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En tiempo de guerra, Israel muestra poca tolerancia hacia la disidencia palestina

Musulmanes palestinos, a quienes se les prohibió ir a la Mezquita Al-Aqsa en Jerusalén,
Musulmanes palestinos, a quienes se les prohibió ir a la Mezquita Al-Aqsa en Jerusalén, rezan afuera de la Ciudad Antigua de Jerusalén mientras soldados israelíes montan guardia el 17 de noviembre de 2023..
(Mahmoud Illean / Associated Press)
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JERUSALÉN (AP) — Bayan Khateeb sabe que es una cocinera terrible. Así que cuando logró preparar un plato de tomates cocidos y huevos, tomó una foto para mostrársela a sus amigos en las redes sociales.

“¡Pronto comeremos el shakshouka de la victoria!”, se jactó en su pie de foto, que incluía un emoji de la bandera palestina.

Khateeb pretendía que su publicación en Instagram del 8 de octubre fuera graciosa, dijo. Pero en la tensa atmósfera que se ha apoderado de Israel desde el ataque de Hamas el 7 de octubre, declaraciones que en otro momento habrían parecido inocuas han adquirido un significado más siniestro y resultado en decenas de arrestos.

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Un compañero de clase vio la publicación y pensó que Khateeb, una ciudadana palestina de Israel, animaba a Hamás. Cuando la publicación fue compartida más ampliamente, de pronto Khateeb se vio acusada en línea de apoyar el terrorismo. Seguidamente la suspendieron de sus estudios en una prestigiosa universidad, la expulsaron de su dormitorio, la despidieron de sus dos empleos y la policía israelí la interrogó esposada.

“Me sentí como si estuviera en una pesadilla. ¿Me están arrestando después de haber sido sometida a dos semanas de persecución política?”, dijo. “¿Cómo terminé en esta situación?”.

Ella es una de los más de 270 ciudadanos palestinos que han sido arrestados en una ofensiva israelí contra la libertad de expresión y la actividad política desde el ataque de Hamás, según Adalah, una organización de defensa de los palestinos dentro de Israel.

Los ciudadanos palestinos también han denunciado intimidaciones, despidos y expulsiones de las universidades, así como vigilancia de sus discursos en línea por parte de otros civiles.

“Arrestan a las personas por cualquier cosa que exprese simpatía por las víctimas civiles en Gaza”, dijo la abogada Abeer Baker, quien representa a otra mujer que fue arrestada. “Todo lo que no esté a favor de atacar a Gaza como tal, en realidad te pone en peligro de ser arrestado”.

Los arrestos van al corazón de la doble identidad de los ciudadanos palestinos que luchan por desenvolverse en una sociedad de mayoría judía. Los ciudadanos palestinos tienen los mismos derechos en el papel, pero históricamente han sufrido discriminación en oportunidades laborales, vivienda, atención sanitaria y educación. La comunidad es una de las más pobres de Israel.

Los arrestos también plantean dudas sobre el compromiso de Israel con la libertad de expresión y los derechos de su minoría palestina, que representa una quinta parte de los casi 10 millones de habitantes del país.

“Hemos pasado por muchas guerras. Nunca antes se había declarado tal represión”, dijo Hassan Jabareen, director general de Adalah. “La gente, entre ellos, dicen que viven bajo un régimen dictatorial. Una dictadura judía y racista”.

La policía no respondió a múltiples solicitudes de comentarios.

Algunos de los ciudadanos palestinos arrestados durante las últimas cinco semanas supuestamente expresaron su apoyo total a Hamás y su arremetida violenta.

“No hay nada mejor que despertar y ver el terror y el miedo de los sionistas, y ver y misiles cayendo sobre sus cabezas”, se acusa de publicar a una asistente de preescolar.

Pero otros han sido detenidos ya sea porque las autoridades malinterpretaron las publicaciones o porque consideraron que es lo mismo el apoyo al pueblo de Gaza que el apoyo al terrorismo, dicen los críticos. Destacados líderes árabes en Israel han sido arrestados por desafiar una prohibición a las protestas contra la guerra, y dos legisladores árabes fueron sancionados por comentarios relacionados con el ataque de Hamás.

La clienta de Baker, la cantante y neurocientífica Dalal Abu Amneh, no esperaba encontrarse tras las rejas cuando acudió a la policía israelí para presentar una denuncia por las amenazas que recibió en respuesta a una publicación en línea. Pero al igual que Khateeb, se encontró esposada y encarcelada después de publicar en las redes sociales: “No hay vencedor excepto Dios”, con el emoji de la bandera palestina, el día del ataque de Hamás.

“Dalal cree en Dios. Significa que Él es el único que puede traer la justicia, que puede traer la paz”, dijo Baker. “Esta frase fue interpretada erróneamente como si dijera que Palestina ganará”.

