Guaynaa cambia de rumbo y alude a la polémica del Latin Grammy
Pese a que el álbum que acaba de lanzar (el primero de su ya arrolladora carrera de sencillos) no alcanzó el cierre de nominaciones para el Latin Grammy que se llevará a cabo el próximo 18 de noviembre, Guaynaa sí cuenta con una posibilidad en el celebrado evento de premiación.
Se la debe a “Diplomático”, un tema grabado a dúo con Major Lazer que figura en la categoría de Mejor Fusión Urbana, y que nos dio pie para hablar con el mismo artista puertorriqueño sobre el abierto descontento de algunos reggaetoneros (encabezados por J Balvin) ante la decisión de la Academia Latina de la Grabación por omitir a sus representados en los rubros principales de la codiciada ceremonia.
“Yo me desligo completamente de esos comentarios y esos pensamientos, por el simple hecho de que tenemos que tener en cuenta en qué se basa cada ceremonia de premios”, nos dijo el cantante durante una entrevista reciente por Zoom. “Hay premios que son al ‘streaming’ o a los ‘hot songs’, mientras que, en primer lugar, los Latin Grammys toman en consideración a dos idiomas, el español y el portugués”.
“Son 51 categorías; ¿tú sabes cuantos géneros musicales hay entre el español y el portugués? No podemos pretender que vamos a tener 15 nominaciones como en otros premios, donde no se considera lo de los idiomas ni la excelencia musical. Si no fuera así, Juan Luis Guerra tendría 51 mil Premios Juventud, o Miguel Bosé tendría 70 Billboards”, expresó.
Vamos a hablar ahora de “La República”, tu nuevo álbum, que es muy ambicioso. ¿No te molestaría que llegara el momento de las próximas nominaciones al Latin Grammy y que no recibiera ninguna?
Uno no puede esperar nada de los premios, ni tampoco de la música; la haces con amor y pasión; si pasa bien, y si no, no. El video de “Rebota” me costó 750 dólares y fue un ‘hitazo’, una locura. Hice un tema con Mon Laferte, “Plata Ta Tá”, durante un estallido social que había en Chile y que logró el voto para cambiar la Constitución de su país. Era el grito de guerra de ellos, una canción que hablaba de violaciones a los derechos humanos, y no recibió ninguna nominación al [Latin] Grammy, mientras que sí se la han dado a “Patria y vida”.
Al comienzo, tu nuevo disco parece que va por el lado de lo que se puede esperar de ti, con temas muy bailables que hablan sensualmente de mujeres. Pero de pronto cambia. Parece que querías demostrarle al mundo que podías hacer mucho más que ‘Nalga y tetita’.
¡Claro! Las nalgas y las tetitas se caen [risas]. Es parte del concepto de un disco en el que no nos casamos con nadie, en el que ponemos nuestras propias leyes. Y creo que fuimos bastante abarcadores en lo que se refiere a la música de los hispanohablantes. Acá tenemos elementos de salsa, de cumbia, de pop, de balada, de flamenco. Tuve que darle la vuelta a las plazas que consumen nuestra música para darme cuenta de qué es lo que nos representa allí y qué es lo que me hace sentir cómodo.
El tema “El Payo” se hizo en Sevilla, y aunque la mayoría del disco se grabó aquí en Miami, muchos de los colaboradores hicieron sus partes en sus países, como fue el caso de Los Ángeles Azules con “Cumbia a la gente”. Las voces de “Entre las nubes”, que es con Noel Schajris, se grabaron en Miami, pero se enviaron a Los Ángeles, donde él hizo su arreglo. Y en “Los Cachos”, tenemos a los integrantes de la Banda Simón Bolívar, de Venezuela. La tecnología ha hecho que las cosas se den así en los últimos años, pero claro, la pandemia también incentivó ese estilo de creación musical.
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Hay incluso canciones que van por lo que se podría esperar de ti pero que tienen algo distinto, como el nuevo sencillo, “Chiquita”, que es más tecno, más ‘discotequera’, y que tiene también video.
