Los Grammy eliminan los comités secretos de nominaciones a raíz del polémico desaire a The Weeknd

Cuando la Academia de la Grabación anunció, el viernes, que acabaría con los comités secretos y altamente polémicos que dan forma a las nominaciones para los premios Grammy anuales, muchos en la industria de la música interpretaron la medida como una respuesta a la protesta generalizada por la exclusión de The Weeknd de la ceremonia de este año.

Según el director ejecutivo interino de la academia, eso no es correcto. “Es un largo camino para llegar a un cambio transformador como este”, le dijo Harvey Mason Jr. a The Times en una entrevista, y agregó que la academia convocó a un grupo de trabajo, el verano pasado, para examinar los comités, mucho antes de que se revelaran las nominaciones para la 63º edición de los Grammy, en marzo. “No es algo que suceda rápidamente o como reacción a un evento”.

De hecho, la academia había sido objeto de críticas durante años por su proceso de nominación, que dependía de pequeños grupos anónimos de personas conocedoras de la industria para supervisar, y en ocasiones enmendar, la boleta de los Grammy a partir de las elecciones iniciales de los miles de votantes de la academia. Los comités de revisión de nominaciones, como se los conocía oficialmente, se introdujeron en 1989 aparentemente para garantizar que estas estuvieran debidamente categorizadas y que reflejaran con precisión el estado de la música en un año determinado.

Pero con el tiempo, el trabajo de los comités comenzó a verse como evidencia de un sistema problemático en el que los de adentro recompensaban a sus amigos y castigaban a sus enemigos. Más recientemente, varios artistas negros de alto perfil, entre ellos Drake, Frank Ocean y Sean “Diddy” Combs, sugirieron que las nominaciones al Grammy están teñidas de racismo institucional porque los artistas de hip-hop y R&B, aunque reconocidos en categorías de género, son rutinariamente pasados por alto para premios más prestigiosos como Álbum, Grabación y Canción del Año.

Las quejas se hicieron más fuertes en 2020 después de que Deborah Dugan, ex líder de la academia, hiciera acusaciones explosivas de discriminación y manipulación de votos en una demanda relacionada con su expulsión de la organización. Luego, The Weeknd, una de las estrellas más importantes del pop, fue desestimado a pesar del éxito de su álbum “After Hours” y su exitoso sencillo “Blinding Lights”.

En un tuit luego de que se anunciaran las nominaciones, en noviembre, el cantante dijo que los Grammy eran “corruptos” y que la academia le debía “transparencia a mí, a mis fanáticos y a la industria”. Más tarde, afirmó que planeaba boicotear la ceremonia en el futuro, y culpó específicamente a los “comités secretos” en un comunicado dirigido al New York Times.

Cuando se le preguntó cómo respondería a las críticas de que los movimientos lentos de la academia surgen cuando la entidad se ve forzada a ello, Mason respondió: “Yo diría que el cambio ocurre cuando nuestros miembros deciden que es hora. Nuestros miembros envían las propuestas y luego la gente las vota. Es lo que la membresía quiere, pide y vota”.

La reacción en el negocio de la música fue en gran medida positiva, y muchos dijeron que la eliminación de los comités por parte de la academia era una larga deuda. Sin embargo, otros expresaron su escepticismo de que los conflictos de intereses dentro de la organización desaparezcan repentinamente del proceso de votación.

“Creo que Harvey está haciendo lo correcto; pienso que es un paso en la dirección adecuada”, afirmó Lenny Beer, editor en jefe de la revista especializada Hits, quien escribió una publicación apasionada, en noviembre pasado, concluyendo que The Weeknd había sido “deliberadamente excluido” de las nominaciones de este año. “Espero que estos cambios resulten ser reales y verdaderos. Lo creeré cuando lo vea”. Un representante de The Weeknd no respondió a una solicitud de comentarios.

Sobre el escepticismo, Mason comentó: “Algunas personas probablemente nunca estarán satisfechas”, e insistió en que el proceso de nominación será sencillo a partir de ahora: “Nuestros 12.000 miembros votarán, y los ocho que obtengan más votos serán los nominados” en las cuatro categorías principales de Álbum, Grabación y Canción del Año, así como para Mejor Artista Nuevo. En las docenas de categorías de géneros de los Grammy, los cinco primeros votos serán los nominados, dijo. “No hay ninguna vía u oportunidad para ajustar el número”, agregó.

El director ejecutivo interino de la Academia de Grabación, Harvey Mason Jr.

(Mel Melcon/Los Angeles Times)

La eliminación de los comités fue uno de varios cambios de reglas que la academia anunció el viernes, junto con una reducción de 15 a 10 en la cantidad de premios de género que los miembros pueden votar y una reorganización de las llamadas categorías artesanales -que honran la producción, portadas y similares- en dos campos (los comités de revisión continuarán dando forma a las nominaciones en esas categorías).

La entidad también señaló que dos nuevos premios, a la Mejor Interpretación Musical Global y al Mejor Álbum de Música Urbana, se entregarán por primera vez en los 64º Grammy, previstos para el 31 de enero de 2022. Las grabaciones elegibles para consideración deberán haberse editado entre el 1º de septiembre de 2020 y el 30 de septiembre de 2021.

Mason remarcó que está complacido con las cálidas críticas de la ceremonia de este año, que resultó en grandes triunfos de Taylor Swift, Beyoncé, Megan Thee Stallion y Billie Eilish, y que marcó el debut del productor ejecutivo Ben Winston como director creativo del programa después de 40 años con Ken Ehrlich en el timón.

“No fue un programa fácil de producir y tampoco resultó económico”, comentó Mason, refiriéndose a los protocolos por el COVID-19, que afectaron prácticamente todos los aspectos de la transmisión. Pero aprobó la “calidad íntima” del show y se reconoció ansioso por ver qué harían Winston y su equipo en circunstancias más normales.

La audiencia de la transmisión televisiva de CBS de este año estableció un mínimo histórico, con 9.2 millones de espectadores, una caída de más del 50.6% con respecto al año anterior, una tendencia en consonancia con casi todas las principales entregas de galardones del ciclo actual.

Es poco probable que la ceremonia de los Grammy del próximo año se lleve a cabo bajo la dirección de Mason. El ejecutivo, que asumió su cargo de manera interina después de la partida de Dugan, indicó que la búsqueda del próximo líder para la entidad tiene “varios grandes finalistas”, y espera que la academia cumpla con su objetivo de tener un nuevo CEO para finales de mayo o principios de junio.

“Sorprendentemente”, remarcó, “creo que lo lograremos en el plazo previsto”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí