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Rescatan a montañista argentina que quedó atrapada sola en la montaña más alta de Canadá

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Natalia Martínez estaba dormida el pasado lunes cuando un gran estruendo la despertó de golpe.

El glaciar sobre el que estaba acampando “se movía” por un sismo de magnitud 6,2 al cual le siguió otro de 6,3 en el Monte Logan, la montaña más alta de Canadá.

“Al salir de su tienda vio enormes avalanchas de bloques de hielo que cayeron en las cercanías. El episodio se repitió un par de horas más tarde”, explicó Camilo Rada, novio de Natalia.

La experimentada escaladora argentina de 37 años logró bajar hasta un lugar más seguro, a 3.600 metros de altura, donde tuvo que esperar hasta la madrugada de este viernes para ser rescatada.

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Fueron tres días en los que tuvo que sobrevivir sola dada que su expedición la estaba haciendo en solitario.

Los equipos de rescate intentaron durante días llegar en helicóptero a su campamento en el Monte Logan, el segundo más alto de Norteamérica, pero el mal tiempo había impedido el salvamento.

Pero las condiciones mejoraron de forma repentina y activaron el operativo como lo confirmó al diario argentino La Nación el novio de Martínez, Camilo Rada.

“La aventura en el Logan terminó con un final feliz. Natalia está con una tremenda sonrisa, sana y salva en el helicóptero con el equipo de rescate”.

“Era demencial”

El 22 de abril Natalia inició su ascenso en solitario con el gran objetivo de llegar a los 5.959 metros de altura del Monte Logan, en los Territorios del Yukón del noroeste de Canadá.

Pese a las malas condiciones del tiempo, la escaladora iba ascendiendo hasta llegar casi a los 4.000 metros de altura cuando sucedieron los dos fuertes sismos.

“El campamento elegido por ella era seguro y no sufrió ningún daño, pero como se podrán imaginar, se llevó un grandísimo susto”, relató Rada en una bitácora en línea en la que ha relatado la travesía de su pareja.

Ambos han estado en contacto en todo momento con un teléfono satelital.

Al sentirse expuesta a los deslizamientos, Natalia decidió bajar hasta una altura más segura a 3.600 metros, en donde ha permanecido desde entonces.

Sin embargo, en ese punto los vientos son más fuertes, como pudo experimentar el martes.

“Una tormenta llegó con fuerza y golpeó el campamento con fuertes nevadas y vientos muy intensos. En sus palabras, ‘era demencial’, ¡y Nati sabe de vientos!”, comentó Rada sobre la odisea que tuvo que pasar Natalia.

La larga espera

Un promedio de 25 escaladores buscan llegar a la cima del Monte Logan cada año.

Natalia tiene amplia experiencia enfrentando condiciones extremas en sus escaladas en la Patagonia, y ya había estado en el Monte Logan canadiense, pero nunca en la cima.

Sin embargo se logró mantener a salvo y con suficiente agua y comida para afrontar una situación extrema en la que el termómetro ha marcado temperaturas inferiores a los -30° Celsius.

“Entre las frecuentes salidas a palear nieve y el viento que sacudía violentamente la carpa, no pudo dormir nada (la noche del martes)”, explicó Rada.

“Estos han sido días muy duros para ella, primero con la decepción de ver su ruta devastada por un terremoto, obligándola a abandonar el sueño de la cumbre, y luego con esta espera forzada en medio de una fuerte tormenta”, escribió Rada.

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