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‘13 Reasons Why’: un regreso con preguntas -y respuestas- preocupantes

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La serie “13 Reasons Why”, de Netflix, hizo que todos hablaran de ella cuando se estrenó en 2017, aunque no todo fue bueno.

El programa narra las secuelas del suicidio de la adolescente Hannah Baker (Katherine Langford), quien dejó una serie de casetes donde relataba su tormento interno. El drama sacó a la luz las ásperas verdades de la adolescencia, como el acoso mediante las redes sociales, los ataques en base al comportamiento sexual y las agresiones sexuales.

Basada en la exitosa novela de Jay Asher, la serie casi instantáneamente se convirtió en un clásico de transmisión en los dispositivos móviles de los jóvenes espectadores. Pero el drama también provocó una tormenta de debates entre los adultos, respecto de si realzaba el suicidio. Algunos funcionarios escolares preocupados en todo el país incluso emitieron advertencias a los padres acerca de permitir que sus hijos miren el show.

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Cuando emergió la posibilidad de una segunda temporada, rápidamente surgió una pregunta: con Hannah muerta y el material de la primera temporada prácticamente agotado, ¿era esta una narración que realmente necesitaba continuar?

“La gente decía: ‘La historia ya está contada’; las vidas de los personajes terminan allí, ya escuchamos las 13 cintas”, afirmó el productor ejecutivo Brian Yorkey, quien dirige el proyecto. “Siempre fui el chico que terminaba un libro y quería saber qué le pasaba a los personajes a continuación. Por lo tanto, no me puedo imaginar que estos chicos no avancen, todavía en un intento por lidiar con aquello de lo que formaron parte, salir al otro lado del túnel, recuperarse”.

Netflix y los productores sintieron que la misión general de la serie, de exponer verdades incómodas, valía la pena. Así, se arriesgaron a generar más indignación y avanzaron con una segunda temporada.

La continuación de “13 Reasons Why”, lanzada hace unas semanas con tibias críticas, explora aún más el impacto del suicidio de Hannah entre sus amigos y familiares, así como la culpabilidad de la escuela. Pero los guionistas de la serie, que desarrollaron el arco de la historia con la ayuda de consultores de salud mental, intensificaron su enfoque en el ataque sexual adolescente.

El resultado es una temporada tan provocativa e inquietante como la primera.

La acción comienza con la amiga de Hannah, Jessica Davis (Alisha Boe), que intenta volver a la normalidad después de ser violada por su compañero deportista, Bryce (Justin Prentice), la temporada pasada (para los no iniciados en el programa, Hannah también fue atacada sexualmente por Bryce en la primera temporada).

Una gran fuente de indignación resultó una escena, en el episodio final de la temporada, en la cual el fotógrafo escolar Tyler Down (Devin Druid), un chico solitario, es brutalmente violado por tres estudiantes atletas liderados por Jock Monty, en un baño de la escuela. En un momento, Tyler es sodomizado con el mango de un trapeador.

El Parents Television Council (PTC), un grupo de presión con sede en L.A. que monitorea la decencia de los medios, pidió a Netflix que cancele la serie.

La directora de PTC, Melissa Henson, quien vio toda la segunda temporada, afirmó en una declaración: “Para los niños que ya están en riesgo, que están siendo intimidados o maltratados, el programa solo sirve para desencadenar esos sentimientos y crear circunstancias peligrosas en la vida real. Instamos a los padres y las escuelas a estar alerta y en guardia en las próximas semanas y meses”.

Yorkey respalda su decisión de destacar los temas y elementos problemáticos del programa. “Entiendo la tentación de querer proteger a [los niños] de todo”, aseguró el productor, quien no es padre. “Pero cuando tapamos las cosas con silencio, tendemos a cubrirlas con estigma y vergüenza; cuando no hablamos de ciertas cuestiones, las personas que las experimentan se sienten totalmente aisladas y no sienten que alguien, alguna vez, pueda comprender lo que han pasado”.

Los nuevos episodios llegan mientras Hollywood -y la sociedad en general- sigue sintiendo el efecto dominó provocado por la reciente avalancha de hostigamientos sexuales y acusaciones de agresión a individuos poderosos.

