Si la vida es un sueño, como decía el poeta Pedro Calderón de la Barca, para Siudy Garrido, el sueño de su vida es ver un mundo donde el flamenco con toda su pasión y explosión de sentimientos se expanda sin ninguna barrera.
Garrido es la extraordinaria bailaora de flamenco que el 3 de junio se presentará en Los Ángeles, con Flamenco Íntimo, un espectáculo único que ha cocinado a lo largo de una vida rodeada de ese baile tradicional español y en el que expresa su visión contemporánea de ese arte.
A pesar de su juventud Garrido no es una desconocida en tierras angelinas.
La primera vez que vino a Los Ángeles fue en 2015, cuando entró por la puerta grande de la mano de Gustavo Dudamel y la Filarmónica de Los Ángeles. En esa ocasión presentó en el Disney Hall “El amor brujo”, de Manuel Falla, donde interpretó a Candela. La segunda vez que vino fue en el 2019 para celebrar el 20 aniversario de la Filarmónica de Los Ángeles. En esa ocasión compartió la cartelera con el Royal Ballet y el LA Project.
A unos días de su presentación tuvimos la oportunidad de tener una conversación amena, animada y reflexiva en la que habló de sus inicios en este mundo del flamenco.
En realidad, no hay un inicio concreto, ya que toda su vida ha estado rodeada del flamenco. Cuando ella nació, su madre tenía ya una trayectoria de más de 25 años como productora de flamenco… “yo viví con eso en casa, no solo del flamenco, sino también del mundo del espectáculo”.
Mi madre se encargó de poner el arte flamenco en las plataformas más importantes de Sudamérica, dice Garrido. “Tenemos una escuela con seis estudios y más de 5.000 estudiantes. Si hablas con mujeres caraqueñas, fácilmente encontrarás a exalumnas que aprendieron este arte en la escuela de mi madre”.
Para Garrido el flamenco es parte de todos sus recuerdos y de todos sus deseos. Desde que era una niña, quería ser parte de la compañía, de las giras y de todo el mundo que envuelve este extraordinario baile, donde las emociones están siempre a flor de piel.
Hace una pausa, entrecierra los ojos, y revive ese momento a los 9 años, cuando el teatro Teresa Carreño de Caracas, (uno de los más importantes de Latinoamérica) la vio iniciar su carrera a lado del afamado Joaquín Cortez. A los 15 tuvo la oportunidad de presentarse de nuevo en ese teatro, ya como protagonista de una obra.
Desde su casa en la Florida Garrido está consciente de que la suya es una vida dedicada al espectáculo. “Lo llevas en la sangre... a veces me preguntan cómo siendo tan joven, logré producir y dirigir obras de esa dimensión, y yo lo que contesto es que estoy estudiando esto desde que tengo uso de razón, sin embargo, fue a los 15 años que lo hice consciente y me dije: ‘Si, si me quiero dedicar a esto’”.
Y entonces decidió que había que emprender su camino hacia la fuente del arte que la apasionaba. Viajó a España, y vivió los siguientes tres años entre Madrid y Sevilla. Ahí fue puliendo esa perla que había comenzado a cultivar en Venezuela.
Todo lo que sabía lo fortaleció trabajando con otras compañías, presentándose en tablaos, codeándose con músicos de altura… hasta que llegó la oportunidad que toda su vida había esperado.
“A mis 20 años pude llevar el espectáculo “Camino Flamenco” a Disneyland de Epcot Center, fue mi primer espectáculo formal, ahí hicimos más de 40 presentaciones en un mes y ahí me di cuenta que tenía una voz que quería expresarse...”
De ahí en adelante, la vida ha ido pasando entre teatros, espectáculos y países.
A los 20 se dio cuenta que era el momento de iniciar su propia compañía de flamenco y para eso entendió que era el momento de regresar a Venezuela y aprovechar esa infraestructura que estaba a su disposición.
“Vivía entre España y Venezuela, pero poco a poco el continente americano me fue absorbiendo. Cuando menos acordé, ya estaba más de este lado del continente, aunque siempre trabajando con músicos de España”.
