México crece en el segundo trimestre gracias al impulso del consumo interno
La economía mexicana creció en el segundo trimestre un 1,8 % interanual gracias al excelente resultado del sector servicios (3,2 %), que compensa la caída de la industria del 1 % y el ligero aumento del sector primario, 0,7 %, indicaron hoy especialistas a Efe.
“El principal impulsor de este dato está por el lado del sector servicios, y esto es sumamente importante porque hemos visto riesgos en el consumo privado. Y este 3,2 % significa una resistencia a estos riesgos”, indicó la analista económica del banco Ve por Más Mariana Paola Ramírez.
Para Ramírez, el principal desafío que amenaza la demanda interna es la caída de los salarios reales.
No obstante, este efecto no se ha sentido todavía en el periodo abril-junio, según los datos preliminares del producto interior bruto (PIB) divulgados hoy por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Esta estimación trimestral marca una desaceleración del crecimiento económico respecto al periodo enero-marzo de 2017, cuando el PIB registró un incremento del 2,8 % a tasa anual.
“En el primer trimestre la industria sí creció, y ahora está decreciendo. Y la parte agropecuaria está moderando su crecimiento”, pero ello “obedece a la volatilidad inherente en el sector”, indicó la experta.
Además, en cifras sin los factores coyunturales por temporada, el PIB avanzó el 3 % en el segundo trimestre del año frente al mismo periodo de 2016.
Ello como consecuencia de los incrementos en el sector terciario (4,1 %), el primario (1 %) y el secundario (0,6 %).
En comparación con el trimestre previo, el PIB se expandió 0,6 % entre abril y junio gracias al avance del 0,8 % de las actividades terciarias, del 0,1 % en las secundarias, y el retroceso del 2 % en el sector primario.
De acuerdo con la directora ejecutiva de Análisis y Estrategia de Grupo Financiero Banorte, Delia María Paredes, el resultado del segundo trimestre fue “bastante favorable”, y se apoyó sobre todo en el sector servicios.
Atribuyó la caída de la industria a la bajada de la producción petrolera y el débil avance de la construcción, perjudicado por los recortes de presupuestos en infraestructura.
Del lado contrario, el sector manufacturero sigue teniendo un desempeño favorable, resaltó.
Paredes consideró más relevante el resultado conjunto del primer semestre, del 2,3 % a tasa anual en términos reales, al no presentar tantos efectos de calendario.
En el periodo enero-junio, el sector primario y terciario creció el 3,5 % anual, en tanto que la industria cayó un 0,3 %.
En el primer trimestre del año, México creció un 2,8 % pese a los efectos de la llegada del presidente Donald Trump a la Casa Blanca, que causó una enorme incertidumbre en los mercados e impacto en este país por el freno de la inversión extranjera y la depreciación del peso frente al dólar.
Paredes pronosticó que en los próximos trimestres habrá una “desaceleración o moderación del ritmo de crecimiento”, también en el consumo privado.
Ello se debe a que los últimos trimestres del pasado año fueron muy buenos, por lo que la comparación se hace más difícil, y también porque “persisten riesgos económicos”, apuntaló.
Entre estos, está la inminente negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que arrancará el 16 de agosto entre México, Canadá y Estados Unidos por exigencia de Donald Trump, que considera que el convenio actual perjudica los intereses de su país, especialmente en beneficio de México.
Otro factor a tener en cuenta es el “ruido político” que generan las elecciones presidenciales en México de mediados de 2018, agregó.
Los resultados trimestrales y semestrales coinciden, por el momento, con el estimado de crecimiento de 2017 del Gobierno de México.
