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Alfonso Cuarón y la conquista de la libertad

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Escuché por primera vez el nombre de Alfonso Cuarón en boca de Conrad Hall, el gran cinefotógrafo de Butch Cassidy y American Beauty. Conrad no dejaba de hablar de Y TU MAMA TAMBIEN, me decía, “this guy is the real thing.” No se equivocó, Alfonso Cuarón se convirtió en el primer mexicano en ganar el Oscar por mejor director y ahora su nueva película ROMA está nominada para 10 Oscares.

A primera vista, ROMA, pareciera enmarcarse en la tradición del neorealismo italiano. Pero es algo completamente distinto. Se trata de una película de época, que reconstruye el México de hace 40 años. Nada es accidental, todo lo que se ve y se escucha fue rigurosamente investigado, incluso se construyeron dos cuadras de la Av. Insurgentes.

Como en el neo realismo, la mayor parte de los actores no son profesionales. Pero aquí también, hay una importante aportación de Cuarón en la dirección actoral.

Cuando se trabaja con actores no-profesionales o de técnica deficiente, se corre el riesgo de que caigan en estereotipos o clichés. Este ha sido uno de los grandes problemas del cine mexicano. Para evitarlo, Cuarón no repartió el guión a sus actores con antelación.

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Les daba sus líneas poco antes de la filmación y no les decía lo que les iban a contestar los otros personajes. De esta forma logró que sus actores fueran totalmente naturales y que reaccionaran como si estuvieran realmente viviendo la escena.

La honestidad con lo que se cuenta la historia y la reconstrucción fidedigna de la época, dan a ROMA un valor social que va mas allá de lo narrativo. Sin que se diga de manera discursiva, afloran problemas como la discriminación racial, la injusticia y la represión, todo está allí, no porque alguien hable del tema, sino porque lo estamos viendo.

LA REBELION FORMAL

El cine mexicano en los ochentas, cuando Cuarón empezó su carrera, era una industria en agonía. El sector privado producía cine commercial excecrable y el Estado, que en los setentas había financiado un breve renacimiento cinematográfico, se había retraído y apoyaba muy pocos proyectos, por lo general elitistas y alejados del público.

Algunos de nuestros mejores cienastas tuvieron que hacer películas comerciales, para sobrevivir. No había salida para el cine en el extranjero y las oportunidades de exhibición eran limitadísimas.

Cuarón y su amigo Emmanuel Lubezky enfrentaron la crisis con una idea simple: hacer películas que se “vieran bien” es decir, que fueran técnicamente comparables a lo que se hacía en Europa o E.U. Rechazaron también los temas pretenciosos y oscuros que favorecía la crítica mexicana de entonces para filmar temas mas personales.

SOLO CON TU PAREJA (1991) es una ejemplo de estas búsquedas. Una comedia de un galán de clase media, que piensa que tiene SIDA. La película es muy divertida, con escenas como la seducción de una novia en su misma boda o los malabarismos del protagonista entre dos amantes en el mismo edifico.

El galán se enamora de una hermosa azafata que practica sus rutinas de instrucción a pasajeros. SOLO CON TU PAREJA culmina con una bellísima escena amorosa en la Torre Latinoamerica donde, con la música de Don Giovani, vemos caer los calzones de la bella azafata como una prenda sagrada. SOLO CON TU PAREJA, gustó en festivales internacionales y abrió para Cuarón las puertas del cine norteamericano.

A LA CONQUISTA DE NORTEAMERICA

En Estados Unidos ha habido por lo general dos tipos de directores: los “auteurs” formados en escuelas de cine, creativos y originales, pero poco confiables. Están también los directores “hack” formados en la industria, seguros pero predecibles y limitados.

Cuarón tiene una formación doble: estudió cine en el CUEC, y filosofía en la UNAM y tiene una vastísima cultura cinematográfica. Pero también, debido al nacimiento de su hijo a los veinte años, tuvo que trabajar por años en la industria.

Se ha descrito a sí mismo como “un obrero del cine”. Empezó desde abajo, fue operador de boom, editor, asistente de producción, asistente de cámara, hasta que se consolidó como asistente de dirección, desarrollando el oficio y la disciplina.

