Anuncio

Disparos, gritos y gemidos: las llamadas al 911 relatan el horror vivido en el club Pulse

Share via

En las llamadas al 911 la noche del ataque en Pulse, algunos de los clientes atrapados en el interior del club nocturno de Orlando, Florida, describieron haber visto al tirador. Otros, en cambio, dijeron que sólo podían oírlo cada vez más cerca.

Alguien susurró: “Por favor, ayuda”; otra persona sólo habló con el operador muy brevemente: “Mi interlocutor ya no responde”, se lo escucha decir a las 2:09 a.m. “Sólo escucho una línea abierta, con gemidos”.

En uno de los informes policiales más descriptivos acerca del tiroteo del pasado 12 de junio, que fue dado a conocer por la ciudad este martes, las personas que llamaron al 911 describen sus propias heridas y las lesiones de quienes los rodean: disparos en el estómago, en el pecho, en las piernas y rodillas, en los brazos.

Anuncio

La ciudad no dio a conocer las grabaciones o las transcripciones completas del 911 ni de la comunicación entre el tirador, Omar Mateen, con el negociador de la policía, sino únicamente los registros de las llamadas asistidas por computadora que ordenan la comunicación por radio con los servicios de emergencia. En los registros no se menciona a las personas que hicieron las llamadas.

Para el momento en que la policía ingresó al lugar a través de una pared, justo después de las 5 a.m., y asesinó a Mateen, 49 personas habían muerto y más de otras 50 permanecían heridas.

En los registros de llamadas, los operadores informaron el relato de una madre quien dijo que su hijo estaba en el piso de la sala VIP, y el de un hombre herido, quien detalló que se encontraba en el baño, junto con otras 15 personas, dos de los cuales ya habían fallecido.

A las 2:06 a.m., una persona que llamó creía que el tirador se había quedado sin balas. Pero un minuto y medio después los disparos en el interior comienzan a escucharse de nuevo, y la gente vuelve a pedir ayuda a gritos.

Los equipos de bomberos llevaron a la primera víctima a un hospital cercano a las 2:13 a.m., mientras los agentes de policía de Orlando comenzaban a transportar víctimas al Orlando Regional Medical Center.

El equipo SWAT fue convocado a las 2:18 a.m.

Los relatos del incidente por parte de los departamentos de policía y bomberos muestran que ningún llamado reportó disparos en el interior del club después de las 2:18 a.m., lo cual coincide con las declaraciones del jefe de la Policía de Orlando, John Mina. Otros testigos que estaban en el interior del lugar han puesto en duda esas declaraciones.

A las 2:20 a.m., otro llamado mencionó que el tirador “estaba cargando” el arma. La persona se encontraba en el baño; el tirador también.

Mateen habló con un operador a las 2:40 a.m. y prometió lealtad al grupo Estado Islámico. En ese momento, por el llamado de una joven, se detectó que el atacante se encontraba en el baño de mujeres.

A las 2:51 a.m., Mateen le dijo a un operador que era un terrorista y que posiblemente había explosivos en el estacionamiento. Otra persona que llamó afirmó que Mateen estaba aún en el baño de mujeres y que tenía bombas atadas a su cuerpo.

Las autoridades policiales solicitaron un vehículo antibombas dos minutos antes de las 3 a.m., casi al mismo tiempo que el jefe de emergencias de la ciudad fue contactado e informado de la situación. Los registros muestran que el equipo y vehículo de desactivación de explosivos llegaron al lugar a las 4:08 a.m. Los perros detectores de bombas del condado de Seminole y las autoridades policiales del centro de Florida habían llegado más temprano y comenzaron a registrar la zona en las afueras del club.

Un capellán de la policía de Orlando, parte de un grupo de clérigos voluntarios que trabajan con el departamento, llamó al centro de operadores a las 3:16 a.m. y fue enviado al Orlando Regional Medical Center para ofrecer su apoyo allí.

A las 4:09 a.m., Mateen se encontraba en el baño de hombres, recargando sus armas, informó una persona al 911; su hermana le estaba enviando mensajes de textos desde el club.

Otros señalaron que la gente en los baños sangraba, y que Mateen estaba a punto de comenzar a disparar de nuevo. Veinte minutos más tarde, los oficiales de policía escucharon que Mateen pensaba colocar chalecos explosivos en cuatro personas durante los próximos 15 minutos, según muestran los registros. Eso, según afirmó Mina, impulsó a las autoridades a ingresar al lugar.

Los operadores podían oír las explosiones que ocurrían cerca de una persona que llamó al 911, a las 5:07 a.m. La policía señaló después que se trataban de explosiones controladas por agentes especialistas en el tema, y que no se hallaron bombas en el club.

A las 5:14 a.m., los operadores reportaron disparos en un cuarto de baño. La llamada oficial llegó a las 5:17 a.m.: “Lo tenemos”. Cuando llegó la mañana, los perros policía revisaron otros clubes gay en Orlando en busca de potenciales explosivos. No encontraron ningún riesgo.

Si desea leer esta nota en inglés haga clic aquí.

Anuncio