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Ismail Haniyeh fue señalado por Israel para morir tras asalto del 7 de octubre

ARCHIVO - Ismail Haniyeh, dirigente del grupo miliciano palestino Hamás,
ARCHIVO - Ismail Haniyeh, dirigente del grupo miliciano palestino Hamás, habla con periodistas tras sostener una reunión con el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, en Beirut, Líbano, el 28 de junio de 2021.
(Hassan Ammar / Associated Press)
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Ismail Haniyeh era el rostro internacional de Hamás, su máximo líder en el exilio que mantuvo los vínculos del grupo extremista con aliados en toda la región. Al frente de su jerarquía política, tuvo un papel militar menor —pero Israel lo marcó como un objetivo después del ataque sorpresa del 7 de octubre.

Haniyeh, de 62 años, murió en un ataque aéreo el miércoles durante una visita a Irán, uno de los aliados más cruciales de Hamás, tras asistir a la investidura de su nuevo presidente. Tanto Irán como Hamás acusaron a Israel, que no ha hecho comentarios sobre el ataque.

El hecho lo convertiría en el funcionario de más alto nivel de Hamás asesinado por Israel desde los ataques del 7 de octubre liderados por Hamás, cuando sus militantes mataron a 1.200 personas y tomaron a unos 250 rehenes. La devastadora guerra entre Israel y Hamás desencadenada por ese asalto se ha convertido en la más mortífera y prolongada del conflicto árabe-israelí. Más de 39.000 palestinos han muerto, según el Ministerio de Salud de Gaza.

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Haniyeh, jefe de la junta política de Hamás, había permanecido en un exilio autoimpuesto de Gaza desde 2019 y a menudo era considerado como relativamente moderado en el grupo. Fue uno de los pocos dirigentes que dijo que Hamás, si bien rechaza reconocer a Israel, no se opone a una solución de dos estados. Establecido en Qatar, y con frecuencia moviéndose por la región, no tenía una mano directa en el ala militar del grupo —conocida como Brigadas Qassam—, pero solía coordinar entre esta y las ramas políticas.

Se desconoce qué sabía sobre el plan del ala militar de salir de la cerrada Gaza y atacar a las comunidades circundantes en el sur de Israel. El plan fue ideado dentro de Gaza, probablemente por el líder de Hamás en el terreno, Yahya Sinwar, y el jefe del ala militar, Mohammed Deif. Un funcionario de Hamás dijo a la AP que sólo un puñado de sus comandantes en el terreno sabían sobre la “hora cero”.

Pero luego de que la carnicería tomara por sorpresa al ejército y la inteligencia israelíes, Haniyeh acogió el ataque y lo elogió como un golpe humillante al aura de invencibilidad de Israel. En cuestión de horas, apareció en un video en el que dirigía oraciones con otros funcionarios de Hamás para agradecer a Dios por el éxito del ataque.

“La inundación de Al-Aqsa fue un terremoto que golpeó el corazón de la entidad sionista y ha producido cambios importantes a nivel mundial”, dijo Haniyeh en un discurso en Irán durante el funeral del fallecido presidente iraní Ebrahim Raisi, en mayo.

“Continuaremos la resistencia contra este enemigo hasta que liberemos nuestra tierra, toda nuestra tierra”, dijo Haniyeh.

Michael Milshtein, experto en Hamás de la Universidad de Tel Aviv, dijo que Haniyeh tenía un papel dominante en la política exterior y la diplomacia del grupo, pero que estaba menos involucrado en los asuntos militares.

“Era responsable de la propaganda, de las relaciones diplomáticas, pero él no era muy poderoso”, dijo Milshtein, exoficial de inteligencia militar.

“De vez en cuando, Sinwar incluso se reía y bromeaba: ‘Es el líder más moderado y sofisticado, pero no entiende nada sobre la guerra’”.

Aun así, Israel prometió matar a todos los líderes de Hamás después de los ataques, y Haniyeh estaba en lo alto de su lista.

