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“El Mayo” Zambada dice que fue secuestrado antes de volar a EEUU. Esboza su relación con políticos

Esta imagen proporcionada por el Departamento de Estado de Estados Unidos
Esta imagen proporcionada por el Departamento de Estado de Estados Unidos muestra a Ismael “El Mayo” Zambada, líder del Cártel de Sinaloa. (Departamento de Estado de EEUU vía AP)
(Uncredited / Associated Press)
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El narcotraficante Ismael “El Mayo” Zambada asegura que fue traicionado por Joaquín Guzmán López, un hijo del exlíder del Cártel de Sinaloa, quien le convocó a una reunión en la que supuestamente estaría otro líder del cártel y el gobernador del estado pero donde, en cambio, fue secuestrado y llevado a Estados Unidos contra su voluntad, según una carta divulgada el sábado por su abogado.

En el escrito de dos páginas, mecanografiado y sin rúbrica hecho público por Frank Pérez, Zambada afirma que fue golpeado, maniatado y encapuchado antes de que ser subido a un avión privado que le llevaría a territorio estadounidense donde fue entregado a las autoridades mientras que Guzmán López se rendía.

Además de los pormenores de ese 25 de julio que acabó con los dos narcotraficantes arrestados en Texas, la carta del histórico capo de 76 años de edad deja entrever el tipo de relación que tenía con las autoridades de Sinaloa, en el noroccidente de México, ya que, según su versión, acudió a la cita para “ayudar a resolver diferencias entre líderes políticos” del estado. Además, afirmó que entre su personal de seguridad estaba un comandante de la policía judicial sinaloense.

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El gobierno mexicano dijo el martes que hubo un acuerdo entre Estados Unidos y algún miembro del Cártel de Sinaloa para la entrega de, al menos, Joaquín Guzmán López, hijo del exlíder de la organización encarcelado en Estados Unidos, detenido el pasado 25 de julio al llegar en un avión privado a Texas junto con el histórico capo mexicano Ismael “El Mayo” Zambada.

Ago. 6, 2024

La misiva se hizo pública un día después de que el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, dijera que Guzmán López entregó a Zambada en una operación en la que el gobierno de Estados Unidos no había participado, disipando así los rumores de que “El Mayo”, con problemas de salud, pudiera haberse entregado.

Según “El Mayo”, actualmente encarcelado y acusado en cortes estadounidenses de diversos cargos por narcotráfico, él fue citado a una reunión por Guzmán López en la que participaría también Iván Guzmán, otro hijo de su exsocio Joaquín “El Chapo” Guzmán; el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, y otro exparlamentario de ese estado.

Cuando llegó al lugar de la reunión, un centro de eventos de las afueras de Culiacán, la capital sinaloense, Zambada afirma que había “un gran número de hombres armados con uniformes militares verdes” que asumió eran pistoleros de los hijos de “El Chapo”, una facción rival del cártel conocida como “Los Chapitos” pero con la que, según los expertos, El Mayo mantenía interlocución.

En 2023, un oficial de la Guardia Nacional y cuatro policías estatales murieron en dos atentados distintos con coche bomba.

Ago. 2, 2024

Zambada dice que saludó al exdiputado, Héctor Melesio Cuén, quien fue asesinado ese mismo día, y que luego vio a Guzmán López —“a quien conozco desde chico”— pero la carta no menciona que hubiera visto al gobernador, del partido Morena, el mismo del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Rubén Rocha, en declaraciones a medios locales tras los arrestos, dijo que ese día había salido de Sinaloa y estaba en Los Ángeles. Su oficina no contestó de forma inmediata a una solicitud de comentario.

El presidente mexicano, que tenía previsto este sábado una acto en Sinaloa, dijo que esperaría a hacer comentarios hasta después de escuchar al gobernador.

Zambada dice que, “confiando en la naturaleza de la reunión y de la gente involucrada”, siguió a Guzmán López a una habitación que estaba obscura. Ahí, “me tiraron al suelo, me colocaron una capucha oscura en la cabeza, me ataron y me esposaron”. Según su versión, le provocaron “heridas significativas” en la espalda, rodillas y muñecas.

Después, continúa la carta, le echaron en la parte trasera de una camioneta donde fue llevado hasta una pista de aterrizaje a unos 20 minutos de distancia para meterlo en un avión rumbo a Texas en el que solo estaba él, el piloto y Guzmán López.

“El Mayo” Zambada, el capo mexicano más viejo y astuto, eludió a las autoridades durante décadas, nunca hasta ahora había pisado una cárcel y era conocido por su poder corruptor y su habilidad negociadora con todo el mundo, incluidos grupos contrarios, con lo que todos los expertos ya pronosticaban que, una vez detenido, pudiera comenzar a fluir información de sus contactos con todo tipo de autoridades.

No obstante, suena cuando menos extraño que fuera a mediar en una disputa política entre el gobernador y el exdiputado.

El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, había dicho el viernes que Zambada llegó a Texas “contra su voluntad”, entregado por Guzmán López, en lo que calificó como “una operación entre los cárteles” en la que el gobierno de su país no participó de ninguna manera, aunque Guzmán López sí había barajado en varias ocasiones su entrega con autoridades estadounidenses.

“No hubo recursos de los Estados Unidos en esa operación, no fue un avión de los Estados Unidos, no fue un piloto de los Estados Unidos, no fueron nuestros agentes o nuestra gente en México”, aseguró Salazar.

El diplomático señaló que el avión se supone despegó de Sinaloa y que el piloto ni era empleado de su gobierno ni era ciudadano estadounidense.

En la carta, Zambada asegura que Héctor Melesio Cuén, un político que también fue alcalde de Culiacán y rector de la Universidad de Sinaloa, fue asesinado en el mismo recinto y al mismo tiempo que él fue secuestrado. Las autoridades del estado habían informado que su homicidio ocurrió en otro lugar cuando desconocidos intentaron robar su camioneta.

Zambada está acusado de varios cargos, incluido el de asociación delictiva para fabricar y distribuir fentanilo.

Las autoridades consideran que “El Mayo” estaba más involucrado en las operaciones cotidianas del cártel que quien fuera su jefe más conocido, Joaquín “El Chapo” Guzmán, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos en 2019.

Vanda Felbab-Brown, investigadora de un centro de estudio de la Brookings Institution, recordó tras la detención que Zambada es considerado el narcotraficante más influyente porque “ha desarrollado extensas redes de corrupción durante muchos gobiernos, a lo largo de una amplia geografía y de lo más alto del gobierno mexicano a las instituciones municipales”.

En su carta, este narcotraficante considerado por los expertos como un capo mucho menos sanguinario que “Los Chapitos”, llamó a la gente de Sinaloa a “contenerse y mantener la paz”.

“Nada puede resolverse con violencia. Hemos ido por ese camino antes y todo el mundo pierde”, agrega uno de los líderes de la organización criminal considerada como una de más violentas y poderosas del mundo.

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