El FMI ve “viable” plan con Argentina pero exige “fuerte compromiso político”
Washington — El Fondo Monetario Internacional (FMI) expresó hoy su respaldo al “factible” y “realista” programa de ayuda financiera a Argentina, que incluye flexibilidad para elevar el gasto social, a la vez que advirtió que requerirá un “fuerte compromiso” político y de toda la sociedad argentina.
“Tenemos la convicción que estas medidas que hemos discutido son factibles. Pero es claro que son medidas que requieren un fuerte compromiso político, de toda la sociedad argentina”, aseguró Roberto Cardarelli, jefe de la misión del Fondo para el país suramericano, en conferencia de prensa en la sede de la institución en Washington.
Cardarelli indicó que el objetivo es eliminar algunos desequilibrios macroeconómicos, particularmente el fiscal, pero también monetario, por ejemplo, la reforma de la carta orgánica del Banco Central y una mayor independencia de dicha institución.
Por su parte, Alejandro Werner, director del Fondo para América Latina, recalcó que las medidas establecidas de déficit fiscal e inflación son “realistas” y “viables”, y valoró como “oportuna” la decisión del gobierno de Mauricio Macri de solicitar la asistencia ante “el ajuste en las condiciones financieras internacionales”.
“Lo que estamos contemplando”, precisó, “es que las metas fiscales puedan ser revisadas en caso de que haya una necesidad para aumentar el gasto social”, algo novedoso en los programas del Fondo y que habían exigido las autoridades argentinas.
Dada la compleja historia del Fondo con Argentina, cuyo último programa acabó desembocando en la suspensión de pagos del país suramericano en 2001, y de la que gran parte de los argentinos aún culpa a las exigentes recetas de la institución financiera, Werner reiteró que tanto el organismo como el país han cambiado.
“La economía argentina de hoy es muy diferente a la de 2001”, dijo Werner, quien reconoció que el organismo también ha evolucionado.
El presidente Macri se verá mañana sábado con Christine Lagarde, directora gerente del FMI, en el marco de la cumbre del G7 que tiene lugar en una localidad canadiense cercana a Quebec, para conversar sobre los detalles del acuerdo.
Los fondos estarán disponibles desde el 20 de junio y se prevé que en forma inmediata se concrete el primer desembolso, por unos 15.000 millones de dólares que se aplicarán a reforzar las partidas presupuestarias y las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
El programa establece como metas fiscales un déficit primario del 2,7 % del PIB este año y del 1,3 % en 2019 y alcanzar un equilibrio primario en 2020.
Además, incluye como metas de inflación, con las cuales se guiará el Banco Central dentro de un régimen de tipo de cambio flotante: 17 % para 2019, 13 % para 2020 y 9 % para 2021.
A los 50.000 millones del Fondo se sumarán un total de 5.650 millones adiciones que aportarán el Banco Interamericano de Desarrollo (2.500 millones), el Banco Mundial (1.750 millones) y el CAF-Banco de Desarrollo de América Latina (1.400 millones).
La cifra es superior a la anticipada por los analistas, que preveían en torno a 30.000 millones de dólares, lo que ha sido interpretado como un gesto destinado a ofrecer amplias garantías y disipar dudas a los mercados.
Especialmente en un momento en el que se espera que las condiciones de financiación internacional se endurezcan aún más por las previsibles subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) en lo que resta de año, empezando por su encuentro de la próxima semana.
Por ello, los expertos han expresado su moderado optimismo ante la posibilidad de que el programa llegue a buen puerto.
“Tiene ciertamente mejores opciones de tener éxito que anteriores programas. El Fondo ha sido muy inteligente al incluir protecciones para programas sociales y detonantes para preservarlos si el crecimiento se reduce”, explicó a Efe Monica DeBolle, economista del Peterson Institute de Washington y profesora la Universidad Johns Hopkins University.