Esta formación doble le permitió encajar muy bien en el cine norteamericano. Podía entender a los produtores, ajustarse a presupuestos y calendarios, pero también ser creativo e inteligente y hacer películas frescas y memorables.

Sus primeras películas, ambas con Emmanuel Lubezki en la fotogafía, no son guiones suyos, sin embargo logró darles un caracter propio. En A LITTLE PRINCESS (1995) filma desde la perpectiva de la niña, aún sus relatos del Rama y la India, tienen el color y la sensibilidad de una niña.

GREAT EXPECTATIONS (1998), es una película donde el guión y el casting ya estaban establecidos. Cuarón y Lubesky controlaban sólo el rodaje. Pero aún con estas limitaciones hacen aportaciones notables, por ejemplo, ese primer beso de los niños en el bebedero. Vemos sus labios, sus lenguas en el agua, el momento en que se crispan sus manos y la niña apunta el pie, y luego… el descubrimieto del amor y el asombro ante sí mismos cuando se tocan los labios y se reconocen.

PRIMER REGRESO A MEXICO

Después de GREAT EXPECTATIONS, Cuarón quizo re-encontrarse con el cine que amaba y volver a escribir y generar sus propios proyectos. El resultado es una nueva obra maestra: Y TU MAMA TAMBIEN (2001).

La argumento es simple: dos jóvenes “calientes” convencen a una hermosa mujer mayor para que viajen a una playa. Pero mientras esto ocurre en el primer plano, en el trasfondo vemos a México.

Todo se va revelando en terminos puramente cinematográficos: las hipócritas convenciones sociales, la corrupción, la miseria. Se entiende perfectamente el clima autoritario del país simplemente a través de las palabras de los comensales, la actitud de los guaruras y el servilismo de todos.

El viaje a la playa es un recorrido por México, vemos desde una boda de pueblo, una maifestación callejera, hasta los retenes de seguridad. Poco a poco los jóvenes se abren y se conocen, al mismo tiempo que el país se abre para nosotros.

El final de Y TU MAMA TAMBIEN fue sugerido por Guillermo del Toro. Aquí hay que abrir un paréntesis para hablar de la amistad y la colaboración entre Cuarón, González Iñárritu y Del Toro, algo completamente inusual en México donde, en lugar de enfrentarse, se ayudan, se critican con rigor y son solidarios entre sí.

HARRY POTTER Y EL PRISIONERO DE AZKABAN

El éxito de Y TU MAMA TAMBIEN estableció a Cuarón en el mundo. Pudo haber seguido en esa línea, haciendo proyectos personales, pero en lugar de eso, aceptó dirigir, también a sugerencia de Guillermo del Toro: HARRY POTTTER Y EL PRISIONERO DE AZKABAN(2004). Parecía un reto insalvable: Cómo hacer algo original con una franquicia multimillonaria, donde todo estaba pre-establecido y existía la espectativa de mantener el status quo?

Cuarón empezó otra vez con su inteligente dirección actoral. Pidió a sus jóvenes estrellas escribir su autobiografía como personajes y los hizo ver LOS 400 GOLPES de Truffaut, una condena implacable a la arbitrariedad y el abuso de los adultos.

De allí viene quizá la ferocidad con la que Harry reacciona a los insultos de la Tía Marge, convirtiéndola en una pelota hinchada que se pierde en el espacio. El buen rapport de Cuarón con sus actores se ve en las fotos del rodaje, reclinándose en el hombro de Daniel Radcliffe o dejando que Emma Watson haga trenzas con su cabellera. Gracias a esta cercanía, logró despertar el talento de los muchachos hacerlos mas auténticos y genuinos.

HARRY POTTER se convirtió también en un laboratorio, en donde Cuarón aumentó su maestría en efectos especiales. Pero nunca olvidó que cualquier efecto, para realmente funcionar, tiene que relacionarse con emociones reales. En el caso de Buckbeak, una especie de pájaro/ pegaso en el vuelo de Potter, antes de volar lo establece como un animal de peligro, que vive y siente. HARRY POTTER fue un triunfo, para muchos, entre ellos la autora de los libros J.K Rowling, la mejor de la serie.

