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Funcionarios escolares: detener peleas es parte de nuestra responsabilidad

Luis Rankin-Ibarra, superintendente del Distrito Escolar Unificado de Escondido se negó a hablar específicamente sobre el incidente, pero dijo que los empleados de la escuela tienen la responsabilidad de tratar a los estudiantes que se pelean como si fueran sus propios hijos. Esta es una imagen de archivo, no de la escuela Rincón.

Luis Rankin-Ibarra, superintendente del Distrito Escolar Unificado de Escondido se negó a hablar específicamente sobre el incidente, pero dijo que los empleados de la escuela tienen la responsabilidad de tratar a los estudiantes que se pelean como si fueran sus propios hijos. Esta es una imagen de archivo, no de la escuela Rincón.

(bowdenimages / Getty Images/iStockphoto)
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Intervenir en las peleas escolares entre estudiantes es una tarea difícil pero parte necesaria del trabajo de un educador, dijeron varios funcionarios de escuelas locales, después de que una pelea en una escuela secundaria en Escondido llevó a la reasignación de tres administradores del plantel recientemente.

El video de la pelea en la escuela secundaria Rincón muestra a un estudiante golpeando a otro, mientras que un asistente del director los miraba. El material, circuló en las redes sociales y fue transmitido en los informes de noticias, planteando preguntas sobre el papel de los funcionarios escolares en incidentes violentos.

En el caso de la escuela Rincón, el video muestra a un estudiante varón que repetidamente golpea con el puño a otro niño, mientras que Mike Brinkley, el asistente del director, está cerca con las manos en los bolsillos. Luego de que la víctima se aleja, el otro chico lo persigue y lo golpea de nuevo, tirándolo al suelo.

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Después de que el video salió a la luz pública, Brinkley fue puesto en licencia administrativa y otros dos administradores de la escuela Rincón fueron trasladados a otros planteles. El lunes 27 fueron asignados un nuevo director y dos nuevos subdirectores en la escuela Rincón.

Luis Rankin-Ibarra, superintendente del Distrito Escolar Unificado de Escondido se negó a hablar específicamente sobre el incidente, pero dijo el miércoles que los empleados de la escuela tienen la responsabilidad de tratar a los estudiantes que se pelean como si fueran sus propios hijos.

“Si su hija o hijo estuviera involucrado en la pelea, ¿qué haría?”, preguntó Rankin-Ibarra. “Intervendría. No hay receta para acabar una pelea. Son feas. No hacer nada no es aceptable”.

Ese principio, llamado “en lugar de uno de los padres”, está codificado en una ley estatal que reconoce la responsabilidad de los educadores para mantener el orden y les libera de toda responsabilidad por hacerlo. El Código de Educación de California dice que “un maestro, subdirector, director... no estará sujeto a un proceso penal o sanciones penales por el ejercicio... del mismo grado de control físico sobre un alumno que un padre tendría el privilegio de ejercer”, con el fin de proteger la salud y seguridad de los estudiantes y mantener un ambiente de aprendizaje adecuado.

Comúnmente, los maestros y administradores están bien capacitados en cómo reaccionar en este tipo de situaciones, pero eso no quiere decir que sea fácil, dijeron las autoridades.

“Nuestra obligación es no dejar que los estudiantes se hagan daño unos a otros, pero tenemos que protegernos también”, dijo Barbara Dawson, miembro de la junta de la Asociación de Maestros de California, con sede en Vista. “Usted no quiere que el maestro sea lastimado al tratar de detener una pelea”.

Dawson, quien trabajó como maestra en las escuelas Roosevelt y Washington en el Distrito Escolar Unificado de Vista, dijo que entrar a la pelea no siempre es el mejor punto de partida.

“No sé qué iba a lograr en medio de dos chicos de secundaria peleándose”, dijo, a pesar de reconocer que lo ha hecho en alguna ocasión.

“Mi primer instinto como profesor es decir basta. Meterme en medio, poner mis manos arriba, decir basta”, dijo Dawson. “Pero si usted agarra el brazo de un estudiante en una pelea, puede ser que le golpee, o puede ser que le culpen”.

Bob Mueller, director interino de la Oficina de Educación del Condado, dijo que las autoridades escolares pueden mantener una presencia física en una pelea sin poner las manos sobre los niños.

“Dar órdenes verbales fuertes, llamar a los estudiantes por su nombre si sabe sus nombres”, dijo. “Poner mi cuerpo en las proximidades. Y determinar en base a los alrededores, si es seguro que intervenga físicamente. Si no tomo en cuenta el escenario por completo, podría empeorar la situación“.

Un adulto podría caer en un estudiante, provocando sin querer que otros niños se unan a la pelea, o dejar a un estudiante vulnerable al someterlo. En la mayoría de los casos, dijo que se necesitan dos adultos para separar a unos estudiantes peleando. La mejor defensa es establecer relaciones escolares fuertes y un ambiente de respeto, dijo.

“Como comunidad escolar nos preocupamos el uno por el otro, actuamos para protegernos unos a otros”, dijo Mueller. “En la medida en que tenemos escuelas así, tenemos menos peleas, tenemos estudiantes que vienen a nosotros en busca de ayuda. Tenemos estudiantes que trabajan para crear sus propias habilidades para resolver conflictos. Lo que hace a una escuela más segura es trabajar duro para crear un ambiente escolar positivo”.

Rankin-Ibarra dice que es lo que él apostó en los cambios administrativos entablados esta semana. Jason Wrzeski, el nuevo director de la escuela Rincón tiene una trayectoria en educación especial y experiencia en el tratamiento de problemas de comportamiento de los estudiantes, dijo Rankin-Ibarra. Beth Crooks, exdirectora de Rincón fue reasignada a la escuela primaria Juniper, donde Wrzeski había sido estacionado.

Los administradores Chris Harris y Johnnie Landreth también fueron trasladados a Rincón como subdirectores. Kim Comes, exsubdirector de Rincón va a dividir su tiempo entre la escuela secundaria Mission y la primaria Orange Glen.

Rankin-Ibarra señaló que la intervención física es un último recurso cuando los estudiantes están peleando. Dijo que el distrito capacita a sus administradores en una serie de pasos a seguir durante un altercado.

“¿Podría usar un silbato?”, preguntó. “Use su voz o autoridad. Tome a uno de los agresores y muévalo de lugar. Pida refuerzos. Pida a los niños que corran a la oficina. En última instancia, la responsabilidad es del personal, pero específicamente de la administración. Y eso es mi responsabilidad”.

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