El clima sigue manteniendo su indecisión, pero el calendario indica que el verano se encuentra cerca y, por lo tanto, que se aproxima el momento de los grandes estrenos de estudio, como lo demuestra el lanzamiento de la nueva entrega de una saga de acción que no parece tener fin. Sin embargo, los espectadores que favorecen títulos menos acelerados y más reflexivos tienen también oportunidades para pasarla bien.
FAST X
Director: Louis Leterrier
Reparto: Vin Diesel, Michelle Rodriguez, Jason Momoa
Genero: Acción
Si adoras ya las películas de “Fast & Furious”, la décima entrega de la saga, que se encuentra en cartelera desde esta tarde, no hará nada para alterar tu opinión. Y si las odias, no habrá nada en esta cinta que te lleve a reconsiderar lo que piensas, aunque siempre cabe la posibilidad de que las odies todavía más.
En términos estrictamente comerciales, la existencia de “Fast X” tiene todo el sentido del mundo; piensen lo que piensen sus detractores, es prácticamente imposible que no se convierta en un éxito arrollador de taquilla, y no solo porque, inexplicablemente, la audiencia masiva no se encuentra todavía saturada con las aventuras cada vez más inverosímiles de Dominic Toretto y su familia postiza, sino porque se está lanzando en una cantidad impresionante de salas y en todos los formatos posibles.
Se esté del lado que se esté, hay que reconocer que, en medio de sus premisas cada vez más ridículas, esta serie cinematográfica sigue siendo capaz de mantener un nivel visual deslumbrante en lo que respecta a sus incontables y extensas escenas de acción, respaldado por una puesta en escena que, a diferencia de lo que sucede con otros ‘blockbusters’, no pone abiertamente en evidencia sus retoques digitales, pese a que, a este punto, coquetea abiertamente con la ciencia ficción y con el sentido del absurdo.
Tal y como lo han hecho sus antecesores, Louis Leterrier (“Transporter 2”, “The Incredible Hulk”), el director francés a cargo de “Fast X”, sabe lo que quiere la hinchada, y se lo ofrece a través de persecuciones automovilísticas, explosiones dramáticas y peleas cuerpo a cuerpo (la que se produce entre Michelle Rodriguez y Charlize Theron es especialmente intensa) que generan indudablemente adrenalina.
Claro que, para poder disfrutar de estos momentos, el guión firmado por Dan Mazeau y Justin Lin nos obliga a sufrir con un Toretto que repite una y otra vez sus mensajes habituales, hasta el punto de sentirse más como una de esas máquinas que conduce que como un ser humano, y con unos diálogos de nivel tan básico que no parecen haber sido escritos por profesionales de la industria. Lamentablemente, estas carencias se extienden al nuevo personaje interpretado por la legendaria Rita Moreno, quien es completamente desperdiciada en el papel de la abuela de Dom.
Piensen lo que piensen los fans, el supuesto protagonista es el punto más débil de la aventura, a diferencia de lo que ocurre con el recién incorporado Jason Momoa, quien nos brinda a uno de los mejores villanos de la saga -el carismático psicópata Dante Reyes, dispuesto a hacer lo que sea con tal de vengar la muerte de su padre, el narcotraficante brasileno eliminado en “Fast Five”-, secundado por un John Cena que, luego de dejar su propia interpretación de ‘malo’ en la entrega anterior, vuelve a hacer gala de sus encantadores virtudes cómicas.
CHILE ‘76
Directora: Manuela Martelli
Reparto: Aline Kuppenheim, Nicolás Sepúlveda, Hugo Medina
Genero: Drama / Thriller
Pese a tener un nombre parecido a “Argentina, 1985” y a compartir con la cinta gaucha más de una semejanza histórica, “Chile ‘76” (que se llama realmente “1976”) es un trabajo con personalidad propia que resulta no solo tan válido como el que ganó recientemente el Globo de Oro a la Mejor Película en Idioma Extranjero, sino que toma una ruta menos convencional en términos estéticos y propositivos.
El filme chileno que se estrena este viernes en el Laemmle Royal tras pasar por salas de Nueva York es no solo una producción creada esencialmente por mujeres (entre ellas, su directora y coguionista, su directora de fotografía, su directora de arte, su montajista, su diseñadora de vestuario y su sonidista), sino también una que pone al frente a un personaje femenino atípico en esta clase de historias: Carmen (Aline Kuppenheim), una mujer de cierta edad que pertenece a la clase alta pero cuyos principios cristianos la llevan a aceptar la propuesta del cura local para proteger a Elías (Nicolás Sepúlveda), un insurgente herido que se encuentra en la lista negra de la dictadura pinochetista.
Al salirse del molde convencional de la militancia, la película adopta una perspectiva mucho más abierta que la de producciones semejantes y adquiere un tono cotidiano que se plasma sobre todo en sus escenas familiares, cuando Carmen se reúne con personas que deciden ignorar por completo los actos delictivos que están siendo cometidos por el gobierno central o lanzan directamente lemas conspirativos.