Los judíos no son inmunes al castigo, aunque no es común. A principios de este mes, un tribunal extendió la prisión preventiva de un profesor judío que publicó mensajes contra la guerra y la ocupación en Facebook, y fue despedido de su trabajo, informó el periódico Haaretz.

Los videos publicados en las redes sociales por la policía israelí transmitieron un mensaje inequívoco: habrá tolerancia cero ante cualquier identificación con la Franja de Gaza y los gobernantes de Hamás en el enclave.

“Estamos en guerra y las órdenes son inequívocas: habrá tolerancia cero ante cualquier incidente”, dijo el comisario de policía Kobi Shabtai en un video.

“Cualquiera que desee ser ciudadano, ahlan wasahlan”, agregó Shabtai, utilizando la frase árabe para dar la bienvenida. “Cualquiera que quiera identificarse con Gaza también es bienvenido: lo subiré a un autobús y lo enviaré allí”.

Danny Danon, legislador del gobernante Partido Likud, dijo que sólo un pequeño número entre la minoría árabe de Israel ha cruzado la línea. “Pero cuando ves esos incidentes de radicales que intentan promover la violencia, creo que es necesario detenerla en las etapas iniciales”, añadió.

Al preguntarle si los funcionarios habían ido demasiado lejos en su represión, respondió: “Confío en nuestro sistema legal”.

Las detenciones se han producido bajo el gobierno más de derecha en la historia de Israel, y en medio del trauma del ataque de Hamás, que mató al menos a 1.200 personas y provocó que más de 240 fueran tomadas como rehenes.

La violencia no ha perdonado a los ciudadanos palestinos de Israel: al menos 21 murieron en el ataque inicial y por disparos de cohetes y morteros lanzados por Hamás y Hezbollah, su aliado libanés, dijo Atta Abu Mtegem, alcalde de la ciudad beduina de Rahat. Siete están desaparecidos y posiblemente hayan sido capturados por Hamás, agregó. Otros, incluidos soldados, han muerto en los combates.

Al mismo tiempo, las imágenes de la devastación que surgen de Gaza han sido desgarradoras para una comunidad con vínculos estrechos con los palestinos allí y en Cisjordania. El número de muertos por el ataque de Israel a Gaza ha superado los 13.000, según las autoridades sanitarias allí. Los ataques aéreos han arrasado amplias zonas del territorio y desplazado a más de dos tercios de sus 2,3 millones de habitantes.

Tras el ataque de Hamás, algunos palestinos han tenido miedo de ir a trabajar o mezclarse con judíos, y los abogados y profesores temen entrar en conflicto con los nuevos límites indefinidos a la libertad de expresión, dijo Jabareen.

Más de 100 ciudadanos palestinos han sido suspendidos o expulsados de universidades y otras escuelas por publicaciones, según Adalah. Los estudiantes árabes de una universidad tuvieron que ser sacados de su dormitorio después de que cientos de judíos, algunos de ellos cantando “Muerte a los árabes”, protestaran afuera y los acusaran de interrumpir un servicio de oración de Shabat y arrojar huevos, informaron los medios israelíes.

Muchos ciudadanos palestinos tienen miedo de publicar mensajes en línea por temor a ser detenidos.

“La realidad es tan sombría que si pides un alto el fuego, debes ser partidario del terrorismo”, escribió Hanin Majadli, periodista y editor de Haaretz, en un artículo de opinión del 29 de octubre. “Así es como continúan profundizando la idea del ‘enemigo entre nosotros’”.

Más de 50 de los ciudadanos palestinos arrestados han sido acusados. También se han presentado acusaciones contra ocho judíos alegando violencia por motivos raciales, pero no por comportamiento en línea o el incidente del dormitorio.

Asimismo, los legisladores han entrado en escena con una nueva legislación que penaliza el “consumo sistemático de contenido terrorista” y permite al gobierno bloquear o clausurar medios extranjeros considerados hostiles al Estado.

Mientras tanto, Moshe Arbel, ministro del Interior, ha ordenado a las autoridades que consideren la posibilidad de despojar a una actriz palestina de su ciudadanía israelí por publicar material que incluía emojis de risa en la foto de una anciana que es llevada como rehén por radicales de Hamás, con el pie de foto: “Ella va a emprender la aventura de su vida”.

Por ahora, Khateeb vive en el limbo. Su suspensión de un programa de ingeniería y ciencia de datos es indefinida. Está desempleada, vive con sus padres y espera a ver si la acusan.

“Además de la guerra que estamos viviendo ahora”, dijo, “yo personalmente estoy viviendo otra guerra, una guerra entre nosotros, entre los ciudadanos de Israel”.

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