El rostro de la pandemia en México: Los pobres son los más afectados
La pandemia de Covid-19, que –según la versión del doctor Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Salud- inicialmente fue importada a México “a partir de grupos sociales de alta capacidad económica”, ha pasado del sector pudiente nacional para arraigarse entre los más pobres del país, donde al día de hoy se concentra la mayor cantidad de decesos y contagios.
De acuerdo a la versión de Hugo López-Gatell, contenida en un audio difundido a través de Twitter por parte de Gustavo de Hoyos, presidente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), “existe una realidad constatada y contable de que la importación (de la pandemia de Covid-19) ocurrió a través de personas que tenían capacidad económica o su ocupación les llevaba a viajar internacionalmente”.
Hay que recordar que entre el 28 de febrero y el 3 de marzo de este año, cuando ya la pandemia azotaba en Asia y Europa, en el aeropuerto de la Ciudad de México se registró el primer caso de contagio en un hombre que llegó de Italia. Posteriormente se confirmaron otros 50 casos que dieron positivos al coronavirus en personas que viajaron desde Vail, Colorado, en Estados Unidos, luego de asistir a un campeonato de Snowboard.
Aún cuando los primeros contagiados por Covid-19 fueron obligados a la cuarentena, de manera rápida el coronavirus dejó al sector privilegiado para anidarse entre los grupos sociales más desprotegidos tanto de servicios como económicamente, principalmente desempleados, amas de casa, jornaleros, jubilados, trabajadores del comercio ambulante, peones, artesanos, vigilantes y técnicos, entre otros.
De acuerdo al estudio “Mortalidad por Covid-19 en México. Notas Preliminares para un Perfil Sociodemográfico”, elaborado por Héctor Hiram Hernández Bringas, investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los sectores más desprotegidos y pobres del país son los que han aportado ya el 84 por ciento de los decesos por Covid-19.
Les pega la pobreza
La cifra del porcentaje de muertes por Covid-19 entre la población más pobre de México, expuesta por el investigador Héctor Hiram Hernández Bringas, con base en datos existentes al 29 de mayo del 2020, es alarmante, sobre todo si se considera que al último corte de información emitido por la Secretaría de Salud del gobierno mexicano ya se estimaban más de 34.730 decesos como resultado de esta pandemia.
“Llama la atención en especial la vulnerabilidad entre los que no desempeñan un empleo (no remunerados, jubilados y pensionados, y no ocupados, propiamente dicho), que en conjunto suman 46 por ciento de las defunciones”, señala el estudio.
Con base en las estadísticas oficiales del sector salud y las aproximaciones porcentuales del investigador de la UNAM, se puede establecer que hoy la pandemia de Covid-19 ya ha cobrado la vida de al menos 29.173 personas que formaron parte del grupo social más pobre de México, cuyas condiciones de carencia en servicios y dinero les obligaron a tener nulas posibilidades de sobrevivir a la enfermedad.
Entre los grupos sociales más vulnerables en donde el Covid-19 ha causado mayores estragos, según lo establece el citado estudio, destaca el de las amas de casa sin remuneración, donde se estima que han ocurrido el 28.1 por ciento del total de muertes por Covid-19, es decir más de 9.759 decesos con las cifras de defunciones actualizadas.
Sigue después el sector de los desempleados, jubilados y pensionados con una proporción del 12 por ciento en las muertes, que hoy serían por lo menos 4.167 personas fallecidas. El tercer grupo vulnerable es el de los empleados del sector público, que representan el 11.7 por ciento de las defunciones por Covid-19, cuya cifra actualizada sería de por lo menos 4.063 personas fallecidas.
Otro sector incluido en el alto índice de decesos, afectado también por su vulnerabilidad social, es el de los conductores y ayudantes de maquinaria móvil, en donde se registra el 8.5 por ciento de muertes por Covid-19, que en términos de aproximación serían hoy en día cerca de 2.952 decesos.
Por lo que hace al grupo de personas con empleo no especifico, registrar una incidencia de decesos del 8.3 por ciento, que equivale a más de 2.257 muertes, cifra que es casi similar a la que se presenta en el grupo de individuos desempleados, donde la incidencia de defunción por Covid-19 es del 5.8 por ciento, algo así como 2.014 personas fallecidas a causa del coronavirus.
También el sector de los profesionistas, principalmente desempleados, está siendo golpeado fuertemente por la pandemia. De acuerdo al estudio en cuestión, en este grupo profesional se han presentado el 6 por ciento de los decesos por Covid-19, que frente a las cifras más actuales significa un aproximado de 2.083 muertes.
