Las chinampas, legado de la época prehispánica, agonizan en Ciudad de México
México — Los canales de Xochimilco en el sur de Ciudad de México y sus chinampas, legado de la época prehispánica, reflejan el ambiente sereno y nostálgico de su innegable abandono por la falta de apoyo de las autoridades responsables en la zona.
“Hace 10 años a estas horas (nueve de la mañana) veíamos a muchos campesinos trabajando. Ahora es como un pueblo fantasma”, declaró en entrevista a Efe el agricultor Alfonso Sánchez durante un recorrido por la zona chinampera de Xochimilco.
Alfonso, de 28 años, reconoció que el trabajo del chinampero es muy artesanal, requiere tiempo, dedicación y “a muchos habitantes de la zona ya no les interesa trabajar en los cultivos”.
Las chinampas son islotes artificiales que flotan sobre cuerpos de agua y se usan para el cultivo para la extensión territorial. La técnica consiste en extender sobre el suelo de la chinampa una capa del lodo, conocido como limo, que se extrae del fondo del canal. Esta capa delgada se corta en cuadros en los cuales se siembran las semillas.
Para Francisco Bonilla Sevilla, docente de la Universidad del Medio Ambiente (UMA) del Estado de México, “las chinampas son un verdadero experimento de bioingeniería hecho por los aztecas” y que representaban un importante sistema de agricultura que le daba de comer a un millón de personas en la época prehispánica.
Alfonso, quien se ha dedicado junto a sus abuelos al cultivo, destacó que las chinampas aún son altamente productivas y podrían ser un negocio viable.
Sin embargo, el principal problema para mantener activas las chinampas es la poca ayuda por parte de Xochimilco, una de las delegaciones (demarcaciones políticas) en que se divide la capital mexicana.
El joven expuso que “hay muchos delegados a los que nunca se les ha visto en Xochimilco, no son campesinos ni han trabajado ahí, no conocen las necesidades de la comunidad”.
Indicó que “hay grupos de asociaciones civiles que apoyan con proyectos desde la compra de materiales para sembrar hortalizas hasta el contacto con restauranteros para la venta de sus productos”.
A pesar de ello, las chinampas poco a poco quedan en el olvido. “Algunos dueños ya murieron, otros por ser adultos mayores ya no siembran y los hijos se dedican a otras actividades”, agregó.
De las 20.000 chinampas existentes solo 3.000 están activas, de las cuales la mayoría se usan para pastoreo de vacas, invernaderos o actividades recreativas.
Anselmo Sánchez, quien tiene más de 50 años cultivando lechuga, verdolagas, rábanos, espinaca y maíz bajo este sistema, dijo a Efe que las chinampas “están agonizando”, y agregó que para la gente ya es incosteable trabajar en ellas.
“Sabemos que hay recursos para la chinampería. Por eso exigimos a los delegados el apoyo, pero nos niegan el recurso”, expuso.
Y señaló: “Para nosotros, esta administración y este (último) año ha sido el más terrible. No tenemos apoyo. Toda la chinampería está abandonada”.
Don Anselmo sostuvo que la delegación no destina un lugar a los campesinos para vender sus verduras. “Andamos como ambulantes vendiendo nuestras verduras en el mercado”, abundó.
Se ha pronosticado que a la zona lacustre de Xochimilco (sembradío de flores, en lengua náhuatl), con sus canales flanqueados por vegetación y declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1987 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), le quedan 30 años de vida.
Ante esto, Alfonso, orgulloso de ser xochimilca, advirtió que “al paso que vamos, y si no se hace algo antes de que acabe esta década, las chinampas dejarán de existir porque el deterioro que tienen es muy fuerte”.
Señaló que se requiere impulsar el campo y darles mantenimiento a los canales.
“Terrenos hay, agua hay; solo falta que el gobierno y las instituciones se decidieran a apoyar el campo porque muchos saben cultivar pero si no hay apoyo buscarán otras opciones”, concluyó.
Por su parte, don Anselmo manifestó que el gobierno no se da cuenta de la importancia de las chinampas, y vaticinó que con el tiempo “todo lo del campo va a valer oro”.