A primera vista, ROMA, pareciera enmarcarse en la tradición del neorealismo italiano. Pero es algo completamente distinto. Se trata de una película de época, que reconstruye el México de hace 40 años.

A primera vista, ROMA, pareciera enmarcarse en la tradición del neorealismo italiano. Pero es algo completamente distinto. Se trata de una película de época, que reconstruye el México de hace 40 años.

(Carlos Somonte / AP)

LAS GRANDES PRODUCCIONES PERSONALES.

CHILDREN OF MEN (2006) donde Cuarón es no solo director sino también co-guionista, nos presenta un mundo infértil en el que una joven embarazada (Kia) es llevada a un barco seguro por Theo. Lo mas importante de esta obra maestra es el contexto. Un mundo de rejas y muros, donde se persigue a los inmigrantes y se les mete en jaulas. Es también un mundo en guerra permanente.

Otra vez los grandes temas se presentan en términos puramente cinematográficos, como esa escena inolvidable, profundamente espiritual, en que la madre y su niña en brazos hacen a los soldados violentos deponer las armas por un instante. En CHILDREN OF MEN, Cuarón adquiere una vigencia universal. La guerra que presenta son todas las guerras, los inmigrantes que retrata son todos los inmigrantes. Un futuro que se parece cada vez mas al presente.

GRAVEDAD (2013) empezó como un proyecto personal que Cuarón escribió con su hijo Jonás. Pensaron que sería una película íntima con solo dos personajes perdidos en el espacio.

Después, cuando intentaron filmarla, se dieron cuenta que era dificilísimo. No había antecedentes. En muchos casos tuvieron que inventar una tecnología que no existía. Primero hubo que hacer todo en animación y luego filmar a los actores suspendidos en cuerdas como si fueran marionetas.

El problema de la luz, también complejísimo se resolvió creando una “caja lumínica” con 1.8 millones de luces LED. Cuarón dice que en GAVEDAD, Lubezky pudo finalmente dar la orden que han querido dar todos los fotógrafos del mundo: “por favor ponme el Sol el otro lado”.

El sonido fue otro reto, no hay sonido en el espacio. Los astronautas solo escuchan los sonidos dentro de sus trajes.

En GRAVEDAD la duración de las escenas no estuvo determinada por el guión sino por las necesidades visuales de la animación. Había que ajustar los diálogos, para ello, Cuarón desarrolló una relación espléndida con Clooney y Bullock, los hizo partícipes del proceso creativo.

Usó también toques de humor, por ejemplo, en el caso de Sandra Bullock que tenía que pasar jornadas de 9 horas suspendida por hilos, para relajar la tension, bautizaron su caja como “Sandy’s cage”.

En GRAVEDAD la fotografía es de una belleza impresionante, no solo en las grandes tomas de la Tierra sino también en detalles pequeños, como la lágrima de Bullock que flota en primer plano, o esas tomas en donde adopta una posición fetal, como si volviera a nacer.

En GRAVEDAD Cuarón se metió en el terreno más difícil, un cine de ultra primer mundo, territorio de Spielberg, Lucas y Kubrick. Su triunfo fue tan contundente, tan inobjetable, tan legítimo, que La Academia no tuvo mas remedio que darle el Oscar al mejor director, rompiendo 80 años de ignorar al mexicano.

Ahora, con ROMA, Cuarón puede lograr algo aún mas importante, ganar los máximos honores del cine, con un tema personal en una película filmada y actuada por mexicanos en México. Ni siquiera en sus sueños mas delirantes, cuando Cuarón empezó su carrera como “obrero del cine” se hubiera podido imaginar algo así.

La carrera de Alfonso Cuarón ha sido como una escalera ascendente. En cada peldaño va ganando no solo prestigio sino también independencia. La suya es una larga y dificil conquista de la libertad.

* Gregorio Luke es un experto en arte y cultura mexicana y latinoamericana. Fue director del Museo de América Latina. Cónsul de Asuntos Culturales de México en Los Ángeles y primer secretario de la Embajada de México en Washington D.C.

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