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Supermercados como Wal-Mart y Red Lobste venden camarones pelados por niños esclavos

Niños y adolescentes esperan sentado a ser registrados por funcionarios durante un registro en una fábrica de gambas en Samut Sakhon, Tailandia. (Foto AP/Dita Alangkara)

Niños y adolescentes esperan sentado a ser registrados por funcionarios durante un registro en una fábrica de gambas en Samut Sakhon, Tailandia. (Foto AP/Dita Alangkara)

(Dita Alangkara / AP)
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Trabajadores migrantes pobres y niños son vendidos a fábricas en Tailandia y obligados a pelar camarones que terminan en cadenas de abastecimiento globales, incluidas las que sirven a Wal-Mart y Red Lobster —el mayor minorista y la mayor cadena de marisquerías del mundo, respectivamente— según una investigación de The Associated Press.

En la fábrica Gig Peeling Factory, había casi 100 trabajadores birmanos atrapados, la mayoría trabajando por un sueldo mísero. Pasaban 16 horas al día con sus doloridas manos en agua helada, quitando las tripas, cabezas, colas y conchas de los camarones. Una niña era tan pequeña que tenía que ponerse de pie sobre un taburete para llegar a la mesa de trabajo. Algunos pasaron así meses, incluso años. Siempre había alguien vigilando.

“No nos dejaban descansar”, dijo Eae Hpaw, de 16 años, cuyos brazos son un mosaico de cicatrices de infecciones y alergias relacionadas con el marisco. “Dejábamos de trabajar alrededor de las 7 de la tarde. Tomábamos una ducha y dormíamos. Luego volvíamos a comenzar alrededor de las 3 de la madrugada”.

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En esta imagen, tomada el 9 de noviembre de 2015, un montón de camarón abandonado sobre una mesa de trabajo mientras un soldado tailandés pasa por detrás durante un registro en una fábrica de procesamiento de gambas, en Samut Sakhon, Tailandia. (Foto AP/Dita Alangkara)
(Dita Alangkara / AP)

Más de 2.000 pescadores atrapados han sido liberados este año como resultado de una serie de investigaciones, todavía en marcha, de The Associated Press sobre la esclavitud en la industria pesquera tailandesa. Los reportes han llevado además a docenas de detenciones, incautaciones valoradas en millones de dólares y propuestas de nuevas leyes federales.

La trata de personas generalizada ha ayudado a convertir a Tailandia en uno de los mayores proveedores de camarón del mundo. A pesar de las reiteradas promesas de empresas y gobierno de limpiar la industria de exportación pesquera del país, valorada en 7.000 millones de dólares, los abusos persisten alimentados por la corrupción y la complicidad entre policía y autoridades. Las detenciones y enjuiciamientos son poco habituales. Las redadas pueden terminar enviando a migrantes sin documentación legal a la cárcel, mientras los propietarios quedan impunes.

“Me sorprendí tras trabajar allí un tiempo y darme cuenta de que no había forma de dejarlo”, dijo Tin Nyo Win, de 22 años, otro ex empleado de la factoría que solía pelar unos 80 kilos (175 libras) de gambas con su esposa por solo 4 dólares al día.

Cientos de cobertizos de camarón pelado están ocultos a plena vista en Samut Sakhon, a una hora de Bangkok, algunos con esclavos encerrados dentro. El mes pasado, periodistas de AP siguieron y grabaron como camiones llenos de camarón recién pelado iban de la abusiva Gig a importantes empresas de exportación tailandesas. También registraron conexiones similares con otra fábrica registrada hace seis meses, y entrevistaron a más de dos docenas de trabajadores de ambos lugres. En total, varias empresas recibieron gambas sospechosas, incluyendo Tahi Union, una de las mayores empresas de marisco del mundo, y una filial.

Las gambas procesadas de esta forma pueden mezclarse con otros lotes de producto durante su empaquetado, etiquetado y envío, lo que hace posible determinar donde se trató cada ejemplar. Pero dado que al menos algunos de los exportadores de gambas de Tailandia fueron procesados por trabajo forzoso, todo esto se considera que está relacionado con esclavitud, según estándares de Naciones Unidas y Estados Unidos.

Latas de alimento para gato Francy Feast, con sabor de pescado y camarón, un producto de Tailandia, que fueron compradas en un supermercado Publix en Orlando, Florida, el lunes 16 de noviembre de 2015. De acuerdo con un informe que encargó Nestle SA, los trabajadores migrantes muy pobres en Tailandia son engañados o atraídos con falsas promesas y obligados a capturar y procesar especies marinas que terminan en las cadenas de suministro de esa empresa gigante global.(AP Foto/John Raoux)
(John Raoux / AP)

Registros de aduanas de Estados Unidos muestran que los camarones llegan a las cadenas que abastecen a las principales cadenas de supermercados del país y a minoristas como Wal-Mart, Kroger, Whole Foods, Dollar General y Petco, junto a restaurantes como Red Lobster y Olive Garden. También entran en la red de distribución de algunas de las marcas de marisco más conocidas del país y a alimentos para mascotas, entre ellas Chicken of the Sea y Fancy Feast. Periodistas de AP visitaron supermercados en los 50 estados del país y encontraron productos de camarón de firmas supuestamente vinculadas a trabajos forzosos.

Los registros de importación y exportación de Europa y Asia son confidenciales, pero las empresas que comercializan los camarones rastreados por la AP dicen que realizan envíos a esos continentes. Reporteros de AP en Alemania, Italia, Inglaterra e Irlanda hallaron varias marcas con origen en Tailandia en supermercados de sus respectivos países.

Las empresas que respondieron a los hallazgos de AP condenaron las prácticas que provocan esas situaciones. Muchos pidieron más detalles y dijeron que estaban realizando investigaciones.

Wal-Mart, Red Lobster y otras empresas explicaron que se esfuerzas por asegurar que las gambas que reciben no son sospechosas de haber sido tratadas por trabajadores forzados.

“Como la cadena de marisquerías más grande del mundo, sabemos el importante papel que jugamos para establecer y asegurar el cumplimiento de los estándares de la industria, y estamos comprometidos a hacer nuestra parte para asegurar que el marisco que compramos y vedemos tiene un origen ético, responsable y sostenible”, dijo Red Lobster en un comunicado.

Red Lobster, Whole Foods y H-E-B Supermarkets estaban entre las empresas que dijeron estar seguras — en base a afirmaciones de su proveedor tailandés — que sus camarones no estaban relacionados con prácticas laborales abusivas. Ese proveedor admite que no sabía de donde obtenía todo el producto y envió una nota con medidas correcticas a los negocios estadounidenses que le pidieron respuestas la semana pasada.

Respondiendo a las peticiones de explicaciones de negocios de Estados Unidos tras las revelaciones de AP, el director ejecutivo de Thai Union, Thiraphong Chansiri, reconoció “que producto con origen ilícito podría haber entrado de forma fraudulenta en su cadena de suministro”.

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