Entre los sectores clasificados como técnicos, servicios personales en establecimientos, vendedores, trabajadores ambulantes, servicios de protección y vigilancia, artesanos, trabajadores de fábricas, reparación y mantenimiento, ayudantes, peones y similares, considerados en lo más bajo del escalafón salarial en México, se ha registrado ya el 16.8 por ciento que equivale a 5.834 decesos.
Con baja escolaridad, los más afectados
Aún cuando se ha establecido que el coronavirus no respeta edad, sexo ni posición social, es evidente que los sectores marginados son los más vulnerables, no sólo por la falta de acceso a servicios de asistencia y falta de recursos, sino por el bajo nivel de escolaridad que se encuentra ligado a la propia marginación social.
La falta de escolaridad entre la mayor parte de los grupos más afectados por el coronavirus, expuesta en la incredulidad casi generalizada de esos sectores sobre la existencia de la pandemia, también se refleja en el estudio realizado por el investigador Héctor Hiram Hernández Bringas, en donde se refiere que 71.2 por ciento de las personas fallecidas a causa de Covid-19 contaban sólo con instrucción básica o no fueron nunca a la escuela.
Si dicho porcentaje se traduce a las cifras actuales de decesos que reconoce el gobierno mexicano, encontramos que por lo menos 24.727 personas de las que han fallecido por Covid-19 apenas cursaron la primaria, tenían primaria incompleta, sólo fueron a preescolar o nunca asistieron a la instrucción básica.
“El 71 por ciento de los muertos por Covid-19, tienen una escolaridad de primaria o inferior. Si bien la Encuesta Intercensal (INEGI, 2015) reporta un porcentaje similar para la población con escolaridad máxima de primaria, la estructura por edad de las personas que fallecieron por Covid-19, es muy diferente a la de la población nacional. Es por ello que puede asumirse una selectividad del padecimiento por nivel de escolaridad”, refiere el estudio.
Entre los hallazgos en dicho estudio destaca que del porcentaje de personas que murieron por Covid-19, 15.7 por ciento, es decir cerca de 5.452 fallecidos, tenían instrucción académica de secundaria o preparatoria, mientras que el 13.1 por ciento, que representan a más de 4.549 de los muertos, cursaron estudios de profesionista o un nivel aún más superior.
Periodismo, un gremio vulnerable
Si se trata de observar a los grupos sociales más vulnerables dentro de esta pandemia, no se puede dejar de lado al gremio informativo, el de a pie, el que ejerce bajo condiciones de precariedad económica absoluta, en donde la mayoría de sus miembros caen dentro de la pobreza y que hasta el momento ninguna instancia oficial ha querido observar.
Este sector, según lo reconoce Omar Bello Pineda, presidente de la Asociación Mexicana de Periodistas Desplazados y Agredidos (AMPDA) forma parte de los grupos sociales más vulnerables frente al Covid, “no sólo porque en la mayoría de las empresas informativas se han suspendido los salarios y han hecho despidos, sino porque todos los periodistas no han dejado de cumplir con su labor de información pese al riesgo de los contagios”.
De acuerdo a la AMPDA, la pandemia de Covid 19 ya es tan peligrosa como la ola de violencia que azota desde hace años a los periodistas en México; sólo en lo que va del año, han muerto ocho periodistas por violencia, pero -de abril a la fecha- el coronavirus ha cobrado ya la vida de 17 comunicadores en todo el país.
Hasta el momento no existe una estadística oficial sobre el número de contagios por Covid-19 dentro del gremio periodístico, pero se estima que por lo menos 22 trabajadores de los medios de comunicación se encuentran afectados por la infección, cifra que es casi similar a la cantidad de agresiones y amenazas que por violencia han recibido trabajadores de este sector.
Según fuentes del Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación, de abril a junio de este año ese organismo ha tenido conocimiento de sólo 14 agresiones y amenazas a comunicadores, por lo que el Covid-19 se observa más amenazante que los mismos grupos del crimen organizado.
Por falta de condiciones seguras para ejercer su labor, sumado a que muchos de ellos no tuvieron acceso a servicios puntuales de salud, 17 periodistas ya forman parte de la estadística de decesos por Covid-19, luego de haberse contagiado dentro de sus empleos o en los sitios a donde fueron asignados para la cobertura informativa.
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