Gronkowski jugará el Super Bowl; Foles sigue sin presión y tranquilo
Minneapolis (EE.UU.) —
Todo fueron buenas noticias en la cuarta jornada de trabajo de los equipos protagonistas de la la 52 edición del Super Bowl que se va a disputar en el U.S. Bank Stadium de Minneapolis con la recuperación del ala cerrada estelar de los Patriots de Nueva Inglaterra, Rob Gronkowski y la gran confianza que posee el Nick Foles , el mariscal de campo e los Eagles de Filafeldia.
Tanta es la normalidad que hasta el entrenador en jefe de los Patrios, Bill Belichick, se permitió el lujo de distraerse y acudir al partido del baloncesto que el equipo local de los Timberwolves de Minnesota disputó en el Target Center frente a los Bucks de Milwaukee.
La razón, a parte de distraerse y ver que todo marcha sin problemas de cara a la preparación del que será su undécimo Super Bowl, fue saludar a su gran amigo Tom Thibodeau , entrenador de los Timberwolves.
Antes le habían dado la buena noticia que Gronkowski recibió el alta para salir del protocolo de conmociones cerebrales y tener la oportunidad de jugar el Super Bowl.
Gronkowski se entrenó plenamente, mientras que el liniero defensivo Deatrich Wise también pudo entrenar al salir del protocolo de conmociones cerebrales.
Aunque sin estar en plenitud de forma también participaron en el entrenamiento Malcolm Butler (enfermedad) y Brandon King (rodilla), que trabajaron por separado.
Gronk señaló que estoy “listo para jugar” y que no tendrá restricciones. Había quedado al margen desde un choque de cascos con el defensivo Barry Church de los Jaguars de Jacksonville en la primera mitad de la victoria de Nueva Inglaterra en el partido por el campeonato de la Conferencia Americana (AFC).
El estelar jugador se perdió la victoria en el Super Bowl del año pasado ante los Falcons de Atlanta, en Houston, tras someterse una cirugía en la espalda.
Gronkowski indicó que su percepción es que los médicos del equipo aprovecharon la semana de descanso para ser lo más cautelosos posibles con la lesión.
“Supimos todo el tiempo que iba a poder jugar”, destacó Gronkowski. “Evolucioné muy bien durante la semana”.
Gronkowski lideró al equipo en las estadísticas de juego aéreo durante la temporada regular con 69 pases atrapados de los que le envió el mariscal de campo estelar Tom Brady para 1.084 yardas y ocho anotaciones.
Su presencia le da a Brady otra opción frente a una defensa de los Eagles que en la campaña regular fue la cuarta mejor de la Liga Nacional de Fútbol Americano ( NFL ).
“Es un jugador dinámico. Vital para nuestra ofensiva. Lo ha sido desde que llegó a nuestro equipo. Siempre ha rendido fenomenal cuando juega”, declaró Brady sin poder ocultar su satisfacción.
Los Eagles permitieron 229 yardas por partido en juego aéreo durante los playoffs y los Patriots se presentan con un promedio de 318 yardas en pases durante la postemporada.
Mientras en el cuartel de los Eagles el centro de atención no está puesta en su entrenador en jefe Doug Pederson, que hace su primer viaje al Super Bowl como máximo responsable técnico, sino en lo que puede hacer el mariscal de campo reserva Nick Foles, que va a ser el factor decisivo en cuanto a las posibilidades reales que tiene de conseguir su equipo la victoria.
“Hay diferentes caminos y oportunidades en la vida”, comentó Foles. “Estoy súper emocionado por el Super Bowl. En realidad, ni siquiera me plantee en algún momento que podría estar en esta situación. Pero así es la vida”.
Foles, que ocupó el puesto de titular dejado vacante por el estelar Carson Wentz , que se lesionó el pasado diciembre, asegura que tiene muy asimilado como persona creyente la realidad que le toca vivir.
“Estoy muy agradecido de tener esta oportunidad de hablar y jugar en este partido”, subrayó Foles, un tejano de 29 años que nació en Austin. “Pero al mismo tiempo, si hubiera tomado otra decisión mi vida seguiría y estaría feliz. Me hubiera ido y haría algo más y glorificaría a Dios en esa instancia”.
Foles pasó la pretemporada lastimado y la campaña regular viendo cómo Wentz, guiaba a los Eagles victoria tras victoria, así como él lo había hecho en la temporada 2013, cuando logró 27 pases de touchdowns y sólo dos interceptaciones en campaña regular para marca de 10-5 y el título divisional, además de otras dos anotaciones, sin pérdida de balón en playoffs.
Ahora Foles será apenas el tercero en su posición que abrirá el Super Bowl en una temporada en la que realizó tres aperturas o menos en la fase regular. Los otros dos fueron Jeff Hostetler en 1990 y Doug Williams en 1987.
Se da la circunstancia que ambos ganaron el trofeo Vince Lombardi, con sólo dos partidos de campaña regular como titulares.
Frank Reich, entrenador de mariscales de campo de los Eagles, que conoce perfectamente a Foles, es uno de los convencidos que el domingo ante los Patriots va a dar la mejor versión que tiene como jugador porque sus creencias como persona son muy fuertes y le permiten un gran equilibrio emocional.
“Nick (Foles) siempre estuvo con la mejor actitud”, subrayó Reich. “Posee talento y eso lo ha demostrado en la liga. Se preparó bien. Todos los suplentes tienen que entrenar como si fueran a abrir el partido. Tienes que estar listo para cuando te necesiten”.
Vincent Maserrat