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Análisis de noticias: ¿La crisis en Ucrania presagia una guerra más amplia?

Russian President Vladimir Putin sits at a conference table
El presidente ruso Vladimir Putin, aquí en 2021, ordenó un ataque contra Ucrania que ha despertado temores de un conflicto más amplio. Los expertos en seguridad y los historiadores lo consideran poco probable por una serie de razones.
(Associated Press)
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Las imágenes y los sonidos provenientes de Ucrania —las sirenas de ataques aéreos, las explosiones, el estruendo de los vehículos blindados de transporte de personal en los caminos rurales— todo lo que ocurre en el centro de Europa inevitablemente evoca recuerdos de la Segunda Guerra Mundial.

Pero, ¿también presagian un conflicto más amplio, que consumirá a decenas de países?

La Segunda Guerra Mundial, una lucha salvaje que se libró en todo el mundo entre 1939 y 1945, dio origen a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), una alianza transatlántica entre EE.UU y las principales naciones de Europa occidental. Formada en 1949, la OTAN ha preservado en cierto grado la paz y la estabilidad en la región, durante las últimas siete décadas.

Desafío a la OTAN

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La guerra de Rusia contra Ucrania, iniciada la semana pasada, representa la mayor amenaza para la OTAN en la historia reciente.

Ucrania no es miembro de la organización, aunque ha expresado su deseo de unirse. Antes de la invasión, el presidente ruso, Vladimir Putin, había exigido que la alianza acordara no admitir nunca al Estado ucraniano.

Estados Unidos y sus aliados rechazaron tal pedido y respondieron que depende de las naciones individuales decidir sumarse como miembros. Fue la expansión de la OTAN para incluir otras exrepúblicas soviéticas lo que más enfureció a Putin y despertó las alarmas en el Kremlin sobre la seguridad de Rusia.

¿Guerra más amplia? Poco probable

Aunque los líderes de los países de la OTAN intentaron sancionar a Putin y a Rusia por la invasión y ofrecieron asistencia militar a Ucrania, el presidente Biden ha enfatizado repetidamente que las fuerzas estadounidenses no se desplegarán en Ucrania. “No están ni estarán involucradas en el conflicto con Rusia en Ucrania”, remarcó el mandatario de EE.UU el jueves pasado, en la Casa Blanca.

Los analistas e historiadores coinciden en que la probabilidad de que las fuerzas estadounidenses entren en combate con los rusos es extremadamente baja. Eso se debe a que los líderes de ambos países entienden lo que está en juego en tal batalla. Rusia y EE.UU tienen arsenales nucleares robustos, y sus mandatarios comprenden que cualquier error de cálculo podría salirse rápidamente de control, con consecuencias nefastas para sus poblaciones y la humanidad.

“No puedo imaginar ningún escenario en el que entremos en una guerra con Rusia que no sea una especulación fantasiosa, aleatoria e irresponsable”, destacó Simon Miles, experto en la Guerra Fría y profesor asistente en la Universidad de Duke. “No habría vuelta atrás a ello. Simplemente tendría consecuencias devastadoras”.

Artículo 5

La única forma en que los analistas pueden prever una guerra entre Estados Unidos y Rusia sería si las fuerzas de Putin atacaran a un país de la OTAN. Eso podría desencadenar el Artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, que estipula que una agresión a un miembro lo es a todos. Significaría enviar tropas al combate para ayudar a otro integrante de la alianza. Tal situación fue invocada solo una vez: después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, en Nueva York y el Pentágono.

Durante semanas, altos funcionarios estadounidenses y europeos reafirmaron su compromiso con el Artículo 5, una señal a Moscú de que agredir a Ucrania es una propuesta muy diferente a intentar invadir un país de la OTAN.

“Voy a ser clara: el compromiso de Estados Unidos con el Artículo 5 es inquebrantable”, destacó la vicepresidenta, Kamala Harris, la semana pasada, antes de la incursión. El jueves, Biden emitió la misma promesa: “No hay duda, no hay duda de que Estados Unidos y todos los aliados de la OTAN cumplirán nuestros compromisos del Artículo 5, que dice que un ataque contra uno es un ataque contra todos”.

Los expertos creen que Putin y los líderes rusos seguramente entendieron ese mensaje. Él sabe que si ordena una embestida contra un antiguo satélite soviético ahora en la OTAN (por ejemplo, Rumania y Polonia), estaría invitando a tomar represalias serias.

¿Y qué pasa con los misiles errantes y errores de cálculo?

Aun así, afirman los analistas, hay preocupación sobre lo que podría suceder si una agresión aérea o un misil ruso errante golpea un país de la alianza, donde Estados Unidos y sus aliados han estado reuniendo sus fuerzas en respuesta a la invasión de Ucrania. Tal incidente podría llevar a esa nación a invocar el Artículo 5.

“Cualquier movimiento contra un país de la alianza transatlántica ahora desatará una guerra mucho más amplia y peligrosa”, alertó Daniel Serwer, experto en gestión de conflictos de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins en Washington. “La OTAN robusteció sus fuerzas en la periferia de Rusia, lo contrario de lo que quería Putin”.

Los expertos en política exterior señalaron que es posible que Putin tampoco sea tan cuidadoso como los líderes estadounidenses. Podría sentirse envalentonado por su incursión en Ucrania y atacar a países europeos vulnerables que no son miembros de la OTAN, lo cual podría acercar más a sus fuerzas a las de la organización.

El autócrata ruso se ha quejado de que los pequeños estados bálticos se unen a la alianza, algo que complica el acceso de su país al Mar Báltico, de importancia estratégica. Podría verse tentado a irrumpir esos países, creyendo que los otros territorios de la OTAN no estarían dispuestos a alistarse para defenderlos. Aunque las evaluaciones de inteligencia de EE.UU sobre las intenciones de Putin en Ucrania fueron en gran medida precisas, con frecuencia no lograron adivinar sus motivaciones ni anticipar sus acciones.

“Todo depende de qué tan lejos esté dispuesto a llegar Putin”, comentó Eddy Acevedo, un exfuncionario de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional que ahora es asesor principal de política exterior del Centro Wilson, un grupo de expertos no partidista en Washington. “Hasta ahora, al predecir eso, todos se han equivocado”.

El redactor de planta Del Quentin Wilber, de The Times, contribuyó con este artículo.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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