Sí, ‘discotequera’; de las que le gusta a la disquera [risas]. Lo de los videos que hemos hecho ha sido posible porque Miami está bastante avanzada con el proceso de vacunación, sobre todo en esta etapa. Pero recuerdo cuando grabé aquí el de “Chica ideal”, en plena pandemia; eso fue una locura. Prueba antes, prueba durante y prueba después de salir [del set].
¿Te llegó a afectar el Covid?
Me vacuné y de todos modos me contagié. Salí positivo por la noche. No sé si me dio [lo de los síntomas] por la vacuna, porque recuerdo que tenía una presentación muy importante una semana después, y a mí me duró tres días. Me hice otro test y ya no lo tenía.
Volviendo al disco, el tono empieza a cambiar con “Bésame toda la noche”, un tema más lento, más ‘trap’ y reggae, con esta cantante francesa llamada Pouple. Pero lo más interesante es que te animas a hacer ahí unas rimas en francés.
Ella es francesa, pero habla también español, y yo le preguntaba si estaba bien lo que se me ocurría. Hicimos un intercambio: yo grabé un tema para su disco y ella uno para el mío. Es otro de los que se hicieron a distancia. Forma también parte del concepto, porque esto es más para hacer cultura que para hacer números. Hay que demostrarle a los que vienen detrás que no hay límites para la creatividad. Sé más francés, sí; pero no puedo decir esas palabras ahora, porque tengo un amigo francés de Miami que se la pasa hablando ‘malo’. [risas]
Ya hablaste de “Entre las nubes”, tu primera incursión en la balada, que figura también en el disco. Pero hay una más que cantas solo, “Ingenuo corazón”, y que además de ser muy sentimental, te muestra cantando de manera melódica, algo que no se espera necesariamente de un reggaetonero.
Mi voz se presta para mucho. He estado tomando clases de canto en los últimos meses, y tengo un registro bastante amplio. Todavía estoy aprendiendo las técnicas, pero es una herramienta que debería maximizar. No se trata solamente de tener el don para alcanzar las notas, sino que tienes que tener también la virtud de saber expresarlas, de ser un buen narrador.
La verdad es que yo tengo unas bases de la música bastante completas, y hay que saber emplearlas, porque eso le da longevidad a tu carrera y te permite pensar en la posibilidad de vivir toda la vida de esto.
Hay otra canción muy bonita, muy romántica, que se llama “Dos soles” y que parece tener que ver con tu novia Lele, con quien acabas de comprar una casa.
Puede ser muchas cosas, como pasa con las canciones que no son sexuales. La de Noel la escribí pensando en mi ‘jeva’, y después me di cuenta de que se la podía dedicar a mi mamá, a mi hermana, a mi sobrina o a mi abuela, porque cuando haces letras más elaboradas, el significado puede cambiar.
¿Cómo vas a pasar la temporada festiva? ¿Con muchas fiestas?
No; yo soy bien casero, hermético. Las fiestas son pa’ hacer dinero y dinero; si no voy a facturar, es como decirle a un doctor “Vamos a beber en tu despacho”.
Quería terminar hablando del tema “Los Cachos”, donde el que narra la historia admite que él también es infiel y que las mujeres tienen el mismo derecho a no ser juzgadas. Eso se aparte también de la misoginia típica del reggaetón.
Mira, la primera parte del disco es urbana, pero desde lo más profundo de mi corazón, yo te digo que haría mi carrera tomando como base la segunda, y haría reggaetones solo de vez en cuando. But it’s not the time do that. “Los Cachos” es una canción de infidelidad, pero feminista.
¿Crees que es posible ser monógamo?
¡Claro! El mejor ejemplo lo tiene Lee con su tío Chayanne, que lleva toda la vida con su esposa; y yo con mi papá y mi mamá, que van para [no se escucha] de casados. Lo que pasa es que uno está expuesto a ciertas cosas. Si yo saliera todas las noches en Miami, no sabes todas las tentaciones que tendría, y que no me aportarían nada. Un video, un escándalo, y el lunes, nadie sabe de Guaynaa. Hay que saber lo que a uno le conviene y lo que no.
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