Anuncio

Paramédica mexicana privilegia vocación de servicio sobre faceta de madre

Share via
EFE

El día en que un terremoto de magnitud 8,2 sacudió de manera violenta Ciudad de México, Nayelli Vázquez privilegió su vocación de paramédica de la Cruz Roja por delante de su faceta de ser madre.

Ante la tragedia que ya se vivía en la metrópoli ese 19 de septiembre de 2017, Vázquez cree que su decisión fue atinada por el tamaño de la emergencia y porque su hijo se quedó bajo el encargo y resguardo de su padre.

“Nosotros estaremos bien y tu ayuda es necesaria para la gente”, le dijo Roberto, su esposo, en el inicio de aquella larga jornada que se extendió casi por 72 horas continuas.

Anuncio

Nayelli prácticamente lo había “obligado” a tomar un curso de primeros auxilios, similar al que ella cursó años atrás en Puebla, para confiarle a Damián y sabía que estarían pero la frase fue el último empujón que necesitaba para salir a dar ayuda.

“Si te toca alguien (como pareja) que te puede apoyar, eso te ayuda, pero si no, te limita”, dice a Efe Nayelli en una entrevista.

La labor de Roberto en los días posteriores al terremoto resultó importante para su desempeño ya que tuvo a bien llevarle a Damián a su “lugar de trabajo”, en las zonas destruidas, lo cual le funcionó como motivación para continuar ayudando a la gente necesitada.

Pero, además de Damián, la presencia y ayuda de su hijo Cristian, de 16 años y quien está al cuidado de sus abuelos maternos, funcionó como otro golpe anímico para estas madre que asegura que su familia es su mayor inspiración.

Vázquez, de 37 años y quien hace dos años se convirtió en paramédico, es comisionada nacional de voluntarios ciclistas de la Cruz Roja y, como millones de mujeres en este país, cumple con su doble faceta de madre y jefa de familia.

“Me vino la idea de fusionar las dos cosas que hacia y lo que me hizo decidirme fue que ajuste (mis horarios) y vi lo que era prioridad para mí”, contó

Dijo que tomó la decisión de ser madre porque ya “había pasado mucho tiempo en estar pensando en los demás” y quería vivir su propio tiempo.

Recordó que se inscribió en un curso de primeros auxilios en el estado de Puebla del cual obtuvo un documento en el que se le apuntaba como auxiliar en enfermería.

“En ese curso nos enseñaron de todo y la etiqueta primeros auxilios se queda corta. Ese fue mi primer contacto real con la materia”, apuntó.

Una jornada cotidiana de Nayelli comienza a las cinco de la mañana y termina sobre las 10 de la noche.

Por las mañanas ofrece cursos de primeros auxilios, por la tarde regresa a su casa y por la noche asiste como paramédico a rodadas ciclistas en las que interviene cuando es necesario.

Anuncio