Premio Lo Nuestro no es el Latin Grammy. Tampoco es la ceremonia de los Billboard a la Música Latina. Por eso, más allá de servir para la entrega de numerosos reconocimientos a los artistas comerciales que se encuentran cerca del radar de TelevisaUnivision, es la vitrina ideal para la presentación de actos musicales en vivo que sus exponentes aprovechan con la finalidad de estrenar nuevos temas u ofrecer versiones de canciones antiguas que llegan acompañadas por grandes esfuerzos de producción.
De ese modo, en la ceremonia 35 del evento, que se llevó a cabo el jueves pasado en la Miami-Dade Arena, hubo 20 intervenciones de esta clase, sin contar un segmento sobre el musical “La Usurpadora” que no podemos considerar porque estaba pregrabado.
A continuación, te ofrecemos un recuento de las actuaciones más sobresalientes de la velada, tomando en cuenta los aportes musicales que brindaron, su capacidad para sorprender a la audiencia y la manera en que se presentaron.
Marc Anthony y Maluma
La unión que hace algunos años podría haber lucido extraña tiene todo el sentido del mundo en estos momentos, cuando el legendario Marc Anthony ha dejado ya en claro que está dispuesto a colaborar con todos los reggaetoneros famosos que pueda. Pero esto implica que los segundos accedan a meterse en sus terrenos, como sucedió aquí, cuando el colombiano Maluma asumió las cadencias de la salsa-pop para la interpretación de “La fórmula”, como lo había hecho anteriormente para la versión igualmente afroantillana de “Felices los 4” que realizó con el mismo Marc.
Pese a la evidente distancia entre las capacidades vocales de los que se presentaban, Maluma no quedó mal parado; le dejó un coro de registro especialmente alto a Marc, pero se encargó de una vistosa parte ‘rapeada’, y hasta se atrevió a competir con su superior en el área del baile.
Visualmente, el segmento, en el que participó una orquesta completa, destacó la interacción entre los dos vocalistas, luego de un inicio cargado de clichés en el que Maluma aparecía sentado en una de las mesas del auditorio mientras se encontraba rodeado de mujeres voluptuosas que miraban provocativamente a la cámara, de manera casi exacta a lo que hizo más adelante Christian Nodal cuando le tocó ocupar el escenario al lado de Tini.
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Ivy Queen
“La Caballota” recibió una distinción especial por los méritos de una carrera que la ha llevado a ser una de las pioneras del reggaetón y una de las abanderadas principales de la presencia femenina en el género urbano, y lo celebró con un set especial que le permitió hacer un rápido repaso de sus éxitos.
Tras una breve introducción de estilo sonero que incluyó la inesperada irrupción de un contorsionista, la boricua apareció en el estrado, luciendo un vistoso y escotadísimo vestido dorado y acompañándose de bailarinas mientras interpretaba “Calentón”. Detrás de ella, las pantallas proyectaban imágenes de coronas rojas que, eventualmente, se superpusieron sobre gráficos que representaban la bandera Puerto Rico.
El popurrí incluyó temas como “Sola”, “Que lloren”, “Te he querido, te he llorado” y “Y yo quiero bailar”, impulsados a veces por interesantes variaciones de ritmo -como toques de bachata- y plasmados en una interpretación vocal directa y contundente.
Homenaje a Víctor Manuelle
Ivy Queen no fue la única homenajeada por sus logros a través del tiempo. Los 30 años de carrera del ‘nuyorican’ Víctor Manuelle fueron celebrados con un acto musical similar al de la Persona del Año del Latin Grammy, en el sentido de que encontró a varios cantantes destacados interpretando los ‘hits’ del llamado “Sonero de la Juventud”.
Noel Schajris, de Sin Bandera, inició los trámites a solas en el piano, interpretando las notas iniciales de “Tengo ganas”, antes de que se le sumara una orquesta salsera y apareciera Tito Nieves para completar el tema. A continuación, Jerry Rivera se encargó de “He tratado”, dándole pie a un momento gracioso cuando el mismo cantante hizo un espontáneo gesto de entusiasmo luego de encontrarse cara a cara con una de las atractivas bailarinas que pasaban por allí.
Rivera fue sucedido por Norberto Vélez, pero lo mejor llegó al final, cuando Gilberto Santa Rosa, responsable de darle a Manuelle su primer trabajo, se adueñó de la tarima para completar la canción y sumarle partes improvisadas (es decir, soneos) que aludían a los logros de su colega y amigo, quien lo miraba parado y evidentemente emocionado desde la mesa que ocupaba.
Mau y Ricky
Los hijos de Ricardo Montaner tuvieron también la oportunidad de ofrecer su música en el escenario de Premio Lo Nuestro, y la aprovecharon para darle rienda suelta a una propuesta cuyos coqueteos descarados con el pop más comercial vienen acompañados por una frescura y una jovialidad que no dejan de ser contagiosas.
Pese a que la canción presentada, “Miami”, estaba marcada por el ‘denbow’ típico del reggaetón, el dúo juvenil apeló a su habitual sentido del humor -tan explosivo como infantil- al recurrir a una puesta en escena de colorido extremo que parecía mostrarlos como huéspedes de una fiesta casera que se salía de control y que, además de tenerlos inicialmente enfundados en atuendos extravagantes y posteriormente en ropa interior, se convirtió en un desfile alocado de mujeres hermosas, damas de la tercera edad, un Papa Noel, un dinosaurio y hasta el mismo Montaner, quien fingía estar disgustado por el escándalo creado. También estuvieron por ahí Guaynaa y Lele Pons.
No sé si la música es buena o si saben realmente lo que están haciendo, pero no me cabe duda de que estos muchachitos saben cómo divertirse.
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La Adictiva
Hace poco, asistimos a Crypto.com Arena para cubrir un concierto de Luis R. Enriquez, la nueva sensación de los narcocorridos, y quedamos un tanto sorprendidos por la manera despreocupada en la que este cantaba temas vinculados a Joaquín “El Chapo” Guzmán mientras proyectaba en las pantallas las siglas “JGL” (que aluden justamente al narcotraficante).
Pero eso no fue nada, claro, porque ayer en la Arena Miami-Dade, y en medio de una transmisión televisiva que llega a millones de personas, La Adictiva dedicó el tiempo completo que se le otorgó en el tabladillo a la interpretación de la misma pieza y proyectó igualmente las iniciales señaladas, mientras la audiencia bailaba y celebraba.
La Adictiva, que surgió en Sinaloa y cuenta ya con tres décadas de carrera, tiene mayormente en su repertorio piezas románticas, por lo que resulta significativo que haya elegido esta polémica composición para lo que era su primera presentación en el Premio Lo Nuestro.
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