La ONU denuncia la violencia en la RD Congo y pide medidas al Gobierno
El Consejo de Seguridad de la ONU denunció hoy el aumento de la violencia y de los abusos en la República Democrática del Congo (RDC) y urgió al Gobierno a desistir de todo uso excesivo de la fuerza y a cooperar con las investigaciones internacionales.
En una declaración pactada por los quince miembros, el Consejo expresó su preocupación por el “deterioro de las condiciones de seguridad”, en particular en la región de Kasai, y por las numerosas “violaciones de los derechos humanos” que se están registrando en el país.
Entre otras cosas, el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas alertó sobre los supuestos crímenes cometidos por “miembros de las fuerzas de seguridad” del país, incluidas “matanzas de civiles”.
“El Consejo de Seguridad subraya que esas violaciones y abusos podrían constituir crímenes de guerra con arreglo al derecho internacional”, señala el texto.
En ese sentido, los quince países urgieron al Gobierno a “desistir de todo uso excesivo de la fuerza” y llamaron a todas las partes a detener y rechazar la violencia, dejar las armas y contribuir a una solución pacífica a la crisis.
La situación, recuerda el Consejo, ha generado más de 1,4 millones de desplazados internos y ha obligado a más de 30.000 personas a huir del país.
La declaración da además la bienvenida a la puesta en marcha de un equipo de expertos de la ONU para investigar los crímenes en Kasai, cuya composición fue anunciada hoy en Ginebra por el alto comisionado para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein.
El Consejo reiteró además la necesidad de que el Gobierno congolés “investigue de manera rápida y plena” el asesinato el pasado marzo de dos empleados de Naciones Unidas cuando estaban en el país investigando la violencia.
Por otra parte, el Consejo de Seguridad expresó su preocupación por la situación política en el país africano y por la “lentitud” en la aplicación del acuerdo del pasado diciembre para celebrar este año elecciones.
El presidente de RDC, Joseph Kabila, nombró el pasado mayo un nuevo Gobierno con la misión principal de organizar comicios este año, tal y como las fuerzas del país pactaron el pasado diciembre.
Las elecciones presidenciales que debían celebrarse el año pasado fueron pospuestas por Kabila, por su intención de presentarse a una nueva reelección pese a que la Constitución se lo impide, lo que generó protestas ciudadanas que fueron violentamente reprimidas.
Mientras tanto, la región de Kasai es escenario desde agosto de 2016 de una fuerte oleada de violencia que estalló cuando el líder de la milicia Kamuina Nsapu, que lleva su nombre, fue abatido por el Ejército y sus seguidores se alzaron contra el Gobierno para vengar su muerte.
