Anuncio

Las flores marchitas de Holanda

Share via

Todos hemos visto alguna imagen de los enormes sembradíos de flores holandeses. Sus famosos tulipanes, el cultivo de rosas y muchas plantas que viajan desde tierras holandesas para ser regaladas por todo el mundo.

Hoy el país parece un cementerio con flores, pero realmente, es un cementerio de flores. Las toneladas de flores perfectamente empacadas hacen pensar que están listas para ser exportadas, pero si se observa bien, han sido arrojadas al piso para ser trituradas.

30 millones de rosas y plantas, yacían tiradas para ser destruidas porque nadie las compró. Ocurrió en la subasta semanal de Alsmeer. Nadie llegó a comprar las flores de Holanda, porque las fronteras están cerradas y por el hecho de que la pandemia ha cambiado el ritmo de la vida y cancelado los eventos y lugares que semana a semana las solicitaban.

Anuncio

Alsmeer Holanda, sostiene la subasta floral más importante del mundo, con un valor de 8.8 millones de euros, es decir unos 14 millones de dólares aproximadamente y por segunda semana consecutiva no hubo compradores de la cosecha que esperaba perfectamente empaquetada para ser ofrecida a los clientes. Como sólo se vendió un 20% de la mercancía, todas las flores sobrantes, quedaron en el piso para ser destruidas.

El coronavirus llega como una sombra succionando la vida para muchos seres humanos víctimas de su agresividad viral, pero también, amenazando el sector sanitario de Wuhan China, Italia y España, las naciones que, por ahora, combaten un elevado índice de infecciones y muertes.

Covid-19 apunta a colapsar la industria turística, hotelera y aérea, la bolsa de valores y ahora también amenaza con destruir la industria de la flor, en la que 150.000 individuos laboran en ese ramo en Alsmeer, Holanda y que da trabajo a casi medio millón de personas en el mundo.

La mexicana Nadia Durán, radica en Sídney Australia, es una reconocida florista de bodas prominentes y decoradora de eventos alrededor del mundo.

“Mi agenda de bodas y eventos está totalmente cancelada este año, nunca he dejado de producir eventos y no puedo creer que casi medio millón de personas involucradas en la Industria de la flor estemos tan afectados por la pandemia del coronavirus. Es la primera vez que flores tan hermosas, son cosechadas para ser destruidas y no disfrutadas” – explicó la diseñadora.

Lejos de Oceanía, en el continente americano, Mayra Spillane, es propietaria de The Singing Florist, en Chula Vista California. Spillane se ha ganado su prestigio elaborando bodas, graduaciones, quinceañeras, eventos cooperativos y celebrando las ocasiones más especiales de sus clientes cantando la canción solicitada para la entrega de un ramo de flores.

Cada mes, Spillane suele hacer entrega de flores a sus clientes y debería estar surtiendo de flores, sus vitrinas, preparando graduaciones, bodas, fiestas y principalmente para el Día de las Madres, su mejor venta del año. Pero este 2020, no será así. El total de sus clientes también han cancelado sus bodas y graduaciones, todo al menos ha sido pospuesto sin nueva fecha, por la crisis del coronavirus.

“Las flores alegran la vida, son mensajes de amor, pero en estas semanas, nadie se expresa a través de ellas. No sé qué voy a hacer, el golpe económico para mi es incalculable todavía, pues no hay forma de saber cuándo nuestra vida volverá a su curso y mi negocio pueda comenzar a fortalecerse”, dice Spillane.

El confinamiento obligado impuesto en California, como medida de seguridad para proteger a la población del contagio del coronavirus, ha hecho tambalear las ventas de la florista que canta, quien opera desde el año 2005.

“Me rompe el corazón, ver que los estudiantes lograron concluir sus estudios y no podrán llevar la orquídea a la chica que llevarían a su baile de graduación. La novia que ha planificado su boda y que su matrimonio y fiesta deberá ser aplazado, la quinceañera que verá su sueño de celebración truncado, que los asilos no me pidan flores porque estos meses no celebrarán los cumpleaños de sus residentes. Al menos puedo estar en el último adiós para aquellos seres queridos de mis clientes, es devastador todo esto”, lamenta Spillane.

Tanto Nadia en Australia, como Mayra en Estados Unidos, saben del lenguaje de una flor: un acto de aprecio, perdón, honor, lujo y amor. Todo se puede decir con flores, pero esta primavera de 2020 ese lenguaje se encuentra mudo.

Anuncio