“Vimos como estos problemas realmente explotaron en nuestra cultura”, aseveró Yorkey. “Y son temáticas centrales para la segunda temporada. No solo de agresión sexual, sino de agresión sexual en serie. La forma en que sistemáticamente se permitió que las instituciones, ya sea intencionalmente o por inacción, posibiliten que el tema continúe y siga siendo un secreto”.

Para Boe, el desarrollo fortuito presenta la oportunidad de hacer algo bueno. La actriz de 21 años recibió cientos de mensajes en 2017, de jóvenes espectadores que se identificaron con la historia de Jessica como víctima de un ataque sexual. Pero también recordó cómo su personaje fue vilipendiado por algunos. “Creo que es un paralelismo con lo que sucede en el mundo real: cómo se culpa a las víctimas”, afirmó. “No le creen al sobreviviente y simplemente se ponen del lado del atacante. Pero es una locura cuánto ha cambiado eso en el último año”.

Langford, cuyo personaje tiene presencia mediante flashbacks y como una especie de aparición durante esta temporada, afirmó que la trama de Hannah es un ejemplo de por qué esas historias deben ser contadas. “Hannah fue víctima de una agresión sexual y lo que le sucedió en ese momento de su vida... no era algo con lo que ella pudiera vivir”, indicó la actriz. “Creo que hay algunas discusiones absolutamente importantes que propicia este programa”.

La serie amplió la conversación para incluir el ataque sexual masculino, resaltó Yorkey, porque los guionistas sintieron, después de investigar, que era “una especie de epidemia”. “Tal como hicimos con el ataque sexual en la primera temporada, queríamos que esa escena hiciera justicia a lo que los varones jóvenes realmente experimentan en esos momentos, y tratar de no suavizarla”, expuso el productor ejecutivo.

Netflix se negó a comentar sobre la reacción violenta que recibió la escena gráfica. Yorkey, sin embargo, notó que fue intensamente debatida dentro de la sala de escritores, así como también con los ejecutivos del estudio y de Netflix.

Al explorar el caos de los ataques sexuales surgió la cuestión de la justicia. Según Yorkey, dos tarjetas naranjas en la pared de la sala de guionistas guiaron la temporada: “¿Qué es la justicia?”, y “¿Se puede encontrar justicia en un mundo injusto?”, decían. El productor citó una estadística de RAINN (siglas en inglés de Red Nacional de Violación, Abuso e Incesto): solo seis de cada 1,000 violadores son encarcelados por sus delitos.

Al final de la temporada, Bryce es juzgado por violar a Jessica y finalmente, tras una condena, recibe una sentencia indulgente -algo similar al caso de 2016 que involucró a Brock Turner, antiguo nadador de la Universidad de Stanford, quien fue sentenciado a seis meses de cárcel por agredir sexualmente a un mujer inconsciente-.

“Creo que para muchos espectadores lo que brindamos es insatisfactorio”, dijo Yorkey. “Nosotros creemos que es como debe ser, porque lamentablemente hacer justicia en estos temas puede ser difícil en el mundo real”.

El juicio contra Bryce generó una escena que estuvo a punto de no llegar a la edición final de la serie, por temor a que los espectadores pensaran que el programa estaba persiguiendo la noticia del movimiento #MeToo. En ella, Jessica se dirige a su atacante, Bryce, mientras relata la experiencia traumática del ataque. La escena luego cambia a otros personajes femeninos del programa, que suben al estrado para relatar sus propias experiencias de acoso o ataque.

A Prentice, retratar al atacante serial Bryce le permitió ver cómo cierto comportamiento que no se controla a una edad temprana puede ser perjudicial. “Bryce creció faltándole el respeto a las mujeres y sintiendo que el mundo se debía a él”, indicó. “Desafortunadamente, hay demasiados Bryce en la actualidad. Creo que hay esperanza de que todo cambie si comenzamos a hablar de estos temas; qué significa una violación, qué significa el ataque sexual, qué es el consentimiento. Así podremos influenciar a estos varones jóvenes desde una edad temprana”.

No está claro si “13 Reasons Why” contribuirá más con esa discusión; aún no se ha confirmado una tercera temporada para el drama.

’13 Reasons Why’

Dónde se emite: Netflix

Cuándo se emite: en cualquier momento.

Clasificación: TV-MA (puede no ser adecuado para menores de 17 años).

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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