La nueva cinta de M. Night Shyamalan tiene al frente a un destacado actor mexicano
Los periodos normales de envejecimiento se ven seriamente trastocados en “Old”, una llamativa película de suspenso que ha sido dirigida y escrita por M. Night Shyamalan -maestro moderno de las historias sobrenaturales con giros imprevistos-, y que se estrena en salas el próximo 23 de julio.
En ella, el artífice de títulos del género tan reconocidos como “The Sixth Sense” y “Unbreakable” toma como referencia una novela gráfica francesa (“Sandcastle”) para llevarnos a una playa en la que el reloj biológico de los humanos se acelera de manera inesperada, lo que tiene evidentemente consecuencias devastadoras en el grupo de turistas que han sido llevados hasta el mismo paraje sin saber a lo que se exponían.
Por primera vez en su trayectoria profesional de casi tres décadas, Shyamalan elige a un protagonista latino, Gael García Bernal, el destacado intérprete que ha estado al frente de “Amores Perros”, “Y tu mamá también”, “El crimen del Padre Amaro” y “No”, entre otras producciones de nivel. Aquí, García Bernal interpreta a un padre de familia enfrentado a dilemas absolutamente inesperados.
Fue justamente el actor, productor y director mexicano quien se sentó virtualmente ante nosotros para participar en una entrevista que transcribimos a continuación -y que puedes encontrar también por aquí en su versión completa de video- mientras lucía un curioso tinte rubio que responde al excéntrico personaje del luchador Cassandro, estrella de un ‘biopic’ que él mismo filma en estos momentos.
Gael, en esta película interpretas a un padre de familia que se va de vacaciones con su esposa y sus dos hijos a un lugar que parece ser absolutamente paradisiaco, pero que poco a poco va demostrando ser todo lo contrario. ¿Como te involucraste en este proyecto?
Fui convocado a hacer un casting -del modo en que se hacen ahora, a distancia-, y posteriormente, M. Night me invitó directamente a participar en la película. Leí el guion, y un poquito de tiempo después, ya estaba ahí, embarcado. Me dio mucha ilusión desde el principio, cuando me dijeron que iba a ser una película de Night Shyamalan, un director que me encanta, que siempre tiene propuestas arriesgadas. Cuando me confirmaron la invitación, fue fantástico.
¿Es esta tu primera incursión en un proyecto que podría ser considerado de terror?
La definición que más me gusta es que se trata de un ‘thriller’ metafísico, y quizás eso deviene en terror, porque son los ingredientes que se necesitan para generar una historia de esa clase. Eso es lo interesante de la película, que tiene una construcción dramática de suspenso, pero en un contexto que condiciona a los personajes, que les impone unas limitaciones con las que tienen que aprender a lidiar. Es ahí donde la metafísica entra en juego, porque hay un poder más allá de lo que ellos pueden controlar que los obliga a estar en este lugar y no poder escapar.
Pero sí, es la primera película de esta naturaleza que me toca hacer, y es un género que, además, le pertenece al cine por completo, porque el cine ha creado su propio lenguaje a través del suspenso y del terror.
Los personajes de los que hablas se ven forzados a crecer y a envejecer de manera muy acelerada. ¿Cómo te sientes tú ante el paso del tiempo y la inevitabilidad de la muerte, siendo que eres un artista que está trabajando constantemente y ofreciendo resultados visibles?
La vida misma hace que te encuentres ante ese cuestionamiento todo el tiempo. Podría ahondar muchísimo más, pero eso ya entraría dentro de una cuestión más filosófica e íntima de la que no vamos a hablar en este momento. Siento que el proceso de la creación te fuerza a enfrentar todo esto, porque es bastante evidente sentir lo exiguo de nuestras personalidades cuando uno trabaja en el cine.
Una película en sí no importa; no pasaría nada si esta no se hubiera hecho. El mundo seguiría dando vueltas. Pero una vez que existe, que trasciende la experiencia que nosotros tuvimos al hacerla y que puede llevar la tangente a un punto más ambicioso de lo que creímos, toma una importancia muy fuerte. Es allí donde uno dice que vale la pena hacer este tipo de cosas, aventurarse a hacer este trabajo colectivo que es una búsqueda, una especie de investigación, de experimento; y es muy satisfactorio cuando eso sucede.
El proceso creativo en sí refleja estas preguntas existencial básicas: ¿Vale la pena lo que estamos haciendo? ¿Cómo lo vamos a hacer? ¿Qué sigue? ¿Qué es lo que hecho en mi vida? No sé si se puede determinar quiénes están más expuestos a esos cuestionamientos y quiénes menos, porque creo que es algo que nos afecta de forma muy distinta y muy personal. Por supuesto, una película como esta te hace reflexionar de manera un poco más aguda en el tema, pero este sigue siendo inherente al proceso creativo.
Gael García Bernal volverá a ser padre junto a Fernanda Aragonés.
De todos modos, como el actor prolífico que eres, debe haber momentos específicos en los que eres más consciente del paso del tiempo, como pasó por ejemplo hace poco con el aniversario número 20 del estreno de “Y tu mamá también”. Eso tiene que darte otra perspectiva al respecto, a diferencia de quienes nos limitamos a ver todos los días nuestras caras en el espejo y no percibimos de manera tan clara los cambios personales.
