Cerca de cinco mil ejecuciones, o 13 diarias en el 2015 en México

La violencia vinculada a la delincuencia organizada y a la lucha contra el narcotráfico dejó este año un saldo de 4 mil 771 asesinatos; es decir, un promedio de 397 ejecuciones al mes, 13 al día, según los datos del Ejecutómetro de Grupo REFORMA.

La cifra representa una disminución del orden del 8 por ciento con respecto al 2014, cuando se registraron 5 mil 239 “narcoejecuciones”.

Sin embargo, son menos de la mitad de las registradas en 2011, cuando se reportaron 12 mil 366 ejecutados.

Este año, los homicidios tuvieron lugar en más de 430 municipios de 29 entidades y en 14 de las 16 delegaciones del Distrito Federal.

De las entidades afectadas, destaca Guerrero, donde hubo ejecuciones en 39 de los 81 municipios, en todas las regiones del estado, y principalmente en la ciudad de Acapulco, escenario de una guerra entre grupos criminales que buscan quedarse con el control de la plaza, de acuerdo con versiones de las autoridades.

En el estado gobernado por Héctor Astudillo se han hallado fosas clandestinas con distintos números de cadáveres, se han perpetrado multiejecuciones y acribillado a familias enteras, pueblos han sido quemados por comandos armados y entre las víctimas están tanto mujeres y menores de edad como policías, funcionarios, políticos, activistas y personas que buscaban a sus familiares desaparecidos.

Con la llegada de Astudillo a la Gubernatura el 27 de octubre, las autoridades federales implementaron un operativo y ordenaron el despliegue de miles de efectivos para bajar los índices delictivos, pero los resultados aún están por verse.

Tan sólo los pasados 27 y 28 de diciembre tuvieron lugar 18 ejecuciones en ocho minipinos.

Por ejemplo, a lo largo de este año han sido asesinados y desaparecidos al menos 12 integrantes de la familia Carreto, del ex jefe de la policía de Chilapa. El último fue Bernardo Carreto, asesinado el 22 de diciembre frente a su esposa y a sus tres nueras.

El hombre regresaba de una reunión de un grupo de familiares de desaparecidos en Chilapa. Sus tres hijos fueron levantados y desaparecidos en mayo, durante la “toma” de Chilapa por parte de hombres armados.

También destaca el caso de Tamaulipas, donde en febrero se registraron enfrentamientos entre bandas rivales del Cártel de Golfo, así como ataques a las fuerzas de seguridad, tanto estatales como federales, con balaceras, persecuciones y bloqueos carreteros y coches incendiados a plena luz de día.

La lucha contra las organizaciones criminales también ha dejado decenas de muertos en Michoacán y Jalisco, donde en mayo de este año un helicóptero de la Sedena fue derribado por presuntos integrantes del Cártel de Jalisco Nueva Generación, con un saldo de nueve militares y una policía federal muertos.

Días después, un operativo federal en un rancho en los límites de Tanhuato y Ecuandureo, en Michoacán, se saldó con 43 víctimas fatales, 42 eran civiles armados y uno era policía federal.