Haniyeh también estaba bajo la mirada de la Corte Penal Internacional, cuyo fiscal jefe solicitó órdenes de arresto contra él, Sinwar y Deif por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Se emitieron solicitudes similares para el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y Yoav Gallant, el ministro de Defensa. Desde 2018, Estados Unidos había designado como terrorista a Haniyeh con el argumento de que estaba estrechamente vinculado al ala militar de Hamás.

Las amenazas no impidieron que Haniyeh viajara. Visitó Turquía e Irán durante la guerra. Desde Doha, participó en las negociaciones destinadas a lograr un alto al fuego y liberar a los rehenes.

Las represalias de Israel le costaron la vida a sus familiares más cercanos. Los ataques de abril y el mes pasado mataron a tres de sus hijos, cuatro de sus nietos y una de sus hermanas. Haniyeh dijo que Israel actuaba con “el espíritu de la venganza y el asesinato”.

Haniyeh nació en el campo de refugiados urbano de Shati, en Gaza, de padres que fueron obligados a abandonar la ciudad de Majdal —ahora la ciudad de Ashkelon en Israel— durante la guerra de 1948 en torno a la creación de Israel. Cinco años después de su nacimiento, Israel capturó Gaza en la guerra de 1967, y él creció bajo su ocupación de la franja.

Se unió a Hamás cuando se fundó en 1987, al estallar la “Intifada” —el primer levantamiento palestino masivo importante contra el gobierno de Israel. Trabajó como ayudante de Ahmad Yassin, el fundador del grupo, cuando Hamás se separó de otros grupos y comenzó a realizar ataques armados contra las tropas israelíes en los territorios ocupados.

Haniyeh fue detenido por el ejército israelí en 1989 por su pertenencia a Hamás y pasó tres años en prisión. En 1992, fue deportado a Líbano con un grupo de altos funcionarios y fundadores de Hamás. Más tarde regresó a la Franja de Gaza tras los acuerdos de paz provisionales de 1993, que se firmaron entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina.

Ese año, Hamás emprendió una campaña de atentados suicidas contra civiles en Israel con el objetivo de frustrar los acuerdos —que llevan años estancados.

Tras la retirada unilateral de Israel de Gaza en 2005, Hamás ganó las elecciones legislativas palestinas al año siguiente y Haniyeh fue nombrado primer ministro del gobierno palestino. Profundamente religioso y versado en literatura árabe por sus estudios universitarios, era conocido por su retórica florida en sus discursos.

Pero las fricciones entre Hamás y Fatah, la principal facción detrás de la Autoridad Palestina, estallaron rápidamente en combates. Hamás expulsó a la Autoridad Palestina de Gaza y tomó el poder allí en 2007, lo que provocó una división que ha perdurado desde entonces.

Mientras la Autoridad Palestina gobernaba en enclaves de Cisjordania ocupada por Israel, Haniyeh se convirtió en primer ministro en Gaza. Eso significó que fue el hombre principal en el primer intento de Hamás por gobernar, mientras el grupo reforzaba su control. Las condiciones y la pobreza empeoraron bajo un bloqueo israelí-egipcio.

Finalmente, fue nombrado máximo líder político de Hamás, en sustitución de Khaled Mashaal, en 2017, y poco después se exilió.

Hani Masri, veterano analista palestino, quien se reunió con Haniyeh varias veces, dijo que la personalidad de Haniyeh encajaba perfectamente con su papel político en Doha. Lo describió como sociable y de buen hablar.

Aun así, algunos palestinos de Gaza resintieron el distanciamiento de Haniyeh con respecto a sus problemas dentro del territorio asediado. Israel a menudo se aprovechó de eso y lo retrató a él y a otros líderes de Hamás viviendo en el lujo en hoteles de Doha mientras los palestinos sufren.

Los medios iraníes citaron el miércoles un discurso anterior de Haniyeh en el que dijo que la causa palestina tiene “costos”.

“Estamos listos para esos costos: el martirio por el bien de Palestina y por el bien de Dios Todopoderoso y por el bien de la dignidad de esta nación”.

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Los periodistas de The Associated Press Jack Jeffery en Ramala, Cisjordania, y Melanie Lidman en Tel Aviv, Israel, contribuyeron a este despacho.

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