México: presidente sufre primer revés legislativo en energía
CIUDAD DE MÉXICO — CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador sufrió su primer revés importante en el terreno legislativo: su partido y los aliados no pudieron sacar adelante la reforma constitucional que pretendía devolver a la empresa estatal de electricidad el poder perdido y limitar la participación de privados.
La reforma, que causó mucha preocupación tanto entre empresas como en el gobierno de Estados Unidos, habría anulado gran parte de la apertura del mercado en la generación de energía llevada a cabo por su predecesor en 2013.
La derrota podría polarizar aún más el ambiente político a dos años y medio del fin de la administración de López Obrador y cuando los actores políticos ya miran a las elecciones locales que se celebrarán en algunos estados este verano y, sobre todo, a las presidenciales de 2024.
En los comicios de mitad de mandato de 2021 el partido oficialista Morena y sus aliados -el Partido del Trabajo y el Partido Verde- perdieron terreno en el Congreso y aunque mantuvieron una mayoría de escaños no conservaron la suficiente para garantizar cambios constitucionales (dos tercios de la cámara).
Por eso algunos analistas temen que se endurezcan los ataques contra opositores pero también contra autoridades electorales y judiciales. El mismo lunes el mandatario arremetió contra quienes consideró “traidores” -un calificativo que también usó el domingo la oposición para referirse a los oficialistas- y dijo que las empresas extranjeras “compraron a los legisladores”.
López Obrador sostiene que cuando se aprobó la reforma que liberalizó el mercado en 2013 hubo sobornos a diputados, acusación que los parlamentarios niegan pero que está actualmente bajo investigación en la fiscalía federal.
La actual “contrarreforma” -como la definieron algunos- buscaba garantizar al Estado la generación de al menos 54% de la electricidad que necesita el mercado, es decir, dar ventaja a las compañías estatales, con plantas mayormente muy contaminantes, sobre las empresas privadas, que se han centrado en energías renovables y gas natural.
Sus detractores aseguraban que esto violaba la libre competencia y acuerdos internacionales suscritos por México.
Después de más de 12 horas de debate el domingo, la coalición oficialista consiguió 275 votos de los 332 que se necesitaban. Un total de 223 diputados votaron en contra.
“El día de ayer se cometió un acto de traición a México por parte de un grupo de legisladores que, en vez de defender los intereses del pueblo de la nación... se convirtieron en francos defensores de empresas extranjeras que se dedican a medrar, a robar”, sostuvo López Obrador. “Y estos diputados los respaldaron, a los saqueadores”.
Ana Vanessa Cárdenas Zanatta, profesora de ciencias políticas en las universidades Tecnológico de Monterrey y Anáhuac, aseguró que la votación marcó el primer revés legislativo que ha sufrido el mandatario desde que asumió el cargo a fines de 2018 y muestra de ello fue que el lunes en su conferencia matutina “no pudo disimular que está muy enojado”.
La derrota política es especialmente simbólica porque era un asunto con el que el mandatario se arriesgó “a poner en entredicho nuestra relación con los Estados Unidos” y enfrentarse a muchos grupos de poder económico, agregó la académica.
López Obrador siempre dijo que la liberalización del mercado abrió las puertas a la privatización de la estatal Comisión Federal de Electricidad y que legalizó contratos, a su juicio, fraudulentos que habían beneficiado en exceso a compañías extranjeras.
La actual Ley de la Industria Eléctrica, modificada en 2021 en la misma línea de la reforma constitucional, está recurrida en los tribunales porque, entre otros puntos, prevé la revisión o anulación de contratos ya firmados. Sin embargo, sigue en vigor y no se descartan más litigios en torno a ella.
El Partido Revolucionario Institucional, el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática, unidos en la coalición opositora “Va por México”, tenían previsto presentar un nuevo texto para intentar llegar a algún consenso, pero el entendimiento se prevé complicado.
Para el analista político José Antonio Crespo el presidente fue víctima de uno de sus principales problemas: preferir la polarización al diálogo.
“Para él sentarse a negociar con la oposición es traición a la causa porque él está acostumbrado a que se hagan las cosas como él dice o no se hacen”, explicó Crespo. “Creo que eso le va perjudicar a esta segunda mitad, porque ya no tienen las mayorías para imponer su voluntad”.
Dado que la reforma constitucional fue bloqueada, el presidente envió el mismo domingo a la Cámara una propuesta de ley ordinaria para garantizar un punto esencial del fallido proyecto: nacionalizar el litio.
De momento sólo hay una mina de este estratégico mineral en México en manos de una empresa china que podría tener cerca el inicio de su producción. Pero si sale adelante la nueva iniciativa -para la que el oficialismo y sus aliados sí tienen votos suficientes- el gobierno podría asumir su explotación.
“Este fin de sexenio va a ser muy, muy duro, muy tirante, muy forzado, muy riesgoso”, agregó Crespo. “Nunca había visto yo este nivel de polarización, sobre todo fomentado desde arriba”.
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