Pero cuando las cosas se fueron complicando en Venezuela, Garrido tuvo que tomar una de las decisiones más importantes de su vida: mudar su compañía del país de sus amores a Estados Unidos. “Eso fue volver a empezar, porque, aunque yo ya llevaba años presentándome aquí en Estados Unidos, no es lo mismo cocinar y ensamblar un espectáculo en América Latina que hacerlo aquí, porque los costos se multiplican”.
Pero no era sólo las dificultades de la infraestructura, sino de la afición misma. Y es que, en Estados Unidos, a diferencia de América Latina la afición al flamenco es menor y había que competir al tú por tú con los mejores espectáculos del mundo.
Y lo logró.
Después de obtener su ciudadanía de Estados Unidos, Garrido hace una reflexión a fondo.
“Yo no quería renunciar a mi ciudadanía venezolana, pero no hubo otra alternativa”, dice convencida de que el reto de emigrar y asentarse en su nuevo país había sido una apuesta triunfadora.
“Este es un país que te la pone dura, pero también es un país que no tiene límites, y cuando te decides, te das cuenta de que hay mucho por hacer y que es muy valorado el trabajo cuando se hace bien, cuando se hace con nivel. Por eso cuando recibí mi ciudadanía, la recibí con todo el orgullo de decir, yo soy una hispana que viene a EE. UU a hacer las cosas bien”.
Y ahí empezó un trabajo cuesta arriba que sólo le ha dejado satisfacciones.
“Para el público de Estados Unidos yo hago arte, obras musicales, coreografía, producciones originales que se ponen en un escenario y eso muestra nuestra cultura, y realmente después de trabajar tantos años, siento que mi trabajo ha llegado a un momento crucial”.
Y ese momento crucial del que Garrido habla, está marcado por el documental “Entre mundos”, que produjo en compañía de su esposo, y que le ganó numerosos reconocimientos a nivel mundial.
El documental crea un dialogo entre el género urbano y el flamenco a través de una historia de amor en un mundo apocalíptico.
“Creo que fue una obra que se adelantó a su tiempo pero que sigue muy vigente, sobre todo ahora cuando vemos todo lo que está pasando con el mundo del flamenco, con Rosalía, y entonces digo wow, hace 15 años estábamos ya hablando de esto y era difícil de explicarlo y entenderlo”.
El documental muestra el proceso creativo detrás del escenario y habla de una historia de sueños, de una compañía que emigra, de la lucha, de caerse y seguir adelante. Y la moraleja es que los que alcanzan a cumplir sus sueños son aquellos que tienen la valentía de levantarse y realizar el cruce cultural que significa emigrar.
A pregunta expresa, Garrido expresa todas sus pasiones cuando habla del flamenco.
“El flamenco no debería estar tan oculto, debería estar más abierto, esa es mi lucha… en mis espectáculos están invitados todos los que gustan del flamenco, por supuesto, pero para mí es un logro atraer a los no conocedores, a los que de repente quieren pasar un buen rato, y cuando salen del espectáculo salen enamorados, con ganas de más… esa es mi misión: Capturar más audiencia, hacer películas, series, todo lo que pueda, para extender este hermoso baile”.
El tiempo vuela, pero antes de cerrar la conversación, Garrido define con precisión este arte cuyos duendes la han secuestrado. “Es un baile visceral y honesto, en el que no caben las mentiras… puede ser masculino o femenino, puede ser agresivo y dulce… tiene una gama que abarca todas las emociones de los seres humanos…”
Por eso, este 3 de junio, el público angelino puede esperar un viaje hacia el interior, un viaje en el que se puede llorar, reír y sobre todo soñar.
El Dato
Quien:
Flamenco Íntimo
Compañía: Compañía Siudy Garrido, con Siudy Garrido
Director y coreógrafo: Siudy Garrido
Bailarines: Daniela Rosi, Carolina Melcon, Andrea Gonzalez, Anabella Amanu, Oriana Torres
Cantantes: Manuel Gago, David El Galli, Ismael Fernández
Guitarrista/compositor: José Luis de la Paz
Flauta: Juan Parilla
Percusionista: Adolfo Herrera
Cuando: 3 de junio a las 8:00 PM
Donde: Wilshire Ebell Theatre: 4401 West 8th Street, Los Ángeles, CA 90005
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