Bancos de alimentos de Texas se preparan para la vuelta de los desplazados por Harvey
Los bancos de alimentos del sureste de Texas se preparan estos días para el regreso a sus casas de las decenas de miles de desplazados por el huracán Harvey, que causó “inundaciones históricas” a finales de agosto en esa zona del estado, especialmente en el área metropolitana de Houston.
El Banco de Alimentos de Houston (HFB, en sus siglas en inglés), la cuarta ciudad más grande del país, repartió unos 300.000 kilogramos de alimentos este miércoles, más del doble de su volumen diario normal, así como pañales, agua embotellada y artículos de limpieza, según datos de la propia organización.
De hecho, el HFB suministró durante las tres primeras semanas desde Harvey más de cinco millones de kilogramos en productos de primera necesidad -esencialmente comida-, lo que significa más del 10 % del total que reparte habitualmente durante todo un año.
“Puede que suene a mucha cantidad, pero no es suficiente”, señaló en declaraciones a Efe el presidente de este banco, Brian Greene, quién advirtió que el flujo de donaciones se está desacelerando más rápido que la necesidad de los afectados.
El activista aseguró que tanto ellos como otros bancos y comedores del condado de Harris están esperando a que las inscripciones al Programa Asistencial de Nutrición Suplementaria (SNAP, en inglés) se hagan efectivas para que la gente pueda ir a las tiendas y supermercados para coger comida en vez de ir a los bancos de alimentos.
“La escala y la destrucción del huracán Harvey en el sureste de Texas fue monumental y para las personas que ya luchan por atender las necesidades básicas de su familia normalmente, las inundaciones son aún más catastróficas”, lamentó Greene.
Otro de los bancos importantes de la zona, el Banco de Alimentos del Sureste de Texas, distribuyó casi 700.000 kilogramos de comida desde el inicio de la recuperación del poderoso ciclón, que tocó tierra en la localidad costera de Rockport (Texas) con vientos que alcanzaron los 210 kilómetros por hora.
Esta organización agradeció en un comunicado el “fuerte apoyo” de las redes de Feeding America y Feeding Texas, así como de otros grupos nacionales y regionales, que ayudan a mejorar la capacidad de respuesta a la alta demanda de alimentos en la zona afectada.
“A raíz del huracán Harvey, pasamos a un modelo de distribución de alimentos y agua con nuestras agencias de distribución asociadas, especialmente aquellas dedicadas al socorro en casos de desastre en todo nuestro territorio de servicio de ocho condados”, agregó la asociación en el documento facilitado a Efe.
Para el Banco de Alimentos del Sureste de Texas, el desafío ahora está en prepararse para una eventual bajada de las donaciones después de que la atención nacional se haya desplazado fuera de la costa de Texas, como por ejemplo, a Florida o Puerto Rico, zonas recientemente afectadas por otros huracanes de gran magnitud.
Por su parte, el Centro de Investigación y Acción Alimentaria (FRAC, en sus siglas en inglés) señaló que los distritos escolares pueden brindar un apoyo “fundamental” a los estudiantes y a sus familias proporcionando comidas nutritivas a los alumnos a través de los programas de nutrición infantil.
El paso del ciclón Harvey por el sureste de Texas dejó unas sesenta víctimas mortales y cerca de 32.000 personas buscaron refugio temporal a causa de las inundaciones sin precedentes que se vivieron en el estado sureño, superando las expectativas de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA).
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