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Diego Estrada: los mexicoamericanos somos una cultura diferente

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CHICAGO – Con tan solo 13 meses Diego Estrada cruzó el Río Grande a la espalda de su madre, que junto a sus tres hermanas, su hermano y una tía, dejaron Michoacán, México, para reunirse con su padre en busca de una vida mejor en Estados Unidos.

Todo salió bien y el pequeño Estrada, ahora de 27 años, creció y se hizo atleta en Salinas, California, siendo reclutado por la Universidad de Northern Arizona donde destacó a nivel nacional en carreras de fondo y larga distancia.

Estrada, olímpico por México en 2012, fue noticia en 2016 al terminar octavo en el Maratón de Chicago con un tiempo de 2:13:56 para ser el primer atleta estadounidense en cruzar la meta.

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Este año Estrada vuelve a Chicago para correr el maratón este domingo 8 de octubre, donde tiene depositadas muchas esperanzas de mejorar para acercarse a sus ambiciosas metas de futuro.

¿Qué te ha contado tu familia de sus inicios en EEUU?

Me han contado muchas historias de aquello. Mi madre me ha comentado que cuando vinieron todo era difícil, pero no como ahora. Entonces era más fácil emigrar, aunque había situaciones complicadas. Me contó que una vez nos quería pasar arriba en el guardamaletas de un miniván y mi madre se negó y el coyote se enojó mucho con ella. Hubo muchas complicaciones pero al final, según mi mamá, tuvimos muchas bendiciones en el camino. También recuerdo que cuando tenía cinco años vivíamos en una casa con un sólo cuarto, todos apretados y para nosotros recibir un dólar era mucho. Así que gracias a eso aprendí a valorar el trabajo y el esfuerzo.

¿Te marcó eso como deportista?

Sí. Incluso el año pasado cuando en el Maratón de Chicago pisé una botella en el kilómetro 10 pensé que si no hubiera sido por la vida y la manera que crecí, con el sufrimiento que tuve desde niño, tal vez me hubiera rendido y retirado.

¿Cuáles son las metas que traes este año al maratón?

Este año la meta iba ser otra vez 2:10, pero le dije a mi entrenador que eso no me motivaba, así que en los entrenamientos estuve dando parciales de 2:08. Sé que tal vez no se dé porque aquí no va haber liebre, así que va a ser una carrera más táctica. Tenemos la ambición de bajar de 2:10 y para eso he preparado mi cuerpo.

¿Tu objetivo es representar a EEUU en Tokio 2020?

Sí. Para nosotros cada cuatro años llega el momento más importante y si no tienes a la vista las olimpiadas es muy poco lo que te motiva. Vivo en Flagstaff, Arizona, no hay mucha gente y la mayoría de las veces corro solo. Se puede decir que el 99 por ciento del año estoy corriendo solo y sin un motivo grande es difícil tener la disciplina.

¿Qué supuso representar a México en Londres 2012?

En aquel momento no lo analicé correctamente. Tenía 22 años, era un poco joven y tuve una temporada larguísima. Cuando llegamos a Londres emocionalmente estaba quemado, no daba más. Para mí en vez de ser una fiesta fue un compromiso que estaba obligado a cumplir. Ahora pienso que fue un desperdicio porque debí llegar con más emoción, pero no fue así. Sólo recuerdo el estrés que tenía porque además hubo un poco de controversia porque había gente que no estaba contenta con mi decisión. Muchos pensaban que no había nacido en México y que sólo estaba tomando la ciudadanía de mis padres para meterme en el equipo olímpico mexicano. Así que hubo un poco de controversia por los dos lados, México y Estados Unidos, y no tuve la madurez para ignorar lo que decía la gente.

¿Incluso tu padre no estaba contento que fueras a las olimpiadas con México?

No le gustó porque decía que estaba dando un paso para atrás en mi carrera.

¿Te sientes más mexicano o estadounidense?

Antes me veía más mexicano, pero al convivir y pasar tiempo en México me doy cuenta que no soy mexicano. Y al vivir aquí también me doy cuenta que tampoco soy americano. Pienso que soy mexicoamericano, que es un poco difícil pero es una cultura diferente. El mexicano que emigra a Estados Unidos cuando regresa lo tratan un poco diferente. Y como yo nací en un rancho, voy a la ciudad y como que tampoco.

¿Qué significa para ti representar a EEUU en unas olimpiadas?

Sería lo máximo porque es más difícil representar a EEUU. Con todo respeto por México, yo pude haber ido a Río 2016 por México, el tiempo estaba, las marcas olímpicas estaban. Pero fue un sacrificio que tuve que hacer porque si yo puedo ir a unas olimpiadas por Estados Unidos entonces no habrá límites para mí.

¿Qué posición buscas en el Maratón de Chicago?

Creo que como un emigrante siempre vamos por todo. Yo voy por los tres primeros puestos. Habrá mucha competencia. Yo me estoy preparando con la mente en que no hay temor, hay que dar todo y lo que se dé será y si no, no es para mí.

¿Los corredores africanos son de otro planeta?

Sí, pero como dice mi entrenador todos tenemos un corazón. Hay que tenerles respeto pero no miedo.

jlsanchez@vivelohoy.com

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