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¿Por qué fueron exoneradas las jóvenes que eran sospechosas en el “asesinato” que mantuvo en vilo a Colombia?

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“La muerte de Luis Andrés Colmenares, en la madrugada del 31 de octubre de 2010, no capturó en un inicio la atención de los medios de prensa colombianos”, escribíamos en enero de 2013 en BBC Mundo.

Pero más adelante sí lo hizo y cómo. En estos cuatro años nunca soltó dicha atención, menos tras la noticia de esta semana.

Este lunes la jueza del caso, Paula Astrid Jiménez, comenzó la lectura del veredicto en el que declara inocentes a las dos acusadas por la muerte de Colmenares, sus compañeras Laura Moreno (exnovia de Colmenares, según medios locales) y Jessy Quintero en la prestigiosa Universidad de Los Andes de Bogotá.

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La lectura del fallo se extendió hasta este miércoles, cuando la jueza respondió a la pregunta que en Colombia muchos se vienen haciendo (y discutiendo) desde hace años: ¿fue asesinato?

Antes de responder, repasemos lo ocurrido.

Siete años de proceso...

La historia de este caso comenzó en la noche de Halloween de 2010, cuando, según la versión de las jóvenes, el muchacho de 20 años había salido corriendo de pronto, a la salida de una fiesta en la capital colombiana.

En su loca carrera -dijeron- se había precipitado a un curso de agua que atraviesa el parque El Virrey, un largo espacio verde que se extiende de este a oeste en el norte de Bogotá.

La primera hipótesis fue que Colmenares se había ahogado.

No obstante, una segunda necropsia, solicitada por los padres del estudiante de ingeniería industrial, sugería que su muerte había sido consecuencia de un golpe en la cabeza propinado con un “objeto contundente”.

También se habían identificado varias heridas en el cuerpo y la cabeza.

Para octubre de 2011 las dos jóvenes ya habían recibido casa por cárcel (prisión domiciliaria) y Moreno empezó a ser procesada por coautoría impropia de homicidio y falso testimonio.

Y Quintero, su mejor amiga, por falso testimonio y encubrimiento.

En junio de 2012, fue capturado un exnovio de Moreno, también estudiante de la Universidad de Los Andes. Carlos Cárdenas fue identificado por la Fiscalía como el principal sospechoso de la muerte de Colmenares y del encubrimiento que en su momento puso fin a la investigación.

No obstante, en junio de 2014, la Justicia colombiana absolvió a Cárdenas, luego de que un juez local determinara que no había material probatorio para asegurar que el acusado había golpeado y asesinado a la víctima, como sostenía la Fiscalía.

Tanto Cárdenas, como Moreno y Quintero siempre sostuvieron su inocencia.

… para volver al principio

“El daño sufrido por Luis Andrés Colmenares es consistente con una caída sobre la cara y no a golpes propinados por terceros”, dijo la jueza Jiménez respecto a las heridas que se encontraron en el cuerpo y cara del joven, durante la lectura del fallo.

De acuerdo con los testimonios y peritajes citados por la magistrada el joven estaba en estado de embriaguez, cayó al agua, perdió la conciencia por el golpe y se ahogó.

Luis Andrés Colmenares falleció por asfixia por sumersión en agua, estando en estado de inconsciencia producido por un severo trauma craneoencefálico y coadyuvado por una intoxicación etílica”, dijo.

Además, la jueza Jiménez señaló que las interceptaciones telefónicas del caso, que se suponían incriminatorias, no probaban culpabilidad y que era aceptable la teoría de que el caudal de agua había movido el cuerpo (lo cual explica por qué el punto de caída no coincide con el lugar donde fue encontrado muerto Colmenares).

“Al haber quedado demostrado que la muerte de Luis Andrés Colmenares Escobar no tuvo su origen en un homicidio, no hay otra alternativa que absolver a las acusadas de los cargos”, dice sobre el final de la sentencia.

Además dio por tierra con la necropsia solicitada por los padres de Colmenares, señalando que muchas de las heridas que se sugerían causadas antes de la muerte fueron en realidad causadas por el perito que realizó esa segunda inspección del cadáver.

Pidió que se investigue a ese forense, Máximo Duque. Y al primer grupo de bomberos que llegó al lugar en que se encontraba Colmenares, por no haber hecho su trabajo de forma apropiada y tergiversar información.

La sentencia de Jiménez, en la que concluyó que la muerte del joven fue por una caída y no por homicidio, causó indignación en muchos sectores que insisten en que el muchacho fue asesinado.

Es que desde el inicio ha sido una historia que ha alimentado posiciones y emociones fuertes, una insistente demanda de justicia.

“Todos los ingredientes de una novela”

Es una historia que tiene todos los ingredientes de una novela: unas mujeres muy lindas, un muchacho hacendoso de provincia que supuestamente es asesinado, un grupo de estudiantes de una prestigiosa universidad y la noche de brujas”, le había dicho en 2013 a BBC Mundo José Monsalve, autor de un libro sobre el caso, que sostiene, como su título: “Nadie mató a Colmenares”.

“Al comienzo ese fue el interés genuino de la gente, que recibió la historia con indignación porque partían del presupuesto de que era un crimen execrable y que entre más presión y más indignación se mostrara en redes sociales resultaría más difícil burlar la Justicia o que el tema quedara en la impunidad”, agregó entonces Monsalve.

Pero el periodista consideraba que esa impresión fue reforzada injustamente por unos medios de prensa que sacrificaron calidad informativa a cambio de audiencia.

Y también por unos funcionarios de la Fiscalía “que entendieron que era un caso muy taquillero, quisieron tener su cuarto de hora de fama y le dieron cuerda a una tesis que, cuando uno hace las verificaciones, no tiene cómo sustentarla”.

En su fallo, la jueza coincide con Monsalve. Cuestiona la Fiscalía por haber ocultado evidencia y lamenta que no se hiciera caso a los funcionarios de esa institución que desde el principio sostuvieron que no se trataba de un homicidio.

“Si se les hubiera hecho caso”, dice, “no se hubiera gastado tanto tiempo en un juicio, donde ha quedado claro que el ente acusador, en verdad, nunca tuvo prueba alguna de dicho ilícito”.

Por lo pronto el caso ha dejado tres condenados, ninguno por homicidio. Son tres testigos de la Fiscalía encarcelados por falso testimonio.

Luego de conocerse la decisión de la jueza Jiménez, el padre del joven fallecido en 2010, Luis Alonso Colmenares, dijo que apelará el fallo.

La historia todavía no termina.

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