Es ahí donde se demuestra una las múltiples razones por las que [Albert] Einstein estaba en lo cierto cuando armó la teoría de la relatividad, porque fue más allá de la parte empírica del tiempo para llegar a la de la percepción. Mucha gente puede notar un cambio muy fuerte al ver “Y tu mamá también” y una película que he hecho hace dos meses, pero para mí, el tiempo pasa de otra manera. Lo tengo más asumido, en cierto sentido. Pero es algo que me pasa también como espectador, cuando veo películas con cierto material fílmico; es por eso que se ha filosofado mucho sobre el cine y lo que representa, y en ese aspecto, hay franceses muy citables, como [Jean-Luc] Godard, quien dijo que el cine “captura la muerte en vida”.
Cuando vemos una película de hace 70 años, con actores que ya han muerto, es muy interesante verlos ahí, con tanta vida. Es casi como un acto de magia.
“Old” se filmó en la República Dominicana entre septiembre y noviembre del 2020, es decir, durante una etapa particularmente dura de la pandemia. ¿Cómo fue eso?
Que sucediera en los momentos más agudos de la incertidumbre fue una sorpresa muy bonita, y [generó en mí] un sentimiento muy grande de agradecimiento con Night y con el destino. Fue una de las primeras películas grandes que se comenzaron a filmar en medio de todo lo que estaba sucediendo. Había muchísimos protocolos de seguridad, pero no más de los que ahora se utilizan. En ese momento, todavía se estaban probando cosas; no había vacunas ni manera de saber lo que iba a pasar.
Nos aislamos en una burbujita, en el norte de República Dominicana, y aunque era temporada de lluvias, [esta] no llegó a afectar tanto la dinámica del rodaje. Antes de empezar, sí hubo una tormenta que rompió partes de la pared que se había construido, pero después de eso, hubo que adaptarse e incorporar todo lo que la Naturaleza impone. Es así que se hace el cine siempre; si no quieres eso, tienes que irte a un foro y hacerlo con ‘green screen’ y todas esas cosas horribles.
Fuera de tus roles como actor, siempre has estado muy involucrado en una labor de activismo que se expresó hace poco en una serie documental que produjiste, “El tema”, donde se mostraban diversos problemas que han afectado las condiciones ambientales en tu país. Y hace poco publicaste en Twitter un comentario en el que afirmabas haberte decepcionado de la persona por la que votaste para ser presidente de México [AMLO]. ¿Cómo logras balancear tu carrera en proyectos de autoría ajena con tu labor en áreas de compromiso en las que muchos actores no se meten?
Una de las razones principales por las que acepté ser actor fue el poder ejercer la libertad que yo mismo construyera, y para ejercerla, hay que cuidarla. Hay que tratarla con responsabilidad, con información, con curiosidad. Esa libertad es la que me permite expresarme, y cualquier ser humano debería tener ese derecho. Hay personas que deciden no ejercerlo, pero hay personas que simplemente no lo tienen, y esa es una gran deuda que tienen nuestras sociedades.
De alguna manera, el cine apela a promover esa libertad de expresión, que se pueda hablar de las cosas terribles, de las cosas que duelen; que se pueda hacer las preguntas que incomodan. Cuando surgen el esfuerzo, las ganas y la suerte, y cuando se arma el equipo adecuado, pueden surgir interrogantes nuevas o consignas que uno empieza a investigar. Es así que llegamos al tema de la emergencia climática que sucede en el mundo, pero puesta en el contexto de algunos lugares de México en que se está viviendo esta problemática en primera línea.
Los momentos emotivos y de familia le dan un valor agregado a esta ‘Black Widow’
Había que usar el medio al que nos dedicamos para hacer estos cortitos documentales y explorar la situación. Para mí, estas expresiones son parte de ser actor; no lo veo como algo alejado [del oficio].
Se acaban de cumplir 20 años del estreno de “Y tu mama también” y me gustaría que me dijeras algo sobre eso, sobre lo que significó la película para tu carrera después de “Amores perros” y del legado que crees que ha dejado, porque sigue siendo sin duda un referente ineludible del cine latinoamericano.
Creo que la película funcionó tan bien por lo mismo que he mencionado sobre la libertad; de hecho, podría decirse que el género de “Y tu mamá también” es la libertad [risas]. Es una comedia, sí, pero va más allá. Es una comedia en torno a la amistad, a la libertad, al amor, y creo que la sensación tan linda que dejó en muchas personas era esa de querer enamorarse, de querer viajar, de querer vivir. Es algo muy especial cuando sales de una película con unas ganas tremendas de vivir.
“Y tu mamá también” conectó con toda esa inquietud en diferentes partes del mundo, y es por eso que, hasta la fecha, es una de las películas fundacionales [del cine latinoamericano]. En mi caso, ni siquiera tengo que explicar porqué [lo fue], pero para cualquiera que la vio, fue fundacional también en su quehacer artístico y en el impacto personal. Surgió además en un momento en el que no se podía ejercer esa libertad de expresión con tanta responsabilidad y con tanto rigor, y eso es algo que sigue siendo celebrado.
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