Después de más de dos décadas de ausencia, empieza el Gran Premio de México

El día que marcó el regreso de la Fórmula Uno a México al Hermanos Rodríguez empezó con alrededor de 120 fervientes aficionados esperando el arribo de los pilotos en el acceso al autódromo.

Poco antes de las 10:00 horas, uno a uno fueron llegando los protagonistas -Lewis Hamilton y Carlos Sainz Jr. con sombreros de charro-, que entre aclamaciones atendieron gustosos a los fans con apretones de manos y autógrafos en gorras, playeras, chamarras, banderas, fotografías, programas y libretas.

Los pilotos se dirigieron al paddock y de ahí a los hospitalities de sus equipos, donde se llegaron a encontrar a algunos de los empleados de las escuderías con máscaras de luchadores decoradas como las cascos.

Nigel Mansell, vencedor del último Gran Premio de Fórmula Uno en México, en 1992, se reencontró con el Hermanos Rodríguez a las 10:38 horas, también dándose tiempo para atender a algunos aficionados.

Antes de las 11:00 horas, todos los pilotos comenzaron con sus actividades.

Después de una primera reunión con ingenieros y técnicos, algunos pilotos comenzaron a recorrer a pie los 4.304 km del trazado, mientras otros, como Sergio Pérez, Lewis Hamilton y Fernando Alonso, atendían la tradicional rueda de prensa de la FIA.

Pilotos como Hamilton, Sebastian Vettel y el propio “Checo”, junto con sus equipos, fueron minuciosos en sus observaciones, agachándose para sentir la superficie con las manos, midiendo los ángulos de las curvas con pasos laterales e incluso haciendo anotaciones.

En tanto, los mecánicos trabajaban en el ensamble de los autos en los garages.

Minutos después de las 13:00 horas arribó una camioneta negra, con una Bandera de México al frente, se detuvo junto al nuevo edificio de pits, y de ella descendió el Presidente Enrique Peña Nieto.

El Primer Mandatario realizó un recorrido a la pista a bordo de un carrito de golf, en compañía del dueño de los derechos comerciales de la F1, Bernie Ecclestone; del presidente de CIE, Alejandro Soberón, y de Carlos Slim Domit.

Al caminar por los pits saludó al tricampeón mundial británico Lewis Hamilton y a los pilotos mexicanos Sergio Pérez y Esteban Gutiérrez.

Cuando Peña Nieto recorrió el autódromo, los staffs de la mayoría de las escuderías disfrutaban de la hora del almuerzo.

Los pilotos trabajaron con sus cuadrillas en algunas pruebas de medidas en los habitáculos y posteriormente volvieron a recorrer el circuito a pie para percibirlo con otra temperatura del asfalto y ángulo de luz.

Algunos se retiraron del circuito para cumplir con algunos compromisos comerciales y sociales.

Otros se quedaron a trabajar con sus equipos de ingenieros y mecánicos trabajando con los monoplazas, y más tarde fueron consentidos por los organizadores de la carrera con una fiesta mexicana.