba descrita, así como empleada doméstica de un hogar de ricos y fiel seguidora de la Santa Muerte (interpretada por la chilena Lorena Izzo), pero no en la vertiente propia de los narcotraficantes, sino en su versión más tradicional y benévola. Curiosamente, Barraza interpretó ya a una devota de la misma deidad en otro proyecto reciente: la película “Rambo: Last Blood”.

“Fue una casualidad, pero no tanto; antes de hacer la película de ‘Rambo’, yo pensaba que La Santa Muerte estaba siempre en un contexto negativo, pero el director [Adrian Grunberg] me explicó que no era así”, nos contó ella. “La caracterización que obtuvo en los dos proyectos se remonta hasta nuestros antepasados, y la que mostramos en la nueva serie tiene sentido en vista de que María es a la vez católica y seguidora de la Santa Muerte, pero no por el lado criminal, al igual que muchas personas actuales”.

El primero episodio de “City of Angels” le da también a Barraza la posibilidad de mostrar sus dotes para la danza, porque aparece bailando en la calle un mambo al lado de uno de sus hijos de la ficción, como parte de una vistosa escena que parece haber sido extraída de una producción hollywoodense del pasado.

“Sí, con todo y que soy gordita, me encanta bailar, y por ahí que me echo también unos gorgoritos, porque me gusta cantar en el baño de mi casa”, reconoció ella. “Todo se hizo con mucho cuidado y con mucho profesionalismo, incluso en lo que se refiere a los actores no mexicanos que hicieron de mexicanos, y a los que se entrenó para que mantuvieran nuestro acento incluso cuando hablaban en inglés”.

El siguiente estreno de Barraza -con fecha evidentemente indeterminada- sería “We Can Be Heroes”, una película dirigida por Robert Rodríguez (“Sin City”, “Spy Kids”). “Es una historia que habla de los valores de la familia, de lo importante que es confiar en ti mismo sin importar si tienes o no superpoderes”, reveló. “Me tocó hacer de un personaje muy bonito y muy loco, Grandma Moreno. Pero lo más lindo fue saber que el ‘crew’ de Robert eran sus cuatro hijos, que tienen entre 20 y tantos y 14 años, y que colaboraron todo el tiempo con la producción”.

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