Planta de tratamiento de aguas residuales de Tijuana en espera de un reacondicionamiento por 24.7 mdd
Planta de tratamiento de aguas residuales San Antonio de Los Buenos en Punta Bandera.
Baja California está avanzando con planes para expandir y mejorar su fallida planta de tratamiento de aguas residuales de San Antonio de los Buenos, ubicada en la costa de Tijuana, esperando que la construcción inicie el próximo año, informó un funcionario estatal.
El proyecto, estimado en 24.7 millones de dólares, implica la mejora de los estanques de tratamiento de aguas residuales existentes en la instalación de 30 años de antigüedad, justo al sur de la frontera con el condado de San Diego. También implica la construcción de una nueva instalación de fangos activos en el sitio.
Además, el plan requiere la construcción de un sistema recolector encargado de recoger las aguas residuales de los desarrollos costeros y entregarlo para tratamiento en una planta en la playa de Rosarito.
Los proyectos son componentes clave del plan estratégico de Baja California del orden de los 357 millones de dólares para mejorar el sistema de alcantarillado de Tijuana, una amplia lista de proyectos que servirían para mejorar la calidad del agua costera, tanto en Tijuana como en el sur de San Diego. Funcionarios del estado redactaron la propuesta, que fue presentada a las autoridades estadounidenses a finales de abril, en colaboración con la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza COCEF, una agencia binacional que apoya proyectos de infraestructura.
El añejo problema de los flujos transfronterizos de aguas residuales desde Tijuana hacia el sur de la bahía de San Diego —y hasta Coronado a través de las corrientes costeras— ha vuelto a ganar atención pública desde las fuertes lluvias del invierno pasado, lo que agravó el problema de derrames durante todo el año. Los esfuerzos de Baja California llegan como un coro creciente en el condado de San Diego, que incluye a residentes, funcionarios públicos y más recientemente miembros de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, que han estado pidiendo mayores medidas para detener la contaminación que cruza la frontera.
En México, los funcionarios reconocen que su sistema de alcantarillado envejecido y subfinanciado necesita múltiples modernizaciones a pesar de los avances significativos realizados en los últimos años, en gran parte en colaboración con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, que ha proporcionado apoyo técnico y financiamiento.
El tema surgió recientemente después de una celebración del Día Mundial del Medio Ambiente justo al sur de la valla fronteriza estadounidense en Playas de Tijuana.
“Esto es lo que necesitamos cuidar, proteger”, dijo el anfitrión del evento, el alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, hablando con las olas del mar como telón de fondo.
Las principales causas de contaminación de las playas de México “provienen de aguas residuales urbanas e industriales con tratamiento inadecuado”, dijo Alfonso Blancafort, quien dirige en Baja California la delegación de la Secretaría del Medio Ambiente de México. Instó a los ciudadanos a asumir la responsabilidad junto a las agencias gubernamentales, para que se abstengan de tirar neumáticos usados y basura en las cuencas y arroyos.
La ceremonia incluyó la firma de un acuerdo entre el municipio y la Oficina del Medio Ambiente de las Naciones Unidas en México comprometiéndose a reducir el uso de plástico desechable, un tema que afecta a los océanos en todo el mundo y que representa una amenaza para cientos de especies.
El alcalde de Imperial Beach, Serge Dedina, quien estuvo entre los oradores, dijo tras el evento que está trabajando con otros funcionarios electos de la región para solicitar encarecidamente al Congreso a continuar apoyando el Fondo de Infraestructura Fronteriza de la EPA, el cual está señalado para eliminarse bajo el presupuesto propuesto por el presidente Donald Trump.
“Nada tiene una prioridad más alta para nosotros”, dijo Dedina, agregando que es importante que las dependencias mexicanas “también aporten fondos para apoyar este plan” del estado de Baja California para atender los problemas de aguas residuales de Tijuana.
Miguel Lemus, jefe de la Comisión de Servicios Públicos del Estado en Tijuana, conocida como CESPT, dijo que su dependencia está trabajando en la reparación de cinco colectores de aguas residuales, una prioridad para evitar futuros derrames en la cuenca del río Tijuana.
En entrevista, dijo que el estado está en las etapas finales de diseño para las mejoras a la planta costera de tratamiento de aguas en Punta Bandera. La planta, que se inauguró en 1988, trata el 37 por ciento de las aguas residuales de Tijuana, pero sus efluentes no cumplen con las normas de emisiones costeras de México desde 2015.
Las mejoras son urgentemente necesarias, según el informe del estado, y “evitarán la contaminación, así como la insatisfacción y las quejas de Estados Unidos de América”.
Un organismo federal mexicano, el Fondo Nacional de Infraestructura, prevé cubrir el 40 por ciento del costo de la planta, y el resto debería ser compartido por el estado de Baja California y por el sector privado, posiblemente a través de una asociación público-privada, de acuerdo con la COCEF.
Las mejoras y las nuevas instalaciones se llevarán a cabo en el 2018, y comenzarán sus operaciones en 2019, según el plan estatal.
Dibble escribe para el U-T.
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