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Petro pierde en Bogotá y no logra consolidar a la izquierda en el resto de Colombia

Carlos Fernando Galán, candidato a alcalde de Bogotá, habla ante sus partidarios
Carlos Fernando Galán, candidato a alcalde de Bogotá, habla ante sus partidarios tras ser elegido durante las elecciones locales el domingo 29 de octubre de 2023, en Bogotá, Colombia.
(Ivan Valencia / Associated Press)
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Gustavo Petro, el primer presidente de izquierda en Colombia, no logró trasladar su caudal electoral en los comicios locales del domingo al sufrir un duro revés en Bogotá, su bastión, ni conquistar las grandes ciudades y la mayoría de las gobernaciones.

El partido del mandatario no logró afianzar a líderes fuertes a nivel local en lo que algunos analistas leyeron como un mensaje de la ciudadanía en contra de las políticas del gobierno nacional.

“Sí hay una perspectiva plebiscitaria en contra de la imagen pública que tiene Gustavo Petro”, dijo a The Associated Press el experto en marketing político Carlos Arias Orjuela.

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Para Arias Orjuela en las elecciones perdieron los candidatos que recibieron el aval del Pacto Histórico, el movimiento político de Petro, o representaban de alguna forma la “narrativa de Petro” en las ciudades capitales y en casi todas las gobernaciones. Sin embargo, reconoció que en términos de elecciones de corporaciones públicas como concejos y asambleas, el Pacto Histórico continúa siendo relevante.

Tras conocer los resultados Petro reaccionó el lunes desde su cuenta en X, antes Twitter, negando que se tratase de una derrota política porque a su juicio los partidos que integran la coalición de gobierno ganaron en “nueve departamentos”. De las 32 gobernaciones posibles, el Pacto Histórico obtuvo la victoria en Nariño y Amazonas.

La mayor derrota oficialista fue en Bogotá donde el candidato y exsenador Gustavo Bolívar quedó tercero con 18% de los votos, muy lejos de los 2,3 millones que obtuvo Petro en la capital en las elecciones presidenciales. El vencedor fue Carlos Fernando Galán, con el 49% de los sufragios, un moderado con experiencia en política que se lanzó por el Nuevo Liberalismo, el partido que fundó su padre Luis Carlos Galán antes de ser asesinado en 1989 cuando aspiraba a la presidencia y tras enfrentar a los cárteles del narcotráfico.

“Queda roto el Pacto Histórico... siento un voto castigo”, aseguró Bolívar la noche del domingo a la prensa.

“En la medida que la presidencia se metió de lleno a la campaña de Bogotá me parece que sí es una derrota, porque finalmente esta especie de intervención creo que fue contraproducente”, indicó a AP Yann Basset, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario.

Aún no está claro si Galán se configurará como una figura nacional de oposición al gobierno de Petro. En su discurso de victoria agradeció a Petro “su reconocimiento de la derrota y su amor por la ciudad” y le pidió “respetuosamente” que trabajaran por construir la primera línea del metro elevado como está planteada, sin hacer las modificaciones que ha pedido Petro para hacer tramos subterráneos, lo que sería un punto inicial de tensión.

Si bien el Pacto Histórico no tenía candidatos punteros en la mayoría de ciudades capitales, en algunas de ellas sus candidatos no lograron más del 3,5% de los votos.

“La izquierda no es fuerte en lo local. Aspiraba a tratar de transformar los buenos resultados nacionales de Petro, pero es otro ámbito muy distinto, y la pérdida de popularidad del gobierno nacional tampoco ayudó a empujar esas candidaturas”, explicó Basset.

En las ciudades principales ganaron aspirantes ajenos a la línea política del presidente, adonde primaron candidatos de centro y derecha apoyados, en varios casos, por partidos y familias tradicionales, lo que configura una diferencia con la anterior elección local de 2019 en la que resultaron electos los alternativos.

Por ejemplo, en Medellín volvió la derecha al poder con Federico Gutiérrez, excandidato presidencial que se enfrentó a Petro en 2022, en una expresión ciudadana que ha sido leída por analistas como una forma de expresar inconformidad con el alcalde saliente Daniel Quintero, que tenía las banderas petristas en la ciudad.

En Bucaramanga, una ciudad intermedia que en las últimas dos alcaldías había escogido alcaldes nuevos en la política y empresarios, salió victorioso Jaime Beltrán, un pastor cristiano de ideas conservadoras apoyado por sectores tradicionales.

En Barranquilla, al norte del país, Alejandro Char obtuvo una victoria holgada mostrando que su grupo político familiar de ideas de derecha es fuerte pese a algunos escándalos recientes como el de su hermano Arturo, capturado por presunta compra de votos.

No lograr una concertación con los mandatarios locales significaría para Petro tener problemas en su gobernabilidad, apuntó Johan Mauricio Caldas, profesor de la facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana.

Para Petro supone un reto lograr articular sus ambiciosos planes de diálogos de paz con los principales grupos armados y bandas criminales y sacar adelante reformas en el Congreso, donde aún tienen fuerza los partidos tradicionales. Como primer paso, Petro anunció que se reunirá en las próximas semanas con los elegidos.

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