Más allá de la estupenda labor de la experimentada Kuppenheim, el realismo y la recreación de época son algunos de los puntos fuertes de una cinta cuya directora y creadora, Manuela Martelli, no había nacido cuando se dieron los hechos que aquí se narran, pero que además de ofrecernos una mirada absolutamente creíble del fenómeno, nos introduce súbitamente y de manera particularmente lograda en unos terrenos del ‘thriller’ que no estarían fuera de lugar en un trabajo de Alfred Hitchcock, pero que representan perfectamente la sensación de paranoia que se va generando en la protagonista mientras se involucra más y más con la resistencia.
Esta es la ópera prima como realizadora de Martelli, cuya extensa carrera como actriz incluye un papel estelar en “Machucha” (2004), el recordado drama de Andres Wood que se desarrollaba también en los ‘70, y que, con esta obra -en la que no actúa-, da cuenta de una capacidad artística y analitica que trasciende su ya reconocido trabajo de interpretación.
OUTPOST
Director: Joe Lo Truglio
Reparto: Beth Dover, Dylan Baker, Dallas Roberts
Género: Terror
Aunque una buena parte del público sigue creyendo que las películas de terror tienen que manejar temáticas sobrenaturales para ser definidas realmente de ese modo, la vertiente psicológica ocupa no solo un lugar privilegiado dentro del mismo género, sino que tiene siempre el potencial de ser la más perturbadora debido a las conexiones que traza con espantos de la vida real.
Eso es lo que sucede en “Outpost”, un título independiente que se encuentra disponible desde esta noche en Cinelounge Sunset y desde mañana en Video on Demand y en formato digital, y que nos traslada a las montañas de Idaho para presentarnos a Kate (Beth Dover), una joven que ha decidido aceptar un trabajo temporal como encargada de un puesto de vigilancia de incendios mientras se recupera de un acto de violencia doméstica.
Poco a poco, Kate irá descubriendo que irse a un lugar desolado y pasar la mayor parte del tiempo sin compañía humana no es la manera ideal de lidiar con un trauma latente que se manifiesta desde el comienzo a través de alucinaciones ciertamente preocupantes, aunque, poco a poco, los acercamientos que tiene con algunas de las pocas personas con las que se cruza en el bosque abren la esperanza de una recuperación emocional.
Sin embargo, el pasado y los traumas de la protagonista, que se van revelando de manera paulatina, son mucho mas serios de lo que se podria esperar, lo que conduce irremediablemente a un incontenible estallido de violencia que tiene sabor a revancha feminista pero resulta tan fácil como excesivo. Hay que tomar en cuenta que este es el debut como director y guionista de cine de Joe Lo Truglio (sí, un hombre), quien se ha dado a conocer por sus papeles cómicos en la pantalla grande y en la chica.
Además de lograr una puesta en escena especialmente convincente para un título de esta clase y de sacarle lustre a sus actores -entre los que se encuentra un estupendo Dylan Baker-, Lo Truglio muestra indudables habilidades en el manejo de un género con el que parecía no comulgar; pero eso no evita que caiga eventualmente en unos lugares comunes que pudo fácilmente evitar.
UNREST
Director: Cyril Schäublin
Reparto: Clara Gostynski, Alexei Evstratov, Monika Stalder
Género: Drama histórico
Las películas que manejan temáticas políticas suelen ser pesadas y discursivas, y en ese sentido, hay que agradecer la llegada de “Unrest”, una cinta suiza que se estrena este viernes en Laemmle Santa Monica Center y que, pese a lidiar con un tema tan complejo como el anarco-comunismo, lo hace de una manera entretenida y juguetona sin sentirse por ello superficial.
Tomando como base el periodo histórico que encontró al emblemático geógrafo y teórico anarquista de origen ruso Peter Kropotkin viviendo en un pueblo suizo, la cinta de Cyril Schäublin prescinde por completo de los moldes biográficos habituales para presentar de manera consecuente una mirada colectiva sobre los esfuerzos hechos por un grupo de personas con la finalidad de obtener un trato más justo por parte de sus empleadores.
La mayor parte de “Unrest” se desarrolla al interior de una fábrica de relojes donde los trabajadores deben hacer gala de una precisión milimétrica al armar los complejos dispositivos que se ponen en sus manos, y cuyos mecanismos son comparados de manera ingeniosa con los deseos de revuelta presentes en una comunidad que, debido a su emplazamiento cultural y geográfico, se aleja considerablemente de la agresividad y la beligerancia propias de los insurgentes de otros territorios.
De ese modo, la vida bucólica que se presenta, en medio de un ambiente rural cargado de belleza, entra en contradicción con unas demandas de cambio social que pueden parecer inicialmente excesivas, pero que van tomando poco a poco validez mientras somos expuestos a intercambios de ideas, relaciones interpersonales y situaciones que revelan claramente el nivel de injusticia subyacente en este medio aparentemente idílico. Finalmente, en lugar de dar respuestas o de ofrecer conclusiones, Schäublin presenta una impresión de realidad tan meticulosamente construida como los preciosos relojes del pasado que exhibe.
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