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Seis muertos y miles de damnificados, daños dejados por huracán Patricia

Fotografía del 24 de octubre de 2015, de una familia de la comunidad de Emiliano Zapata en el municipio de la Huerta, en el estado de Jalisco (México) intenta rescatar lo que quedó de su vivienda destruida por el paso del Huracán Patricia. El cambio de trayectoria antes de tocar tie

Fotografía del 24 de octubre de 2015, de una familia de la comunidad de Emiliano Zapata en el municipio de la Huerta, en el estado de Jalisco (México) intenta rescatar lo que quedó de su vivienda destruida por el paso del Huracán Patricia. El cambio de trayectoria antes de tocar tie

(Jorge Núñez / EFE)
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Al menos seis personas murieron y una mas resultó herida debido al mal clima originado por el paso del huracán Patricia en el occidental estado mexicano de Jalisco, confirmaron hoy a Efe fuentes oficiales.

Entre los fallecidos están una mujer de nacionalidad argentina y otra más originaria del estado de Coahuila (norte de México) a quienes la noche del viernes les cayó encima un árbol por los fuertes vientos originados por el fenómeno natural, de acuerdo con información de la Fiscalía de Jalisco.

Las fallecidas fueron identificadas como Andrea Fabiola Aldrete, argentina de 45 años y María del Carmen San Miguel, de 61 años proveniente de Coahuila.

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La mujer herida en ese accidente fue Silvia Capella, quien es atendida en un hospital regional por una lesión de columna.

Las tres mujeres acampaban junto con un grupo de amigos en el bosque de Tapalpa, en la sierra sur de Jalisco, a unos 200 kilómetros de distancia de la costa sur de esa entidad, donde el meteoro tocó tierra el viernes por la tarde y causó los principales estragos.

Tapalpa se ubica cerca del poblado de Mascota de donde fueron evacuadas 600 personas por el desbordamiento del río Mascota, que dañó 250 viviendas.

Una amiga de la fallecidas, María Rodríguez, dijo en entrevista con Televisa que al encontrarse en un lugar remoto desconocían la llegada del ciclón, y por ello cuando llegó el mal tiempo muchos de ellos se encontraban en tiendas de campaña.

El presidente municipal de Tapalpa, Antonio Morales, relató que el grupo estaba conformado por alrededor de 100 personas de distintas nacionalidades, como Venezuela, Colombia, México o España, que cada año se reúne en octubre en este punto de Jalisco para realizar una ceremonia a la tierra.

Asimismo, el fiscal de Jalisco, Rafael Castellanos, anunció que está en contacto con la cancillería mexicana para localizar a los familiares de la víctimas argentina.

De acuerdo con fuentes de Protección Civil de la región sur de Jalisco otras cuatro personas fallecieron la tarde del viernes en un accidente automovilístico entre dos vehículos en el kilómetro 103 la carretera de cuota que va de la ciudad de Colima a Guadalajara, capital de Jalisco.

En el choque dos personas fallecieron atrapadas en uno de los automóviles y dos más murieron mientras eran atendidas en un hospital.

Si bien fuentes de Protección Civil de Jalisco dijeron a Efe que no atribuyen estos incidentes al mal clima generado por Patricia, en esta zona del estado se registraron al menos 25 horas de lluvia y fuertes vientos, y fue declarada la alerta roja (peligro máximo).

Medios de comunicación regionales informan de otros dos decesos de personas por accidentes automovilísticos en carreteras de Tapalpa y Ciudad Guzmán, entre ellos un militar en día de descanso, aunque hasta ahora no ha sido proporcionada información de parte de las autoridades estatales.

“Creíamos que ya era el final”

Cuando los vientos de 202 millas por hora comenzaron a golpear contra las paredes de su casa, la mexicana Esther Ríos pensó que había llegado su hora, según confesó en una entrevista desde la comunidad por la que penetró en el país el súper huracán Patricia.

Sin embargo, el destino le deparaba otra oportunidad, como a un puñado de habitantes de esa comunidad, llamada Emiliano Zapata, y de la colindante, Francisco Villa, ambas en el sur del estado de Jalisco, que desafiaron al temible ciclón tropical, el más poderoso de cuantos han golpeado a México en las últimas décadas.

“Nos encerramos adentro, nosotros no salimos para nada, estuvimos con todas las ventanas cerradas para que el aire no se metiera”, explicó Esther frente a su casa, pintada con unos alegres tonos verdes y naranjas.

Mientras su marido da instrucciones desde el balcón a alguien que le ayuda a reponer la verja de madera del jardín, esta mujer de 50 años cuenta que su temor en aquel momento fue que la fuerza de los vientos del huracán “quebrara los vidrios” y provocara “remolinos” dentro de su hogar.

Esther recuerda especialmente “el momento del impacto”, un instante que nunca olvidará.

“Fue un susto que casi nos desmayamos, a la mera hora se nos bajó la presión a mi mamá y a mí”, relata.

El ojo del huracán, que llegó a presentar rachas de viento de hasta 400 kilómetros por horas, penetró en México el viernes a las 18.00 horas locales (23.00 GMT) por la costa jaliciense al océano Pacífico.

Llegaba con tal virulencia que según el presidente de México, Enrique Peña Nieto, por él debería haberse creado una categoría 6 en la escala Saffir-Simpson, que mide la intensidad de estos fenómenos y tiene cinco niveles.

Incluso su homólogo estadounidense, Barack Obama, dijo ese mismo día por Twitter que sus “pensamientos” estaban “con el pueblo mexicano” ante la llegada de ese monstruo de la naturaleza.

En su calidad de superviviente, Esther narra también que “se oía un zumbido horrible” y que ella y otros cinco familiares (su marido, dos hijos, su madre y una sobrina) estuvieron “tres o cuatro horas” entre las cuatro paredes “sin luz y sin nada” hasta que Patricia rebajó su intensidad.

“A las cuatro y media o cinco comenzó el aire, y hasta las ocho y media se terminó”, detalla Esther, que rezó para que esa interminable pesadilla terminara.

“Le pedimos a Dios para ver si se calmaba tantito porque creíamos que esto era ya el final. Nunca había pegado una cosa tan fea como esta vez”, revela.

Tanto ella como sus familiares y otros vecinos de las dos comunidades que aguantaron en sus casas -el resto fueron evacuados a albergues o se mudaron con familiares- justifican su arriesgada decisión porque creían en la resistencia de sus hogares.

“No nos marchamos porque dijimos que la casa, como es de colado (concreto), estaba más resistente que otras casitas”, afirma Esther.

Las comunidades de Emiliano Zapata y Francisco Villa, nombres de los dos grandes revolucionarios mexicanos, pertenecen al municipio de La Huerta y están tan juntas que en realidad conforman un pueblito.

De exuberante vegetación y caluroso clima tropical, la zona cuenta con calles de tierra y serias carencias de infraestructuras, agravadas desde el viernes por el ciclón, un aspecto al que Esther quita importancia.

“Lo bueno es que no hubo pérdidas humanas”, concluye, mientras regresa junto a su familia a reconstruir parte de su hogar, tarea de la que no escapa ningún habitante de ambas comunidades, salvo unos niños que juegan sobre las palmeras caídas sobre la plaza como si nada hubiera pasado.

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