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Menor flujo migratorio no aplaca el aumento de la tensión entre México y EEUU

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La inmigración de mexicanos ha disminuido y otros son mayoría ahora en la frontera, según un seminario que analiza las relaciones entre México y EEUU en medio de las tensiones sobre las deportaciones, el muro y la renegociación del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN).

“Estamos en un momento de muchos cambios en el sistema migratorio, donde cada vez hay más mexicanos que llegan con visas legales”, dijo el presidente del Instituto de Políticas Migratorias (MPI en inglés), Andrew Selee.

Según informó, el flujo de indocumentados oscila entre 100.000 y 120.000 personas por año, mientras que son 200.000 los mexicanos que ingresan con visas temporales para trabajadores agrícolas y de servicio, visas tecnológicas y profesionales y visas NAFTA (sigla en inglés del TLCAN) o relacionadas con el tratado de libre comercio.

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“El problema mayor en la frontera lo representan ahora los centroamericanos”, dijo Selee, quien pronosticó un “resurgimiento” de los arribos en el futuro próximo.

También destacó que hay actualmente casi un millón de estadounidenses radicados en México, entre retirados, personal enviado por empresas y en su gran mayoría menores de edad que acompañan a sus padres mexicanos que regresaron, voluntariamente o deportados.

Selee opinó que todos estos cambios ocurren en momentos en que se registra un debate sobre la relación bilateral, “que parece de hace diez años”, fomentado por los planes del presidente Donald Trump de construir un muro en la frontera o su decisión de renegociar el TLCAN.

Trump reiteró esta semana que México pagará “de un modo u otro” la construcción del muro y amenazó con un “cierre parcial” del Gobierno si los demócratas se niegan a autorizar fondos para construirlo en el próximo presupuesto.

Selee dijo que el muro puede convertirse en un punto de oposición o de negociación para los demócratas, quienes podrían ceder en su oposición “a cambio de protección para los soñadores de DACA”, o de alguna otra concesión no relacionada con la inmigración.

Sobre la renegociación del TLCAN, que Trump considera “el tratado comercial más injusto de la historia” de Estados Unidos, Selee dijo que las negociaciones “van bien, pero con posturas un poco distintas” de los dos países.

“Pero Trump ha dicho que igualmente abandonaría el tratado después de la negociación, lo que dificulta un pronóstico porque estamos lidiando con un mandatario que se aparta de su equipo y del Congreso”, señaló.

“El ser impredecible forma parte de su personalidad y estilo de liderazgo”, agregó.

Sobre las deportaciones masivas de indocumentados prometidas por Trump, el presidente del MPI dijo que “la maquinaria” del Departamento de Seguridad Nacional “no está a la altura de lo que quiere el presidente”.

Las cifras de deportaciones “no son tan altas” como a principios de la Administración de Barack Obama, o finales de George Bush, aunque esto podría cambiar con la asignación de más fondos para poner en marcha el “sistema nunca visto de detenciones y deportaciones” prometido por Trump.

El mexicano Rodrigo Domínguez Villegas, del Instituto de Investigación de Ciencias Sociales de la Universidad de Massachusetts-Amherst, donde cursa el doctorado, habló en el seminario sobre la llegada a su país de menores centroamericanos no acompañados.

Dijo que desde el 2014, México detuvo a más de 50.000 menores, en una oleada que “ha cuestionado la capacidad” de las autoridades mexicanas de inmigración para cumplir con la protección legal de esos niños.

“La definición de quién puede recibir estatus de refugiado ha sido generosa, pero aun así menos del 1 % ha solicitado protección”, señaló Domínguez Villegas, quien destacó la falta de apoyos que va desde un alojamiento decente al acceso a un abogado.

El experto también señaló un cambio en las características demográficas de los menores no acompañados que han sido detenidos en México, donde hay más niñas y menores de 12 años.

“Los varones se multiplicaron por cinco en los últimos años, y las niñas por nueve, por lo que pasaron a ser el 25 % de los menores no acompañados”, informó.

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