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Caravana de trabajadores agrícolas llega a la frontera pidiendo un salario justo

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TIJUANA.- A bordo de una decena de camiones, sacando el puño por las ventanas y gritando con Orgullo somos los jornaleros de San Quintín, llegaron más de 600 campesinos a la ciudad de Tijuana, piden mejores salarios y condiciones de trabajo dignas.

Se estacionaron alrededor de la explanada del centro cultural Tijuana, uno a uno fueron descendiendo de los autobuses, cuando un periodista preguntó a uno de los campesinos ¿cuánto tiempo más podrán aguantar en huelga sin trabajar y recibir ingresos? éste lo observo por unos segundos y con la voz serena y llena de certeza sobre lo que estaba a punto de decir respondió: “Nosotros hemos aguantado hambre desde hace más de veinte años con el salario miserable que recibimos, esto para nosotros no significa gran cosa”.

San Quintín, es uno de los valles más productivos y fértiles en México y cada año genera ganancias de $6,268 Millones de pesos por concepto de exportación de frutas verduras y hortalizas. A cada jornalero le pagan entre 800 y 900 pesos semanalmente.

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El campesino que forma parte del levantamiento que el pasado 17 de marzo tomo la Carretera transpeninsular y convocó a una huelga generalizada, llegó junto a un contingente de aproximadamente 600 jornaleros a bordo de una decena de camiones a la ciudad de Tijuana en una caravana que pretende recorrer el estado para que su situación sea conocida por mas personas y presionar a los empresarios agricultores y al gobernador de Baja California para que mejore sus condiciones laborales.

Juana Morales Gaspar es una mujer campesina que forma parte del contingente, ella asegura que durante las pasadas movilizaciones el 18 de marzo, su familia fue golpeada y detenida por la Policía Estatal Preventiva, demanda que sus seres queridos sean liberados y con tono enérgico dice que merece un trato digno. Juana es una mujer fuerte. Ella viajo con el contingente desde que se rompieron las mesas de negociaciones el pasado miércoles cuando los agricultores ofrecieron un incremento salarial del 15%, algo así como 14 pesos más a lo que actualmente ganan.

Ya estuvieron en Ensenada y Rosarito, este fin de semana pasaron por Tijuana y recorrieron tres puntos clave, La zona del Rio donde se encuentra el Centro cultural Tijuana, la línea Internacional de San Ysidro y el parque de la amistad en Playas de Tijuana.

En el CECUT, los esperó un grupo de ciudadanos que se organizo para prepararles desayuno: sándwiches, arroz, frijoles, tortas, salsa y jugo de naranja, esto es mucho más de lo que ellos pueden comprar con su salario comento Javier Ramírez González, mientras observaba el plato de comida que le acababan de dar. Entre bocado y bocado dijo “San Quintín nos tiene muriendo de hambre desde hace 20 años, nos pagan 100 miserables pesos por día, 10 pesos la caja de fresa y no tenemos domingo, nos obligan trabajar los domingos y si no vamos los domingos nos quitan la mitad del pago, es decir, si nuestro pago semanal iba a ser de 800 y no vamos el domingo nos descuentan la mitad, por eso vinimos aquí porque queremos justicia, ¿usted cree que es justo eso que nos hacen señor? nosotros somos los que trabajamos, los que sembramos, cosechamos, levantamos el producto y no podemos ni dar de comer a nuestros hijos, el gobierno está a favor de los ricos no de los pobres nos ven como basura es por eso que estamos aquí”.

La versión de que a los jornaleros se les descuenta la mitad del pago si faltan un día a la semana fue confirmada por otro campesino horas más tarde en el muro fronterizo que le conto algo muy parecido a los ciudadanos que se reunieron con ellos provenientes de Los Ángeles California

Julia Hernández, llegó a San Quintín a los siete años, es mixteca de San Juan Ixtepec en Oaxaca, ella denuncia que ha sufrido discriminación en los campos agrícolas, comenta que los patrones abusan de los que no hablan español, en eso, hace una pausa para respirar, baja la mirada al piso como para encontrar valor y dice: “esto ya duró muchos años, esto ya fue demasiado, durante todo este tiempo estuvimos dormidos pero ahora el pueblo se levantó y seguirá en esta lucha por lo justo para que nuestros nietos tengan un mejor futuro.” Julia tiene tres hijos y cuatro nietos, todos trabajan en el campo con ella.

Maximina Librado es una indígena triqui. Ella es optimista y cree en el porvenir, sabe que éste movimiento tiene que generar mejores condiciones para ella y su descendencia, denuncia que los patrones se burlan de ellos por hablar su lengua materna. No les pagan los días festivos y no les pagan horas extras, ellos entran a trabajar a las cuatro de la mañana y llegan a casa a las nueve de la noche, este horario laboral no le da tiempo para educar a sus hijos y como la paga es muy baja los hijos desde los 10 años entran a trabajar también en el campo. Pensar en estudio para los niños es una posibilidad lejana.

Luego de que la semana pasada se rompieron las mesas de negociaciones, Francisco Vega de Lamadrid, gobernador de Baja California, dijo que San Quintín es una tierra de oportunidades, que Baja California es el estado que mejor paga a los campesinos en todo el país y que con el aumento salarial del 15% seguramente se vendrá una oleada de trabajadores en busca de este dinero extra, ya que San Quintín es una tierra de oportunidades reiteró.

Antes de partir a la línea internacional algunos oradores hicieron usos de la voz y advirtieron a los campesinos que no caigan en provocaciones, reiteraron que la marcha es y debe seguir siendo pacífica y que si ellos detectaban que alguien estaba cometiendo algún delito, actos vandálicos o comportándose agresivamente, lo señalaran de inmediato para entregarlo a las autoridades.

En la línea internacional caminaron agrupados en un solo carril sin interferir con el flujo vehicular, ahí muchos automovilistas expresaron su apoyo al movimiento indígena. De este punto se trasladaron al parque de la amistad en Playas de Tijuana donde ya los esperaban del lado norteamericano representantes del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales y del Sindicato de Trabajadores Agrícolas, que fundara el líder México-americano César Chávez, ahí los lideres agrarios de California mencionaron que darán todo el apoyo a los campesinos mexicanos, incluso se plantea la posibilidad de un boicot comercial a la empresa Driscolls la cual es la principal receptora y distribuidora en el mercado estadounidense de productos cultivados en el valle de San Quintín como fresas, distintos tipos de moras y vegetales miniatura.

Este boicot se traduciría en un llamado a la población para que no compre los productos con la etiqueta Driscolls. Odilia Romero, coordinadora del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB) dijo “Venimos para apoyar a los trabajadores agrícolas ya que gracias a ellos nosotros comemos y tenemos que solidarizaron. Yo quisiera que cuando estemos comiendo pensemos en todos los compas, que están trabajando arduamente, que cuando té estés comiendo esas fresas sepas quien lo hizo y que a quien las recogió no les están pagando los justo, tenemos que luchar para que esas personas puedan llevar a sus hijos a la escuela y que les alcance para poder comprar una caja de fresa de las que cosechan. El boicot, si los compañeros indígenas nos lo piden haremos todo lo posible por apoyarlos. El boicot ha funcionado en otras épocas y puede ser una gran herramienta si ellos lo piden los vamos a ayudar en esta lucha para que se les respeten sus derechos humanos”

La caravana salió de Tijuana y se dirige a la ciudad de Mexicali, capital del estado donde esperan llevar sus demandas ante las autoridades del poder ejecutivo y legislativo.

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